lunes, 10 de octubre de 2011

Celebran la vida tras el cáncer


por Bárbara J. Figueroa Rosa

“Tú no sabes quién soy yo, pero te mando un fuerte abrazo y beso desde mi corazón... Recúperate, te quiero mucho, Samuel”

Los ojos de Giselle Rivera Agosto se inundaron al leer la inesperada carta que recibió por parte de Samuel, un niño de 11 años que no conoce pero que, ayer, con sus emotivas palabras de aliento logró inyectarle energías para continuar su lucha contra el cáncer de seno.

“Uno no espera recibir esas palabras de apoyo de alguien que uno no conoce y mucho más si es un niño”, dijo Giselle sobre la carta del estudiante de sexto grado de la escuela elemental Noel Estrada de Bayamón, plantel donde se instó a los alumnos a escribirles unas misivas a las sobrevivientes que participarían de la séptima edición del 5K Race for the Cure, un evento de recaudación de fondos de la Fundación Susan G. Komen, la cual busca concienciar a la población sobre el cáncer de seno.

“Es bueno que desde los más pequeños estén conscientes de lo que es el cáncer de seno y de la importancia que tiene la detección temprana para salvar vidas”, expresó Giselle, quien está en tratamiento de quimioterapia luego de ser diagnosticada a principio de año.

Otra que se regocijó al leer la carta que le envió un niño llamado Nelson fue Mary Bátiz, quien ayer celebraba haber librado batalla contra el cáncer que sacudió su vida hace dos años.

“Se nota que esos niños escribieron con sentimiento, y eso lo hace especial”, expresó la mujer de 49 años sobre la carta en la que Nelson, entre muchas otras cosas, le expresó lo siguiente: “Yo no tengo cáncer de seno, pero me pongo en tu lugar y me gustaría que no lo tuvieras... no te rindas”.

Precisamente, esta última frase en la que el pequeño la anima a no detenerse en su lucha ha sido adoptada por Mary durante los últimos años.

“Al principio es un golpe fuerte. Claro que lo es. Pero tuve mucha fe y el apoyo de una familia espectacular que me ayudaron a salir y sobrepasar el momento de shock”, cuenta la mujer, quien ayer caminaría en la actividad para “celebrar la vida”.

Aparte del apoyo que recibió por parte de sus parientes, Mary reconoce haber encontrado sostén a través del grupo de apoyo Pink Power, el cual está dirigido a ayudar a pacientes durante el momento de transición de su diagnóstico, el tratamiento y el proceso de recuperación.

“Es un grupo en el que más que compartir dolor, compartimos esperanza y vida”, dijo sobre la organización que se reúne todos los sábados en el parque de la Laguna del Condado.

Nilsa Álvarez, una ejecutiva de cuentas de una empresa de efectos tecnológicos, también pertenece a Pink Power y ayer festejaba, junto con las amigas que ha “ganado en el grupo” haber sobrevivido al cáncer de seno, una enfermedad que le fue diagnosticada en el 2008.

“Definitivamente, tenemos muchas cosas que celebrar y a eso vinimos aquí... ¡estamos vivas!”, dijo vivaracha la mujer que entre muchas otras cosas, quiere vivir para seguir compartiendo con su única hija, quien se convirtió en su motor durante la adversidad.

Entre las más de 700 sobrevivientes que participaron del Race for the Cure también estuvo Guanina Santiago, una joven adulta de 35 años que fue sorprendida con un diagnóstico de cáncer en enero pasado, aun cuando llevaba un estilo de vida saludable.

Guanina, quien se desempeña como supervisora en el Departamento de Trabajo en San Juan, es la primera paciente de cáncer de mama en su familia, lo que representó un golpe fuerte para sus parientes.

“Para mi mamá y mi tía fue fuerte... para mí también. Me dieron ganas de llorar porque la noticia es más grande que tú. Entonces, comencé a bregar conmigo y a enfocarme en que lo que quiero es curarme. Pero es difícil, porque yo era una persona sana, sin ninguna experiencia de enfermedades de este tipo”, confesó quien sufrió tener que despedirse de su cabellera lacia y larga.

“El pelo me llegaba a la cintura...creo que ver cómo se me caía fue lo más difícil. Pero un día me dije: ‘Yo no soy mi pelo, ni mi seno ni soy cáncer... Yo soy Guanina, la misma de siempre y me voy a curar’”, cuenta quien está terminando una última etapa de tratamiento para someterse a una cirugía a principio del año que viene.

“Todo te va a salir bien”, le dijo a Guanina, Natalia Carbonell, una amiga que el destino le regaló ayer durante la actividad.

“Lo más importante en todo el proceso es la fe y tener a Dios en tu corazón. No se le puede dar cabida a lo negativo porque te bloqueas”, agregó la mujer que ayer celebraría haber sobrevivido al cáncer junto a su hija y nieta.

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