Abusador sexual de infante por la libre

Abusador sexual de infante por la libre
Soto Meléndez, de 19 años, a su salida del cuartel de Hato Rey Oeste (al lado), ni siquiera se había preocupado por conocer la condición en la que se encontraba su hija.
(Primera Hora / Gerald López-Cepero)
sábado, 4 de junio de 2011
Maribel Hernández Pérez / Primera Hora
Presa por maltrato… pero del abusador sexual ni rastro.

La madre de la niña de un año y medio sometida a su corta edad a un patrón de abuso sexual y de maltrato durmió anoche en la Cárcel de Mujeres de Vega Alta al no poder prestar una fianza de $100 mil que le impuso la jueza Ladi Buono de Jesús, de la Sala de Investigaciones de San Juan, por dos cargos de maltrato de menores y uno por negligencia.

Sin hacer ninguna expresión y con el rostro denotando encono, Francheska Soto Meléndez, de 19 años, quien se encuentra en su sexto mes de embarazo, salió esposada del tribunal escoltada a distancia por su madre, Mayra Meléndez, y su hermana, Frances Soto, para ser fichada e ingresada a la cárcel.


Su progenitora respondió en tono molesto con la frase “nada que ver” cuando se le solicitó una reacción.

Desde horas de la mañana de ayer, la fiscal Melissa Vázquez, de la Unidad Especializada de Delitos Sexuales y Maltrato de Menores del Departamento de Justicia, esperó por los resultados de la evaluación médica que una ginecóloga pediátrica le practicó a la niña de un año y medio, antes de acusarla.

Soto Meléndez, de 19 años, vecina del residencial Los Laureles de Cupey, quien durmió el jueves en una celda del cuartel de Hato Rey Oeste, ni siquiera se preocupó por conocer la condición en la que se encontraba su hijita.

La teniente Mabel Olivera, directora de la División de Delitos Sexuales y Maltrato de Menores de la Región de San Juan, observó que la mujer ha sido poco cooperadora con la pesquisa que lleva a cabo la agente Marlín Sánchez.

“Mamá es sospechosa de delito. Es lo que tenemos hasta ahora. Todavía no podemos entrar en eso (otro sospechoso), estamos recopilando información, recopilando evidencia. Todavía nos falta recibir la información de los médicos y una vez tengamos la información podemos definir si hay un sospechoso, dos sospechosos”, sostuvo la fiscal Vázquez, al preguntársele si se había identificado al autor del atroz abuso sexual.

Vázquez entrevistó a Rosaura Vázquez, vecina de Soto Meléndez, quien la llevó al hospital Auxilio Mutuo Express de Cupey, el miércoles por la noche, al darse cuenta de que la menor tenía sus partes íntimas moradas, laceradas y con secreciones.

La madre de la menor ha negado que tuviese conocimiento del abuso de su hija y ha señalado a su vecina, quien la cuidaba con frecuencia, como la sospechosa, alegaciones que esta ha negado y que fueron descartadas por su esposo, José Rosario, quien está citado también como testigo de los hechos.

“Lo está haciendo ver así, pero no es así”, respondió parco Rosario al ser abordado saliendo de la fiscalía, donde también fue entrevistado en calidad de testigo.

La fiscal, por su parte, lamentó que este tipo de casos de abuso infantil esté proliferando en el país.

“Por desgracia, en Puerto Rico esto se ve con frecuencia, quizás no con la magnitud… En este país, por desgracia, esto se ve en todas las jurisdicciones”, declaró.

La teniente Olivera afirmó, a su vez, que no tenía dudas de que la niña ha sido maltratada y víctima de negligencia por parte de su madre, de acuerdo con su condición física, con estado en el que se encontraba el hogar y con las declaraciones de los testigos entrevistados.

“Hay maltrato, en ese hogar vivían en unas condiciones infrahumanas, la piel de la niña presenta que esa niña está deshidratada. Mamá no ha querido cooperar. Que no sabe nada, que a su casa no va nadie, no la visita ninguna persona”, manifestó.

Agregó que el jueves la observó “apagada, triste y bien malita”. Sin embargo, ayer estaba en franca mejoría.

Sobre las alegaciones de que la menor fue contagiada por una enfermedad de transmisión sexual, indicó que ese aspecto se encuentra bajo evaluación de la ginecóloga pediátrica.

Del hombre que embarazó a Soto, quien pudiera ser uno de los potenciales sospechosos, sólo se sabe un nombre y un modelo de un auto, ya que la mujer alega que no lo ha visto desde octubre.

“Ella alega que tiene todo el control de la niña, ella alega que a su apartamento nadie va, no la visita nadie, no tiene pareja”, insistió la teniente.

Sin embargo, tampoco ha acusado a nadie por el salvaje ataque sexual contra la menor.

Soto ofreció información imprecisa a la fiscalía en torno a su expediente previo en el DF, que data de octubre del 2010 y que, a pesar de que hubo un referido, no se actuó.

“Ella tiene expediente porque ella alega que ella acude a solicitar los servicios del Departamento de la Familia porque no tenía hogar; el Departamento de la Familia la ayuda y le consiguen el apartamento”, respondió la teniente.