jueves, 18 de agosto de 2011

Late con fuerza el Cardiovascular

por Mariana Cobián

Para Sydney Elizabeth Cestero Roberts, ayer fue la primera vez que pisó el Centro Cardiovascular de Puerto Rico y del Caribe (CPRC).

Pero la realidad es que hace exactamente 19 años, justo el día que cumplió cinco meses de nacida, fue la primera paciente intervenida quirúrgicamente en dicho hospital.

Ayer estaba algo sorprendida con el homenaje que le rindió el Centro en su decimonoveno aniversario porque “creí que la ceremonia sería más pequeña”, pero satisfecha porque pudo agradecer al médico que la operó, Enrique Márquez, a las enfermeras y el personal que la atendió cuando era bebé, quienes querían hasta fotografiarse con ella y le regalaron un libro con sus firmas y mensajes.


“Es increíble tener la oportunidad de dar gracias a las enfermeras y verlos. Algunos me han dicho que me recuerdan”, dijo Sydney, quien habla español con acento estadounidense, por vivir toda su vida en EE.UU.

Su padre, Herman J. Cestero, detalló que su primogénita nació el 18 de marzo de 1992 en Florida. Él y su esposa, Heather Kay Roberts, estaban felices con su llegada.

Pero a los pocos días de nacida, le diagnosticaron ducto arterioso patente, que no permite la entrada de sangre del corazón al pulmón debidamente, según explicó el director de la facultad médica del Centro, José Novoa.



Cestero no perdió tiempo y la primera llamada que hizo fue a su padre, Herman Cestero, quien es cirujano plástico. Su recomendación fue venir a la Isla y que su nieta fuese operada por Márquez.

“Le pregunté cuál era la mejor solución, el mejor médico, porque es mi hija. Me dijo, sin pausa, el doctor Márquez”, dijo Cestero.

“Para mí era importante que fuese operada por un doctor que lo hiciera con compromiso, más allá que fuera un paciente más. Y por eso vinimos aquí”, dijo Cestero.

Casualmente, justo cuando planificaban la cirugía en Puerto Rico, abrió el Centro Cardiovascular y se convirtió en la primera paciente en ser intervenida.

De esa operación, Sydney apenas salió con una cicatriz en el costado izquierdo.

“Esta ceremonia me da la oportunidad de darles las gracias, que a lo mejor no se los di. Ahora veo a mi hija con 19 años y el orgullo que tengo por ella es gracias a ustedes en cierto sentido”, agregó el papá.

Al momento de dirigirse a los presentes, Sydney recalcó que considera a Puerto Rico como su segundo hogar.

“Los doctores aquí ayudaron a cambiar mi calidad de vida drásticamente. No recuerdo la operación, pero gracias a eso, soy una mujer de 19 años completamente normal. He sido activa y sobresalido en mis estudios y he podido vivir sin enfermedad... Gracias por permitirme vivir una vida completa”, expresó Sydney.

La joven lleva una vida normal. Le gusta viajar, bailar y hacer yoga, y actualmente está en segundo año en la Universidad de Texas estudiando administración de empresas.

Su orgulloso abuelo interviene para destacar que fue estudiante de honor “todo el tiempo” mientras estudió en escuela superior y que ahora está en la Sociedad Nacional de Honor de la universidad.

Aún no está clara de qué quiere hacer en el futuro, pero le gusta el negocio internacional.

Cardiovascular de celebración
Ayer personal del CCPRC celebró su decimonoveno aniversario que dedicó a la joven.

“Sin saberlo, a los cinco meses se convirtió en historia del Centro”, manifestó Novoa durante la ceremonia, quien dijo que era símbolo de los más de 9,000 pacientes pediátricos que han atendido desde 1992.

Márquez recordó que hacer esta primera operación en el Centro fue “de mucha importancia porque siempre el primer caso resulta ser preocupante, pone en juicio todo el sistema”, pero “su abuelo quiso que yo la operara”.

“Agradezco que hayas sido la primera paciente en operarse en este Centro y te pido que me perdones por el blemish (cicatriz) que dejé en tu piel”, le dijo el cirujano a Sydney desde la tarima.

El cardiólogo que la atendió en ese momento, Ángel Espinosa, le recalcó que “empezamos contigo y no nos hemos detenido”.

En efecto, el director ejecutivo del Centro, Javier Malavé, destacó que en estos 19 años han demostrado “una trayectoria de crecimiento y fortalecimiento” y que cuenta con “la mejor y más moderna tecnología en el campo de las condiciones cardiovasculares”.

En los últimos dos años, han invertido cerca de $6.5 millones en mejoras permanentes y en adquisición de equipos.

Agregó que el programa de trasplante de corazón inició en 1999 y se han realizado 131 trasplantes.

Malavé aseguró que el Centro sigue creciendo y evolucionando y que celebrarán en grande el año que viene en su 20 aniversario.

El secretario de Salud, Lorenzo González, reconoció los 19 años de logros y consistencia, y agradeció el esfuerzo del personal que ha logrado su éxito.

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