viernes, 7 de octubre de 2011

Sin tregua la violencia doméstica


Leysa Caro, Arys Rodríguez y Mariana Cobián / Primera Hora


En nueve meses, Puerto Rico se ha vestido de luto por la muerte de, por lo menos, 25 personas a manos de sus parejas o ex parejas, lo que ha hecho del 2011 no sólo un año históricamente violento, sino el periodo con más muertes a causa de la violencia doméstica. Incluso, una bebé de poco más de un año fue víctima esta semana de los disparos de su padre, quien también atacó a tiros a la madre de la pequeña.


En otros tres casos bajo investigación también se sospecha que la causal fue violencia doméstica.

En los últimos cinco años no se han registrado cifras tan alarmantes. Fue en el 2008, cuando 26 mujeres fueron asesinadas violentamente por sus parejas, pero en nueve meses podríamos haber sobrepasado esa estadística.

“Ha habido años en los que hemos tenido muchas muertes, pero eso se había logrado bajar. El 2007 fue uno de los años más bajos en las estadísticas, pero creo que este año ha sido el más terrible”, lamentó Amárilis Pagán, directora ejecutiva de Matria.

Pero, ¿qué ha hecho del 2011 un año extremadamente violento hacia las mujeres? ¿Por qué, a pesar de los mensajes de prevención, siguen siendo víctimas fatales de sus parejas?

Para la licenciada, hay varios factores que, unidos, han ido creando un ambiente hostil y una bomba de tiempo para las mujeres. El principal propulsor, quizás indirectamente, de esa “política machista” pareciera ser el Gobierno, opinó Pagán. Junto con el Estado, dijo, están la Legislatura, la poca o ninguna inversión en programas de prevención efectivos y los religiosos fundamentalistas. Esto último fue rechazado por el presidente Pastoral Unida a Favor de la Familia, César Vázquez Muñiz, quien hizo énfasis en el respeto entre parejas y en que ninguna mujer debe ni puede aceptar la violencia doméstica.

“La violencia doméstica no es aceptable ni es correcta y ninguna mujer debe permitirla”, dijo Vázquez Muñiz.

“[...] Tienes senadores que hablan violentamente de las mujeres, tienes un gobernador que se está amparando en la promesa de hombre como única respuesta a la violencia doméstica”, insistió, por su parte, Pagán tras destacar que va en contra de lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dicho, a base de estudios, es una de las piezas medulares para prevenir la violencia de género: un mensaje común de agencias gubernamentales y de la sociedad a favor de la equidad de las mujeres y en contra de la violencia.

“Eso (la distorsión en los mensajes) en quien ya tiene un prejuicio o en quien ya tiene una construcción de que la relación entre los distintos sexos implica violencia, refuerza la idea de que está en lo correcto y de que a las mujeres hay que sonarles para disciplinarlas, claro que vamos a ver un aumento en los casos de violencia doméstica”, apuntó.

A eso se suma la precaria situación económica que vive el país y que se transforma en un agente de estrés adicional tanto para el hombre como para la mujer, que opta entonces por mantenerse en la relación ante la falta de recursos y trabajo.

A las comunidades

Para la licenciada Verónica Rivera, presidenta de la Comisión de la Mujer del Colegio de Abogados, las entidades no gubernamentales que trabajan para combatir la violencia contra las mujeres tendrán que adentrarse más en las comunidades porque el mensaje “no está llegando”.

“Con el Estado cada vez podemos contar menos, no solamente por la falta de fondos, sino por la disposición”, señaló.

Aunque los grupos feministas han repetido la necesidad de incorporar la carta circular que viabiliza la implementación de un currículo escolar dirigido a promover la equidad de género, el Gobierno no ha respondido.

“Es hora de que reconozcamos que es deber de todos y todas. Te doy como ejemplo los chistes sexistas, que lo que hacen es fomentar la violencia entre nosotras, y pasa todos los días”, expresó.

A pesar de que insistió en que hay que involucrarse en la lucha contra la violencia doméstica, Rivera aclaró que eso “no exime al Estado de cumplir su responsabilidad de proteger a las mujeres y personas más vulnerables”.

La procuradora de las Mujeres, Wanda Vázquez, reconoció que “ha sido un año violento” relacionado con la cantidad de víctimas de violencia doméstica en lo que va de año.

Para la ex fiscal, es una cuestión de educación.

“Es una falta de tolerancia increíble. No importa cuántos recursos o servicios, es una cuestión de educación”, señaló.

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