viernes, 6 de mayo de 2011

Trágico festejo cobra dos vidas

Trágico festejo cobra dos vidas
No se pudo establecer la velocidad a la que iban las jóvenes debido a que el indicador del odómetro se partió y se detuvo en las 35 millas.
(Para Primera Hora / Rafael Pichardo)
viernes, 6 de mayo de 2011
Maribel Hernández Pérez y Sara Justicia Doll / Primera Hora
“¡Dios, quítame la vida y dásela a su hija… perdóname!”.



Ése era el ruego de una angustiada madre al ver a la progenitora de Jaymee Lee, la mejor amiga de su hija, Keishla, llorando por su muerte en un accidente de tránsito ocurrido ayer de madrugada.

La tragedia se escenificó en la carretera #165, frente a la Central Termoeléctrica de Palo Seco, en dirección de Toa Baja hacia Cataño, y tuvo el saldo de dos jóvenes muertas: Jaymee Lee Thomas Esquilín y Alba de León Seguro. Keishla de Gracia Bruno, la conductora, resultó herida.

Todas eran amigas. Todas tenían sólo 21 años.

La cuenta regresiva

Keishla, residente de Levittown, salió de trabajar del hotel Condado Plaza, donde es recepcionista en el área de mantenimiento, e invitó a celebrar a su amiga de la infancia, Jaymee Lee, quien se graduaba en estos días. La joven invitó también a su compañera de trabajo, Alba, quien era residente de Barrio Obrero, en Santurce.


Las tres amigas compartieron primero en un juego de baloncesto. Luego, visitaron un pub de Levittown.

A la 1:30 de la madrugada ya regresaban, pero el destino les había trazado una tragedia. Keishla perdió el control del volante y chocó contra un poste frente a la entrada a la central. Y así, fugazmente, se apagaron dos vidas.

“(Keishla) impactó con la parte lateral derecha a un poste de cemento de la AEE. El impacto es de una magnitud alta, casi toda la parte del frente del auto fue impactada. La pasajera (Jaymee Lee) sale expulsada del auto. Sí estaba amarrada con el cinturón, pero parece que el cinturón parte debido al cantazo”, detalló el agente Ángel Sosa Nieves, adscrito a la División de Patrullas de Carreteras de Bayamón.

Alba quedó pillada dentro de la carrocería y su rostro fue destrozado tras el impacto.


El exceso de velocidad fue el factor clave que ocasionó el accidente de tránsito, según la pesquisa. Pero ayer no se pudo establecer la velocidad a la que iban debido a que el indicador del odómetro se partió y se detuvo en las 35 millas.

Mientras era transportada hacia el hospital, Keishla gritaba pidiendo que le dijeran si Jaymee Lee, su mejor amiga, estaba muerta. Pero hasta media mañana de ayer, los médicos no habían autorizado a la familia a darle la desgarradora noticia.

A pesar de que Keishla expelía olor a licor, las autoridades aún no pueden determinar si había ingerido bebidas embriagantes hasta que las pruebas de sangre estén listas.

“El alcohol está por determinarse tan pronto salgan los resultados de la prueba de sangre”, dijo el director del Negociado de Patrullas de Carreteras, Miguel Rosado.

Familias devastadas

Las familias de Jaymee Lee y Alba identificaron los restos de las jóvenes en el Instituto de Ciencias Forenses ayer al mediodía. Había mucho dolor, pero aun así sacaron fuerzas para contar con mucho orgullo cuán buenas chicas eran.

“A ella le gustaba compartir, era líder. Desde pequeña le enseñé a luchar por las cosas y ser bien independiente. Era bien popular”, dijo James Thomas sobre su hija, Jaymee Lee.

Ella debía terminar este mes sus estudios en trabajo social de la Universidad Interamericana. Le gustaba viajar y ahorraba para poder hacerlo, como le enseñaron sus padres.

Thomas no dejaba de decir que Jaymee Lee dejó un vacío muy grande, en particular a su hermanita paterna, de cinco añitos, quien manifestó que “quería darle un beso antes de que se fuese al cielo”.

La madre de Jaymee Lee, Marilyn Esquilín, así como la madre de Keishla, trabajan en el Municipio de Toa Baja.

“Nos conocemos de toda la vida y ellas eran amiguitas desde pequeñitas”, dijo.

Cirilo de León, el padre de Alba, quien estudiaba terapia respiratoria en la Universidad Metropolitana en Cupey, estaba en estado de shock.

“Yo siempre veo las noticias en la mañana, para precisamente ver si mi hija estaba en la calle, y le pasó algo. Me llamó la atención el accidente en Palo Seco, pero jamás pensé que era ella”, dijo el angustiado padre.

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