lunes, 6 de junio de 2011

Tanto peligro como en la calle como en las redes sociales

Tanto peligro como en la calle como en las redes sociales
La falta de supervisión a un menor en su tiempo de navegación por la red constituye maltrato, en su modalidad de negligencia.
sábado, 4 de junio de 2011
Arys L. Rodríguez Andino / Primera Hora
El padre o la madre que crea que no tiene consecuencias exponer a sus hijos e hijas menores a los peligros que encierran las redes sociales está equivocado.

La secretaria del Departamento de la Familia, Yanitsia Irizarry, señaló que constituye maltrato, en su modalidad de negligencia, la falta de supervisión a un menor en su tiempo de navegación por la red.

“El que le abra una cuenta (un perfil en alguna red social) a un menor o el que le permita (navegar) sin supervisión adecuada, y eso expone al menor, puede constituir maltrato”, advirtió la Secretaria.

Irizarry comparó la red, literalmente, con las calles del país.

“Lo he dicho y no me canso de decirlo. Los medios electrónicos en manos de adolescentes pueden ser tanto o más peligrosos que un menor caminando solo a altas horas de la noche. Si no lo dejaría caminando solo, no debería permitir manejar redes e Internet sin adecuada supervisión”, indicó.

El riesgo mayor, según la funcionaria, es que se exponen a recibir información que pudiera ser dañina para su desarrollo emocional “y se exponen a estar relacionándose con personas que no representan los mejores intereses de los menores”.

“No sabemos quién está detrás de ese nombre ficticio y la fotografía (de los perfiles en redes sociales) puede no representar el verdadero autor de los mensajes a nuestros hijos. Más vale que lo tomemos en serio. Si no, las consecuencias puede que no sean agradables”, recalcó.

La Secretaria cree posible que con educación y comunicación los menores estén preparados para responder asertivamente en las redes.

“Tienen que existir controles, una supervisión adecuada y saber qué hacen, dónde están. La solución no es privarlos, es educarlos”, recomendó.

Cuando un menor cae en alguno de los múltiples tentáculos de la red, Irizarry entiende que la responsabilidad es del adulto.

“Los adolescentes necesitan la disciplina y la estructura, contrario a lo que los padres piensan. Que haya alguien a cargo en el día a día es una necesidad natural del adolescente. Es necesaria para la crianza y para un buen desarrollo emocional. La disciplina no es castigo físico, son reglas específicas”, aclaró.

Irizarry aseguró que, desde el 2009, Familia empezó a ofrecer talleres para alertar a los padres de las situaciones a las que se exponen sus hijos e hijas en Internet, por lo que “no hay excusas”.

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