jueves, 4 de agosto de 2011

La huella de Emily por la zona central

Por Raúl Camilo Torres,

Los intensos aguaceros que desde horas de la madrugada presagiaban situaciones adversas en la zona central produjeron gran expectativa por las crecidas de ríos y quebradas. Sin embargo a medida que la tormenta Emily abandonaba nuestro cuadrante geográfico en horas del mediodía, la calma era notable en varios pueblos de la zona central.

“No ocurrieron las dificultades que esperábamos en las vías o residencias. Hasta el momento nadie ha necesitado ser reubicado y más allá de algunos sectores sin servicio eléctrico, Naranjito está tranquilo”, expresó el director de la Agencia Municipal para el Manejo de Emergencias y Desastres (AMMED), Tomás Rodríguez.

A media mañana, las cuatro compuertas del Lago la Plata fueron abiertas para minimizar la turgencia que la amenazaba. El anuncio provocó pavor entre los residentes de los municipios más bajos, que por décadas han sufrido de las crecientes del río. A medida que el afluente se precipitaba compuertas abajo, la lluvia comenzó a cesar y con ello el miedo de los preocupados vecinos.

“Gracias a Dios el pueblo estuvo tranquilo en general. Eso sí que los residentes aledaños al Chorro de Maguayo (que ubica en el barrio del mismo nombre en Dorado) estuvieron alertas toda la noche porque en años anteriores sí se han visto perjudicados por esta situación de lluvias; pero hasta esta hora la situación ha sido normal para un día de lluvia”, dijo por su parte el alcalde de la ciudad norteña, Carlos López.

Sólo algunas escorrentías que provocaron pequeños deslizamientos cercanos a la carretera 143 en dirección hacia Orocovis, eran al parecer los daños visibles dejados por el fenómeno atmosférico en la zona central. “Las matas de plátano se salvaron”, comentó un ciudadano en un puesto de gasolina. Y en verdad que todo lucía bastante normal en los cultivos mayores observados en Barranquitas y Ciales.

“El río Toro Negro que de por sí es bastante fuerte, se mantuvo en su caudal normal para un evento de lluvia como el que hemos tenido”, sostuvo por su parte el director de la AMMED de Ciales, Víctor Sánchez. “Solo algunos sectores sin luz ni agua. Eso sí que en horas de la mañana tuvimos que recoger varios árboles y ramas caídas en las calles… pero nuestro personal municipal se encargó de ellos y ya está todo en orden”, añadió el funcionario.

“Para otras ocasiones ha llovido más”, comentó por su parte Héctor Rivera Ramos, vecino del barrio Collores de Jayuya. “En tiempos de lluvia fuerte hemos visto más daños que ahora que esperábamos lo peor. Aquí cayó lo normal como en cualquier día de la semana que no ha parado de llover”, destacó el entrevistado.

El Vocero observó en el Mirador de Orocovis a varios jóvenes con abrigos hacer una parada para disfrutar una intensa neblina que cubrió la zona desde horas del medio día. En realidad no se podía apreciar la vasta extensión sureña y del Norte que desde el lugar se observa. El viento suave, frío y constante, sumado a la oscuridad provocada por la densa nubosidad hizo por el momento pensar que las Navidades habían sido adelantadas en agosto.

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