miércoles, 27 de abril de 2011

Claman por castigo para el asesino de Aida

Claman por castigo para el asesino de Aida
Los que arribaron al campo santo lloraban y tomaban cerveza para tratar de olvidar la rabia y el dolor de haber perdido a Aida Cruz.
miércoles, 27 de abril de 2011
Istra Pacheco / Primera Hora

Humacao.- Un centenar de personas se despidieron ayer en el cementerio municipal de Humacao -al ritmo de bachata- de Aida Cruz, la más reciente víctima de violencia doméstica.



El cuerpo de Cruz salió de la funeraria Toñito Flores, también en Humacao, en un coche fúnebre blanco precedido de una camioneta con gigantescos altoparlantes por los cuales sonaban las canciones que le gustaban a ella.

Pero, en lugar de ir directo al cementerio, el coche y la camioneta dieron una vuelta por su casa y por un negocio que ella solía visitar, ambos en el sector Punta Santiago.

Ese último paseo se prolongó por unas dos horas.

Cuando finalmente arribaron al campo santo, sus familiares, muchos de los cuales vestían una camiseta con un mensaje, la foto de Aida y una imagen de su cerveza favorita, lloraban y alzaban sus propias botellas, en un esfuerzo por recordar su alegría de vivir y tratar de olvidar la rabia y el dolor de haberla perdido a manos de su pareja consensual, Hipólito Sevilla Sevilla, de 63 años, quien la asesinó el sábado pasado.


En medio de la breve ceremonia, sus hijas Maribeth, de 19 años, y Wilnalish, de 17, así como sus sobrinas y otros allegados, hicieron una pausa para bailar en su honor al lado del féretro la canción favorita de Aida, Hoy la vi pasar.

Una de ellas tenía planificado hablar, pero la emoción la embargó y tuvo que ser cargada por primos y tíos a un lado del área de la capilla.

Moraima Ortiz, supervisora de la Clínica de Niños y Adolescentes de Río Piedras, donde Cruz laboró por unos 20 años antes de su muerte, dijo en el cementerio que todos sus compañeros de trabajo estaban consternados.

“Esto no debería haber pasado. Nosotros estamos en la mejor disposición de compartir con ustedes y de ayudarlos en lo que necesiten. Estamos bastante afectados por la situación”, dijo Ortiz atacada por el llanto. “Aida se nos va, pero se queda su alegría”, agregó.

El pastor Samuel Carrasquillo, de una pequeña iglesia evangélica de Humacao, dirigió un corto mensaje de que Dios les brindaría a los familiares la fortaleza y la fe para continuar adelante a pesar del dolor.

El líder religioso destacó que en Puerto Rico, tal y como se predice en la Biblia, “la sangre y la violencia” están arropando al país, pero enfatizó que “Jesucristo es la roca” en la cual todos se deben apoyar para tener una mejor vida.

Luego, bajo una leve llovizna, los restos de Cruz fueron sepultados mientras algunos de los asistentes comentaban por lo bajo que ella nunca hizo caso del consejo de que dejara a su pareja.

Y es que, según ha trascendido, Sevilla Sevilla amenazó a Cruz en varias ocasiones. En uno de los espisodios previos más violentos que vivieron, el hombre, quien trabajaba como guardia de seguridad, corrió a Cruz con una pistola, que luego le fue confiscada.

Sin embargo, una semana después, ella retiró la denuncia y volvió a su lado.

El sábado la pareja discutió a bordo de la camioneta en la que viajaban, y en la urbanización Villa Alegre de Gurabo el hombre la apuñaló y la degolló.

La sobrina de la víctima, que se llama igualmente Aida Cruz, dijo que su familia esperaba con ansias la vista preliminar contra Sevilla Sevilla pautada para el 10 de mayo.

“Ese día vamos a ir todos, todos nosotros para allá y yo no sé si vamos a poder controlarnos. Yo no sé si yo voy a poder”, expresó.

“Si un hijo de él estuviera pasando por esto, quizás no lo hubiera hecho, pero lo hizo porque no tiene escrúpulos, no sirve. Él es una porquería. Es como la manzana podrida de entre todas las manzanas”, declaró la sobrina.

“Él la va a pagar con el Señor ahora”, dijo, por su parte, el padre de Aida al terminar el acto mientras se llevaba una mano al pecho en señal de dolor.

Un primo hermano que no se quiso identificar manifestó que ella “no merecía morir de esa forma tan brutal, porque ella era un ser humano como todos, ella no era un perro pa que ese tipo le hiciera eso”, indicó.

Aida Cruz es la decimosexta mujer asesinada por violencia doméstica en lo que va de año.

Sevilla Sevilla, pareja consesual de Cruz, le habría confesado a su hijo que la asesinó. El hombre está preso en la Cárcel Regional de Bayamón al no poder prestar la fianza de $1.3 millones que le impuso la jueza María de Lourdes Camarero del Tribunal de San Juan.

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