jueves, 7 de abril de 2011

Narcos le vuelan monitores a Policía

jueves, 7 de abril de 2011
Maribel Hernández Pérez / Primera Hora
El estruendo del estallido fue tan fuerte que los vecinos del residencial Ernesto Ramos Antonini pensaron que estaban siendo sacudidos por un terremoto, porque hasta las luces de sus apartamentos parpadearon por unos segundos.



El fuego, humo y la confusión fueron el escenario el martes a eso de las 11:15 p.m. cuando un incendio intencional se produjo en el cuarto de monitores donde se encontraba el equipo de grabación de las cámaras de seguridad operadas por la Policía estatal en el residencial Ernesto Ramos Antonini, en Río Piedras, que dejó pérdidas que sobrepasan los $600 mil.

Los vándalos se aproximaron por la parte posterior de la estructura para lograr acceso al interior, pero antes se aseguraron de tapar los lentes de las cámaras con pintura negra en aerosol, luego removieron una unidad de acondicionador de de aire la ventana para entrar, se observaron al menos dos mozalbetes, pero se sospecha que pudieron participar cuatro personas.

Explosión en centro de vigilancia electrónica del residencial Ernesto Ramos Antonini Personal de la División de Investigación de Incendios de la Oficina del Fire Mashall del Cuerpo de Bomberos junto con la División de Explosivos de la Policía y la Agencia Federal de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF, por sus siglas en inglés) se hicieron cargo del análisis de la evidencia de la escena, que se extendió durante unas 18 horas.

“Del análisis de la escena se desprende que hubo un evento de explosión que fue de carácter criminal y de que al momento del personal realizar el proceso de la extinción del fuego se pudieron percatar de que habían forzado una ventana y se puede precisar que hay presencia de acelerantes. Hasta el momento, la investigación continúa”, declaró el inspector de incendios Miguel Cartagena.

La jurisdicción de la pesquisa fue asumida totalmente por el personal de ATF, que trabajó junto al Cuerpo de Bomberos, la División de Explosivos de la Policía Estatal y de la División de Servicios Técnicos del CIC de San Juan.

“A consecuencia de la acumulación de gases de sustancias acelerantes y al haber habido una fuente de ignición se desarrolla esta explosión en donde las áreas blandas o las áreas débiles de la estructura fueron afectadas por la misma. Esto se desarrolló en el interior de un cuarto donde había equipos para cámaras de seguridad”, agregó Cartagena.

A pesar de que la mayoría de los vecinos del residencial fueron alertados de la explosión, ha sido escasa la cooperación que se ha recibido.

Confidencias que se investigan apuntan a que quien controla los puntos de drogas del residencial, apodado “Chino”, ordenó a sus subalternos que incendiaran el lugar.

Sin embargo, era de conocimiento general, de acuerdo con los comentarios que surgieron en el lugar, que las cámaras de seguridad no eran vigiladas y que solo permanecía el cuarto cerrado sin supervisión.

El comandante Orlando Meléndez, director de la Rama Investigativa de la región de San Juan, indicó que se estimaron daños al equipo por $159,330 y a la estructura, que pertenece al Departamento de la Vivienda, ascendentes a los $500 mil.

“Éste es el centro de monitoreo de este residencial, donde está el servidor de las cámaras que dan vigilancia al residencial y presumimos que tiene que ser para evitar la vigilancia a los puntos de droga”, dijo Meléndez.

El oficial declaró que a pesar del incendio, no se afectó el sistema de seguridad en su totalidad.

“No lograron el propósito. Hay varias inservibles, pero tenemos varias más operando”, agregó Meléndez.

El director de la División de Explosivos y de Seguridad Pública de la Policía, capitán Wilson Lebrón Otaño, indicó de manera preliminar que la explosión no fue ocasionada por un artefacto explosivo, sino que se utilizó gasolina, pero como en el cuarto había una máquina de aire que genera calor, se comenzaron a generar gases y al acumularse e iniciarse el fuego el estallido fue mayor.

“Preliminarmente no se puede decir que hubo un artefacto explosivo”, aclaró Lebrón.

Agregó que a menos de que se haya utilizado algún mecanismo para retrasar la detonación, la persona que lo ocasionó pudo haber recibido alguna lesión relacionada con la explosión.

Sin embargo, los investigadores visitaron varias salas de emergencia del área y no localizaron a nadie sospechoso recibiendo atención médica.

Meléndez, dejó abierta la posibilidad a que las imágenes de los vándalos fueran captadas.

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