miércoles, 14 de septiembre de 2011

Emulan la entrega al prójimo de Sor Isolina


Nydia Bauzá / Primera Hora


Una joven reparte bolsitas de comida a deambulantes y una madre hace lo indecible por prevenir accidentes de conductores ebrios en las carreteras. Un fotoperiodista crea un taller educativo para niños de áreas marginadas y un naranjiteño ayuda a reconstruir orfanatos en África. Un paciente de epilepsia lidia contra las dolencias del mal y una mujer lucha para erradicar la violencia doméstica.

Ésta es la hoja de servicio de los seis puertorriqueños que recibirán el lunes próximo en una sesión especial en la Cámara de Representantes la medalla de la excelencia al prójimo Sor Isolina Ferré.

“Nuestra sociedad está cargada de noticias negativas. Sin embargo, a diario salen a la calle hombres y mujeres con un gran compromiso social que no se quedan cruzados de brazos a esperar que otros resuelvan los problemas, sino que son ellos quienes se disponen a hacer la diferencia”, dijo la presidenta de la Cámara, Jenniffer González, al anunciar los seis galardonados en una conferencia de prensa en el Capitolio, acompañada por el director ejecutivo de los Centros Sor Isolina, José Luis Díaz, y la historiadora de la institución, sister Rosita Bauzá.

En la categoría de desarrollo comunitario, recibirá la medalla, la joven Analís Barreto de la Torre, quien tiene una fundación llamada Bolsitas de Amor, quien ha repartido más de 4 mil bolsas de comida a deambulantes y adictos. No tiene una ruta fija; ha recorrido todo Puerto Rico. “Desde pequeña pude ver tanta necesidad y sentí la obligación de ayudar”, dijo Barreto, quien recientemente cumplió 17 años.

Elizabeth Rosado de Guidini, fundadora del centro de consejería a víctimas de violencia doméstica, niños maltratados y víctimas del crimen, Sendero, Inc., también recibirá la medalla Sor Isolina, por su servicio comunitario. “No basta con mirar de lejos, hay que ser parte de la solución”, sostuvo Rosado, cuyo centro ha atendido a más de 26 mil personas en los últimos 10 años.

En la categoría de prevención, los premiados son: Francisco Cabrera Mercado y Sonia Cruz de Señeriz. “Hace 26 años mi hijo Luis, con un futuro bien prometedor, perdió su vida por un conductor borracho… Mi corazón tiene siete espacios de todos mis hijos y el de Luis lo he dedicado al resto de la humanidad”, sostuvo Cruz de Señeriz.

“Para mí, es un honor trascender las fronteras de donde se libra la guerra que nadie ha podido ganar: el sida”, dijo, por su parte, Cabrera Mercado, quien ha dedicado gran parte de su juventud ha trabajar con los niños que deja huérfanos el virus mortal.

En la categoría de salud, recibirá medalla Radamés Garay Rodríguez, coordinador de servicios voluntarios de la Sociedad Puertorriqueña de Epilepsia, y en el área de educación, la distinción la recibe el veterano fotoperiodista de El Nuevo Día José Ismael Fernández Reyes, fundador del Taller de Fotoperiodismo, que ha beneficiado a unos 25 mil niños y jóvenes de los 78 municipios del país.

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