miércoles, 8 de junio de 2011

Sexo sin control entre jóvenes

por Bárbara J. Figueroa Rosa.


Ése es el panorama de los jóvenes entre los 15 y 19 años en Puerto Rico, una población en la que los pasados cuatro años se han registrado unos 11,476 casos de enfermedades transmitidas a través del sexo. Estas cifras representan más de un 20% del total de los casos de la población general donde se reflejó un nivel de contagio en unas 56,359 personas.

Resulta que datos de la Oficina de Vigilancia de las ETS del Departamento de Salud revelaron que son muchos los adolescentes que sufren alguna de estas enfermedades, siendo la de mayor incidencia la clamidia con 9,340 casos. Los otros diagnósticos que completan el cuadro son las verrugas (1,365), el herpes (410), la gonorrea (274) y la sífilis (87).

Aunque las cifras han disminuido un poco durante el pasado año, el Departamento de Salud es consciente de que urge atacar el problema y la clave es la educación preventiva.

“Aunque los casos han disminuido, si comparas con otros años, cuando las cifras eran superiores, sí tenemos que decir que es preocupante. Por eso estamos coordinando actividades educativas para esta población y las estaremos implementando desde este año”, dijo Margaret Wolfe, secretaria auxiliar de salud familiar de Servicios Integrados y Promoción del Departamento de Salud (DS).



De hecho, Wolfe dijo que conscientes de la problemática que enfrenta el país respecto a la educación sexual en esta generación, se llevaron a cabo unos estudios cuyas cifras son también alarmantes.

Y es que, según Wolfe, estos análisis -muchos de ellos realizados a través de unas encuestas tituladas Puerto Rico Youth Risk Behavior (2009)- revelaron que el 38.5% de los menores entrevistados, cuyas edades fluctuaban entre los 10 y 19 años, reportaron que habían tenido relaciones sexuales. El detalle es más alarmante cuando sólo el 19% de ellos aceptó haber utilizado un condón en su última relación sexual.

Pero, aguántese que viene otro cantazo. El 7% de los jóvenes dijeron que su primera relación sexual ocurrió antes de los 13 años.

Estas cifras coinciden con un estudio que realizó en el 2007 la salubrista Kenia Correa, quien tras analizar el comportamiento sexual de 125 adolescentes (la mayoría niñas) de una escuela superior del área metropolitana concluyó que el 36% de éstos tuvo su primera relación íntima a los 13 años.

El estudio cuantitativo -que formó parte de una tesis en el programa de Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas- reveló además que el 26% de los jóvenes activos sexualmente habían tenido dos o más parejas en los últimos tres meses. El 37% mencionó que no utilizaba siempre el condón como medida preventiva.

“Me preocupó mucho que, aunque los jóvenes tenían un conocimiento de lo que deben hacer para tener un sexo seguro, tienen un conocimiento bien bajo de las enfermedades transmisibles sexualmente. Más del 73% ni siquiera conoce bien los síntomas”, dijo Correa, quien trabaja de forma independiente como educadora en salud.

Ante la realidad sexual que viven los adolescentes, tanto Wolfe como Correa coinciden en que promover la abstinencia no es una solución falible.

“Tenemos que ajustar nuestros programas de prevención a la realidad de Puerto Rico. En ese sentido, no podemos enfocarnos únicamente en la abstinencia”, dijo Wolfe, al adelantar que a partir de este año se utilizarán fondos federales para desarrollar un programa de educación sexual para adolescentes entre los 12 y 14 años.

“Es un Programa de Responsabilidad Personal que nos permitirá hablarles de otros métodos que no son la abstinencia, y la intervención se llevará a cabo a través de organizaciones de base comunitaria”, dijo Wolfe, al agregar que en la actualidad se llevan a cabo clínicas de salud y pruebas de enfermedades como sífilis, clamidia y gonorrea en las escuelas públicas del país, donde también se orienta sobre estos métodos.

“También tenemos un programa de abstinencia, pero éste estará dirigido a los padres de niños entre los 10 y 12 años, y el propósito es educar a estos adultos para que aprendan las destrezas necesarias para hablar con sus hijos adolescentes sobre las decisiones negativas que pueden ir contra su salud”, agregó la funcionaria de Salud.

abstención y punto
Aún cuando portavoces del Departamento de Salud y profesionales de la educación aceptan como un hecho “preocupante” la incidencia de contagio entre los muchachos y ya tienen un plan de acción que va mucho más allá de decirles a los jóvenes “no tengan sexo”, el secretario de Educación, Jesús Rivera Sánchez, prefiere seguir apostando en su currículo a la abstinencia.

“Abstención, abstención, abstención”, repitió el secretario de Educación al planteársele las escandalosas cifras sobre la incidencia de enfermedades venéreas entre los jóvenes.

Éste dijo desconocer el estudio al que se ha hecho referencia; no obstante, promulgó lo que se predica en la escuelas públicas como parte del currículo de la clase de salud: abstención, abstención, abstención.

Rivera Sánchez indicó que luego que conozcan el estudio, seguirán enfocando la educación sexual, como siempre lo han hecho.

Primera Hora preguntó al Secretario si la gran cantidad de embarazos precoces y el contagio de enfermedades sexualmente transmisibles no hacen necesario implantar un currículo de educación sexual acorde con los tiempos, y éste contestó: “La educación es abstención”.

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