viernes, 4 de noviembre de 2011

Caricaturas que fomentan la pedofilia


por Istra Pacheco / Primera Hora

Una tendencia en aumento.


Así es como los investigadores de crímenes sexuales contra menores describen el paulatino aumento en el uso de imágenes que podrían pasar por ingenuas, pero que en verdad fomentan la práctica de la pedofilia.

Se trata de caricaturas de niñas y niños con ojos grandotes y bocas pequeñitas, similares en su estética a historias de televisión como Candy o Dragon Ball Z, que si uno las ve por encimita, hasta monas son. Pero basta una mirada a fondo para darse cuenta de que no todas son iguales. Algunas muestran actos que rayan en conductas ilegales.

Los dibujos se conocen en su término general como animé, por ser dibujos animados. El estilo particular de las caricaturas de estilo inocente se llama hentai y es una técnica que nació en Japón, pero se ha propagado por el mundo entero.

De ahí que su propósito original se desvirtuara con el tiempo.

Y en los pasados tres años los expertos han descubierto más material de corte sexual utilizando ese estilo de dibujos. Uno de los casos aquí, en Puerto Rico, que más alertó a las autoridades fue el del ex ayudante del capellán del Ejército Nicolás González Figueroa, de 59 años, en cuya casa incautaron cientos de imágenes de ese tipo, pero con conductas sexuales explícitas en contra de menores, junto con otras de la vida real.

El hombre está ahora acusado a nivel estatal de cometer actos lascivos contra su nietastra y a nivel federal será sentenciado por poseer pornografía infantil.

Rebecca González Ramos, supervisora del grupo de crímenes cibernéticos del Negociado federal de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) dijo que “son muñequitos, pero no los muñequitos que estamos acostumbrados a ver”.

“Y son igual de ilegales que cualquier otra imagen en la medida en que representan un abuso de un menor... lo que se considera pornografía infantil es la conducta sexual explícita de un menor, incluso si se hace a través del cartoon”, declaró.

“Esto del animé, yo te diría que lo empezamos a ver en los últimos tres años”, relató.

La circulación de imágenes en tercera dimensión también ha aumentado entre grupos de pedófilos, según el material incautado recientemente.

Y aunque no se ha encontrado evidencia contundente, las autoridades no descartan que los juegos cibernéticos como el de Second Life, en el que las personas crean un personaje con tantas características como se les antoje, se preste para fomentar la pedofilia.

Arturo Rivera, experto en informática, dijo que todos los días 75,000 personas juegan este tipo de vida alterna en la que casi todo se vale.

Indicó que, en promedio, la gente invierte 4.5 horas diarias, mientras que el uso de otras páginas es de un promedio de 1.5 horas.

Un vistazo de Primera Hora al mundo virtual que se supone que esté dirigido a menores, mostró una tienda en la que todas las “modelos” de ropa eran niñas con blusas y falditas demasiado cortas. También fue fácil encontrar espacios dirigidos específicamente a ver material hentai, aunque no necesariamente de conductas explícitas.

No obstante, Rivera explicó que existen múltiples lugares en Second Life a los que se acude por invitación y allí sí que las regulaciones practicamente no existen.

“Si te gusta y es lo tuyo, seguramente vas a encontrar un espacio donde lo puedes hacer”, señaló.

El problema está en que muchas personas con interés sexual desviado hacia los menores de edad pueden pensar que por tratarse de “muñequitos”, no es algo malo en comparación con actuaciones de la vida real.

La agente federal alertó que, sin embargo, lo que se representa en los dibujos a veces es hasta peor.

“Por ejemplo, nunca vas a ver una foto de un adulto penetrando a una bebé, porque la mata. O sea, que esa foto no va a existir, pero sí lo puedes representar por el dibujo”, indicó.

Por otro lado, las imágenes animadas podrían ser el gancho perfecto para seducir a menores que no saben distinguir las malas intenciones de quien les enseña las caricaturas y que les pueden hacer creer que las conductas representadas son permitidas.

El doctor José Pando, psicólogo y experto en sexología, aseguró que “ésa podría ser la primera etapa en la conquista del menor”.

“Así que si uno ve un adulto que se pone muy infantil en estas cuestiones, watch out... puede ser un signo de un potencial pederasta entre muchos otros”, alertó.

“Los adultos con este problema están a la caza, y los niños desprovistos de armas para enfrentar este embate son presas fáciles... Si uno no quiere que los hijos caigan en trampas, los tienes que educar para que sepan cómo tomar decisiones y cómo defenderse de depredadores”, manifestó.

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