jueves, 7 de abril de 2011

A juicio por matar a su esposa pegándole fuego

jueves, 7 de abril de 2011
Istra Pacheco / Primera Hora
“Yo lo que quiero es que se pudra en la cárcel”.



Así de claro es el deseo de Suellen López Piñero, hija de Helen Piñero González, cuyo padrastro roció a su madre con gasolina y le prendió fuego, provocándole la muerte una semana después.

“Cuando yo sepa que se va a podrir ahí adentro es que yo voy a estar por fin tranquila”, declaró ayer la joven de 18 años cuando supo que la jueza Ada López Santiago determinó causa para juicio contra el perpetrador, Ismael Pérez Díaz, por los cargos de asesinato en primer grado y Ley de Explosivos.

Sin embargo, el hombre no tendrá que encarar un cargo adicional por violencia doméstica en contra de su fallecida esposa, ya que la jueza entendió que no había un patrón de abuso psicológico, contrario a lo que planteó el Ministerio Público.

La fiscal Nívea Echevarría no descartó ir en alzada para que se reconsidere esa decisión, lo que dijo que evaluaría junto con el fiscal de distrito.


La lectura de acusación en contra del imputado se fijó para el 28 de abril y el juicio se pautó para empezar el 17 de mayo.

Los hechos se remontan al 20 de junio del año pasado, luego del baby shower ante el próximo alumbramiento de la hija de Piñero González.

Esa noche el marido de Helen comenzó a reclamarle, supuestamente por celos, ya que durante la celebración estuvo hablando con su ex esposo.

La discusión se salió de control y el hombre buscó gasolina, se la roció encima y le prendió fuego.

La abogada defensora, Nélida Negrón, intentó demostrar que se trató de un “ asesinato atenuado” porque sucedió en medio de un “acto de irreflexión, de ceguera”, sin premeditación, pero la jueza declaró irónica que si buscar un envase con gasolina y algo con qué prender la sustancia “no es premeditación, ciertamente, no sé entonces lo que es”. Acto seguido, reiteró que la acusación se sostenía como asesinato en primer grado.

El patólogo forense Javier Serrano Serrano dijo previo a la decisión que, al momento de hacerle la autopsia, el cuerpo de Helen presentaba quemaduras en el 40% de su cuerpo, algunas de ellas de tercer grado, que es cuando la piel está tan dañada que los músculos quedan expuestos.

Esas quemaduras le provocaron una infección que se alojó en los pulmones y se los agrandó de 350 gramos -el peso en condiciones normales- a 880 gramos el pulmón izquierdo y 1,300 gramos el derecho.

Al conocer la determinación, la hija, que esperaba fuera de la sala con parte de su familia, dijo que tenía sentimientos encontrados y relató a Primera Hora lo que nunca le preguntaron durante la vista preliminar.

“Claro que eso era un patrón de violencia doméstica. Si el 7 de junio, frente a mi hermano, él (Ismael Rivera) le dio una bofetá”, contó indignada.

“Una vez la empujó por las escaleras... pero ella no dijo nada... ”, indicó.

“Ella le dijo (a la suegra): ‘a la tercera no le voy a dar más oportunidad’ y a la tercera fue que le hizo esto”, dijo hablando a borbotones.

La madre de Helen relató que, después de la trágica muerte de su hija, se enteró de que Rivera también maltrató a sus antiguas parejas: supuestamente a una la quemó con agua caliente y a la otra la golpeó con tanta fuerza que le provocó un aborto.

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