martes, 5 de julio de 2011

Conteo regresivo para el Atlantis

Istra Pacheco / Primera Hora
La cuenta regresiva ya empezó para el último vuelo en la historia que hará transbordador alguno pagado por el Gobierno de Estados Unidos, honor que le tocará al Atlantis.

El despegue está programado para el viernes, 8 de julio, a la 11:26 de la mañana desde el Kennedy Space Center en Orlando, Florida.

El evento marca el fin de una era, según han dicho los directivos de la Administración para la Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés), pero al mismo tiempo se espera que se abran paso nuevas metas y nuevas fronteras.

Gerardo Morell, director para Puerto Rico del Programa Space Grant de la NASA, explicó, que de ahora en adelante, la tecnología usada por los transbordadores pasará a empresas privadas para que sean éstas las que desarrollen los viajes al espacio.

“La idea es dejar que la empresa privada se encargue del transbordo de materiales y equipo a las estaciones espaciales y de la puesta en órbita de satélites. Ahora que la NASA salga de ese mercado, se creará un vacío que se espera que la empresa privada lo llene”, explicó el también profesor de física en entrevista con Primera Hora.

Por lo tanto, aumentará el llamado turismo espacial.

¿Eso le suena a ciencia ficción? Pues sepa que lo que antes se veía como un alocado sueño, cada vez será más accesible, aunque ya algunos privilegiados no expertos en aeronaútica o ciencias han viajado por sumas exhorbitantes de alrededor de $20 millones.

“Antes de que nos muramos, ya será real: ir al espacio sería algo bastante común”, presagió Morell.

La última aventura del Atlantis, cuando el viernes atraviese el cielo, es de vital importancia para la Estación Espacial Internacional (EEI), la estructura más grande construida por el ser humano que actualmente orbita la Tierra, donde hay especialistas de unos 16 países.

El objetivo es llevar una gran cantidad de abastecimiento a las personas que están allí, así como piezas de repuesto para arreglar la estación de ser necesario.

Por eso, sólo viajarán cuatro astronautas, el comandante Chris Ferguson, el piloto Doug Hurley, y los especialistas de misión Sandy Magnus y Rex Walheim, para usar mejor el espacio disponible, se informó previamente.

Morell insistió en que se debe ver el fin de los transbordadores financiados por la NASA con optimismo.

Y es que la meta en los próximos años será desarrollar nuevas tecnologías para enviar personas de manera segura a Marte y regresarlas de la misma forma. Hasta la fecha, las misiones han sido con robots.

En ese objetivo ya trabajan estudiantes de las distintas universidades puertorriqueñas con proyectos que van desde purificar fluidos corporales, a la vez que se genera electricidad, hasta la filtración de bióxido de carbono con materiales livianos y en la creación de baterías de larga duración y de poco peso, informó Morell.

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