martes, 11 de octubre de 2011

Boricua es acusada de matar a otra boricua embarazada y su feto en Wisconsin


Todd Richmond / Prensa Asociada


Milwaukee.- Una mujer que fingió estar preñada y que estaba a punto de parir atacó a otra fémina embarazada con un bate de béisbol y le hizo una cortadura en la barriga para extraerle el feto matando a ambas, según los documentos presentados hoy en el tribunal.

Annette Morales Rodríguez, de 33 años, enfrenta dos cargos en primer grado de asesinato por la muerte de Maritza Ramírez Cruz y su bebé que pariría la semana entrante. Ramírez Cruz es puertorriqueña y éste sería su cuarto hijo.

De ser convicta, Morales Rodríguez, también puertorriqueña, enfrenta una convicción de cadena perpetua. Ella compareció hoy al tribunal y se mantuvo en silencio mientras le imponían $1 millón de fianza. El expediente del caso en el sistema electrónico no refleja la representación legal para la acusada y el buzón de mensajes de la Oficina del Defensor Público no aceptaba mensajes.

“Yo no sé que tenía en su mente”, dijo María García, de 44 años y vecina de Morales Rodríguez, a quien describió como su mejor amiga.

Según el pliego acusatorio, Morales Rodríguez le indicó a los investigadores de la Policía que ella y su novio querían tener un hijo, pero que ella no podía quedar preñada. A pesar de esta situación, ella le dijo a su pareja que estaba esperando un bebé de él.

La acusada le informó a los investigadores que planificó durante dos semanas la búsqueda de una mujer preñada para quitarle el bebé y hacer creer que era de ella, establece la acusación.

Morales Rodríguez, el pasado miércoles, estuvo guiando su automóvil en busca de su presa, pero no tuvo éxito. Al siguiente día, guió hacia una organización sin fines de lucro que provee ayuda médica a hispanos.

Allí encontró a su víctima, Ramírez Cruz, de 23 años, quien se había mudado de Puerto Rico para unirse a su pareja Christian Mercado, confirmó su padre Carlos Mercado. Ambos tienen tres hijos y esperaban el cuarto.

Morales Rodríguez les dijo a los detectives que pensó decirle la verdad a su prometido, pero se arrepintió y le ofreció “pon” a Ramírez Cruz. En el trayecto, le comentó a la mujer que ella necesitaba cambiar sus zapatos, y la llevó hasta su hogar de dos plantas en el sur de Milwaukee.

Ramírez Cruz acudió al servicio sanitario de la casa de Morales Rodríguez, pero al salir la acusada la esperaba con el bate de béisbol.

La acusación establece que Morales Rodríguez empezó a golpearla y ella cayó al piso, y siguió golpeándola hasta que falleció. La agresora le amarró los pies y las manos con cinta adhesiva, más le puso cinta adhesiva en la nariz y en la boca.

Entonces, procedió a cortarle la barriga imitando un procedimiento quirúrgico que vio en el canal Discovery.

Morales Rodríguez dijo que cuando sacó al feto se percató de que el bebé no estaba respirando. La mujer se untó sangre de Ramírez Cruz en los muslos para hacer creer que estaba sangrando por haber dado a luz, llamó al 911 y dijo que había parido y que el bebé nació muerto. Fue llevada al hospital, pero se fue antes de que la pudieran examinar por completo, dice la querella.

Una autopsia reveló al día siguiente que el bebé no había nacido de forma natural. La Policía regresó ese día a la casa de Morales Rodríguez y la llevó de nuevo al hospital. Un examen reveló que la mujer no había parido y los oficiales la arrestaron.

Morales Rodríguez tiene que comparecer al tribunal para vista preliminar el 19 de octubre.

Casos similares, de mujeres que atacaron a otras para robarles los fetos de sus vientres se dieron en Massachussetts y Oregon en 2009, en Pennsilvania en 2007, en Illinois en 2006 y en Misuri en 2004.

Su vecina García dijo que estaba convencida de que Morales Rodríguez estaba preñada, que incluso se sobaba la barriga. La última vez que García la vio, el 3 de octubre pasado, Morales Rodríguez le dijo que le harían una cesárea en dos semanas. Agregó que también lucía deprimida y no quiso salir a pasear con ella.

"Ella sólo quería estar en la casa", dijo García, con ojos llorosos. "Estoy tan confundida que no sé qué hacer", agregó.

Carlos Mercado, de 59 años, dijo que no podía soportar el hecho de que su nuera, Ramírez Cruz, estaba muerta.

"Mi corazón, ay, Dios mío, me duele. No puedo dormir", señaló el suegro de la víctima.

Su hijo, quien declinó hablar con los periodistas en su hogar el lunes, deberá ahora criar solo a los tres hijos de su fenecida pareja, solo y con muy pocos ingresos, expresó Carlos. El mayor de los niños tiene apenas seis años de edad.

"Tendrá que ser madre y padre. No sé cómo lo va a lograr. Tiene que ayudarlos a crecer, llevarlos a la escuela, bañarlos... Él está muy triste, está muy herido", afirmó el abuelo de los pequeñines.

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