martes, 19 de julio de 2011

Festín sexual con un final funesto

por Maribel Hernández Pérez

El cadáver amordazado y esposado de un hombre, que presuntamente murió asfixiado al colocarle cinta adhesiva desde los ojos hasta la nariz, fue hallado sentado sobre el inodoro de la habitación 522 del hotel La Concha, en el Condado, cubierto con toallas.

Un segundo huésped, que fue localizado amordazado y esposado a la cama, sobrevivió a una fiesta sexual que presuntamente duró varios días.

El terrorífico hallazgo lo hizo una mucama que fue hasta la habitación para llevarles unas piñas coladas que habían ordenado, y se le notificó a la seguridad del hotel.

Según los informes preliminares, hace unos cuatro a cinco días, un hombre identificado como Giovanni Mercado, residente en Ponce, alquiló la habitación, en la cual se quedó junto a otros amigos suyos del área sur y de Cupey, para celebrar actividades en las que llegó a participar hasta un conocido travesti.

El domingo por la noche, Giovanni salió para Piñones con varios amigos y cuando regresaron los demás a la habitación, el conocido travesti presuntamente sostuvo relaciones sexuales con uno de los huéspedes identificado por el nombre de Harry, de unos 20 años, quien era vecino de Cupey, con quien se alega que pernoctó.

A eso de las 11:00 a.m. de ayer, el travesti les indicó que se iba porque Giovanni estaba de camino y, tras conversar en su celular, dijo que pidieran desayuno a través del servicio en la habitación.

Una vez el grupo de unos cinco a seis hombres estaba en el cuarto, comieron y luego pidieron unas piñas coladas, pero Giovanni supuestamente se ideó gastarles una broma a Harry y a Joshua, otro de los huéspedes, para que pasaran un susto.

Tras encañonarlos, los esposaron y los amordazaron, pero cuando le pusieron la cinta adhesiva sobre la nariz a Harry notaron, al rato, que se puso frío porque había dejado de respirar. Allí, lo llevaron hasta el baño, donde se dieron cuenta de que parecía estar moribundo, y lo abandonaron junto a Joshua, quien se quedó esposado en la cama.

El sobreviviente, que fue atendido por paramédicos y era interrogado anoche sobre lo sucedido, sólo fue identificado como Joshua, de alrededor de 20 años, residente de la urbanización Santa Teresita de Ponce, quien trabaja como cantinero en un bar gay en la zona metropolitana.

Del hombre que alquiló la habitación no se tenía rastro, y se hacían gestiones para intentar localizarlo e interrogarlo en torno a la semana desenfrenada que vivieron en la hospedería.

El fiscal Eduardo Rebollo atendió la escena y Olmary Roque, agente de la División de Homicidios, investiga el caso.

La gerencia de La Concha Renaissance Resort por voz de su gerente general, Luis R. Rivera, lamentó el incidente y aseguró que cooperarán con la pesquisa que lleva a cabo la Policía.

“Hemos estado colaborando con todas las autoridades para ayudar a esclarecer el mismo a la mayor brevedad”, sostuvo Rivera, en un parte de prensa.

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