jueves, 28 de abril de 2011

Trágico fin de encuentro sexual

Trágico fin de encuentro sexual
jueves, 28 de abril de 2011
Wilma Maldonado Arrigoitía / Primera Hora
Lo que comenzó como un encuentro sexual entre dos hombres en la playa de Camuy terminó ayer en desgracia cuando uno de ellos confesó haber matado al otro cuando presuntamente no recibió el pago prometido por el favor sexual.



Ezequiel Crespo Hernández murió presuntamente estrangulado con una correa como aparente castigo que le propinó Joel Pérez Hernández cuando no recibió los $40 que alega le prometió su víctima por tener relaciones anales y orales.

El hatillano, Pérez Hernández, cumplió años el martes y como a las 5:00 de la tarde salió de su casa rumbo al centro urbano de Camuy, indicó el director general de Investigaciones Criminales, Humberto Angleró.

En el casco urbano conoció a Crespo Hernández, de 20 años de edad, mantuvieron una conversación y supuestamente surgió el acuerdo de mantener relaciones sexuales. Los dos hombres se fueron a una apartada área en la playa, justo en la desembocadura del río Camuy.

“Tienen relaciones. Después de eso se meten a la playa y cuando salen surge un desacuerdo”, señaló el capitán Angleró.


La diferencia al parecer fue por el dinero prometido que no apareció.

Pérez Hernández presuntamente confesó los hechos, primero a su madre, quien alertó a la Policía, y luego a los investigadores.

La jueza Dinorath Rosario encontró causa para el arresto de Pérez Hernández por el delito de asesinato y le impuso una fianza de $1 millón. Al no ser prestada, el imputado fue ingresado a la cárcel Guerrero, en Aguadilla. La vista preliminar quedó señalada para el 11 de mayo.

Pérez Hernández tiene antecedentes penales por escalamiento, robo y apropiación. Además tenía problemas de adicción.

Mientras, la familia de la víctima estaba ayer sorprendida por el desenlace del joven, quien era un personaje conocido en el municipio de Camuy porque acostumbraba a pasear por las calles del centro urbano, donde era conocido por muchos residentes.

“Mi sobrino era bien conocido y bien querido en el pueblo de Camuy. Jamás nos imaginamos una muerte así”, dijo Carmen Hernández, tía del joven asesinado.

Hernández señaló que su hermana, madre de la víctima, estaba desconsolada por la muerte del más pequeño de sus hijos.

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