viernes, 20 de abril de 2012

Tijera a las becas Pell

or José A. Delgado / jdelgado@elnuevodia.com

WASHINGTON - La forma en que miles de estudiantes puertorriqueños tienen acceso a las becas Pell, un programa que beneficia a 240,118 universitarios en la Isla y por el que se reciben poco más de $1,046 millones, cambiará en julio.

La entrada en vigor de nuevas normas federales en las becas Pell coincide, a su vez, con esfuerzos de los republicanos de la Cámara baja federal para tratar de reducir el pago máximo anual de $5,500, que como consecuencia de la inflación aumentaría en unos $100 a partir del año fiscal federal 2013.

Como primer reto, las instituciones universitarias en la Isla se preparan para implantar la iniciativa que reduce de 18 a 12 los semestres en que un estudiante puede tener acceso a la asistencia federal, que puede, sobre todo, afectar a los que realizan estudios graduados.

Pero, en julio también entra en vigor el nuevo requisito que exige que los ingresos familiares no superen los $20,000 -$10,000 menos que el límite actual- para el estudiante poder obtener el máximo de asistencia de $5,500 anuales.

“En nuestro caso hemos identificado a 500 estudiantes” que se afectan por los nuevos requisitos, dijo ayer el presidente de la Universidad Interamericana, Manuel Fernós.

La otra nueva exigencia que se pone en marcha durante el verano es la que permite a las instituciones financieras comenzar a sumarle los intereses de los préstamos a los estudiantes tan pronto completan sus estudios.

De todos modos, los estudiantes mantienen el período de gracia de seis meses antes de comenzar a pagar los préstamos, indicó Fernós.

Las becas Pell tampoco estarán disponibles para institutos vocacionales que no requieren haber completado la escuela secundaria.

El comisionado residente Pedro Pierluisi sostuvo que los cambios son parte de las “decisiones difíciles” que tomaron los demócratas del Congreso y el gobierno del presidente Barack Obama para mantener el máximo de $5,500 anuales alcanzado en 2009.

En universidades como la Inter y el Sagrado Corazón (USC), por lo menos el 80% de los estudiantes depende de la asistencia económica federal.

“Un total de 4,566 estudiantes reciben las becas Pell en la USC, lo que representa un 83% de los estudiantes subgraduados”, señaló María Eugenia de la Madrid, portavoz de la USC.

En la Inter, más de 30,000 estudiantes reciben becas Pell, sostuvo Fernós.

Para lidiar con el problema, la Inter creó un fondo especial de $1.2 millones que le permitirá otorgar sus propias becas a los universitarios que estén en riesgo de perder los beneficios, dijo Fernós.


Los recortes republicanos

Las limitaciones al programa de las becas Pell que se ponen en vigor este verano pudieran complicarse más si lograra colarse – lo que por el momento se descarta – el plan fiscal aprobado en marzo por los republicanos de la Cámara baja federal para el año fiscal 2013, que reduce casi a la mitad el máximo de dinero a otorgarse.

Originalmente, los republicanos aprobaron un presupuesto que reduciría el pago máximo de las becas Pell de $5,500 a $3,000. Pero, últimamente han comenzado a proponer medidas que sólo evitarían que el pago pueda ir en aumento.

En su proyecto de presupuesto 2013, el presidente Obama propuso un aumento anual de $80.

“Reducir la asistencia sería una injusticia para muchos de los hijos e hijas de las familias que trabajan duro y quieren enviar sus hijos a la universidad. La educación universitaria es demasiado cara sin la ayuda de las becas Pell”, dijo el demócrata Rubén Hijonosa (Texas), portavoz de la minoría en el subcomité para Asuntos de Educación Universitaria de la Cámara de Representantes.

Para el congresista boricua Luis Gutiérrez, demócrata por Illinois, la amenaza de recortar los fondos de las becas Pell que existe en el plan fiscal republicano, elaborado por el presidente del Comité de Presupuesto, Paul Ryan (Wisconsin), “es una muestra de cómo legislan para los más adinerados”.

Gutiérrez descartó que el presidente Obama vaya a firmar una medida que reduzca los fondos asignados al programa de las becas Pell, porque “eso sería darle la espalda a nuestra comunidad”.

Los cálculos del Gobierno federal son que el plan Ryan, que busca cortar el programa Pell en $170,000 millones durante la próxima década, afectaría adversamente a cerca de un millón de estudiantes en Estados Unidos.

“Tendría consecuencias desastrosas”, dijo ante el Congreso el secretario de Educación de Estados Unidos, Arne Duncan.

El educador Fernós también cree improbable que se aprueben nuevos recortes. Pero, advirtió que si avanzara ese tipo de legislación republicana, de todos modos las mejores instituciones académicas saldrán al frente y los padres y estudiantes seguirán comprometidos con las universidades “de calidad”.

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