Debaten el rol de internet

Por Israel Rodríguez Sánchez / israel.rodriguez@elnuevodia.com El problema del plagio no es nuevo, pero ahora está en debate si internet contribuye a que más personas roben propiedad intelectual de otras. Los que piensan que internet incide en este problema, como el experto en propiedad intelectual Rafael Silva Almeyda, argumentan que esa plataforma hace más accesible las ideas de otros. “Es mucho más fácil obtener la información y el “cut and paste”...”, opinó Silva Almeyda, quien enseña en la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico (UPR). Pero para su colega en esa institución universitaria, Hiram Meléndez Juarbe, el problema de fondo del plagio no tiene que ver con tecnologías, sino con ética. Y, aunque el plagio se da en múltiples escenarios, en la academia es casi imperdonable, según Meléndez Juarbe. “Es fácil demonizar la tecnología en estas cosas, pero eso ignora el problema ético de fondo -y que corresponde a las instituciones y a los pares atender- asegurándose que los reclutamientos universitarios sean idóneos y que el plagio estudiantil y por profesores, cuando ocurre, tenga consecuencias”, agregó. Meléndez Juarbe, quien también es experto en el tema y profesor de derecho en la UPR, sostuvo que “la dimensión ética a la que me refiero tiene un lugar particular en el entorno académico que tal vez no lo tiene en otras esferas de la creación intelectual”. Al ciudadano que se dedica a hacer obra creativa, el plagio lo puede perjudicar económicamente, agregó Silva Almeyda. También lo puede afectar en términos morales si se utiliza su obra sin autorización fuera de contexto. Después de todo, Silva Almeyda recordó que los escritores viven de sus libros, los fotógrafos de sus fotos y los músicos de su música. “La misma sociedad se perjudica (con el plagio) porque menos personas van a ser creativas, menos personas van a producir cosas y la sociedad no se enriquece con esos trabajos”, expuso el académico. Entretanto, Meléndez Juarbe señaló que desde el punto de vista legal, el plagio tiene dos consecuencias: la posible exposición a la violación de derechos de autor y de reglamentos internos, como puede ser en el caso de una institución académica.