El acoso no se ignora

13 Febrero 2011

El acoso no se ignora
Los padres deben ofrecer a sus hijos confianza para expresarse y enfrentar las situaciones difíciles


/ end.croldan@elnuevodia.com

Por Camile Roldán SotoA un compañero de clase de tu hijo se le ocurre circular su foto por internet a decenas de otros estudiantes acompañada de un mensaje burlón o desagradable. Él llega a casa y te lo cuenta. ¿Cómo reaccionarías?

Si restas importancia al asunto o simplemente le aconsejas que ignore el hecho, estás cometiendo un error. Así lo afirma Rosalind Wiseman, reconocida experta en niños, adolescentes, liderazgo ético y acoso escolar.

Aunque un escenario como el antes descrito puede abordarse de distintas formas dependiendo de factores como la personalidad del niño y el entorno escolar, Wiseman recomienda siempre responder con tres afirmaciones.

“Los padres deben decirle a sus hijos tres cosas: lamento que esto te haya pasado, gracias por contármelo y juntos vamos a enfrentar lo ocurrido”, explica la también autora del libro ‘Queen Bees and Wannabees’ en el cual se basó la película ‘Mean Girls’.

Wiseman señala que luego de reconocer el problema del niño y asegurarle apoyo, usualmente es preciso tomar otras acciones. A veces puede bastar una conversación con la dirección de la escuela. En otras situaciones, hará falta más.

Lo importante es que los padres tengan claro que usualmente cuando sus hijos les cuentan que algo desagradable les ha pasado en la escuela es porque llevan soportando una situación difícil durante algún tiempo. Entonces, pretender que lo ocurrido “es cosa de niños” o que se resolverá sin más, suele ser una mala decisión ya que comúnmente los eventos de acoso no son aislados sino que persisten, poniendo al niño en una situación muy incómoda.

Una vez se establece la conversación con el chico o la chica es útil ayudarlos a identificar qué específicamente les hace sentir mal y por qué. Es necesario reafirmarles que tienen derecho a ser tratados con respeto y dignidad.

Respecto a la conducta del abusador, Wiseman sostiene que usualmente piensan que están actuando con normalidad. En ocasiones, son niños que se sienten muy especiales y esa distinción marcada del resto puede llevarles a pensar erróneamente que tienen derecho a hacer lo quieran sin ser reprendidos. Los abusadores están en todos los ambientes sociales, desde las clases más bajas hasta las más altas.

“Muchas veces, la forma en la que la gente se ve esconde lo que realmente pasa en el hogar”, indica la experta, quien aconseja siempre sacar un rato del día para conversar con los hijos sobre cómo transcurrió su día y ofrecerles la apertura para que sientan la confianza de contarles lo que les pasa.

Igualmente, los padres deben demostrar a sus hijos que practican un trato respetuoso y digno hacia sus semejantes, sin importar clase sociale, profesión o étnia.


Nuevas formas de herir

El auge de la tecnología ha redundado en la práctica de acoso cibernético. Ejemplos de esta práctica son el envío de mensajes o fotos por internet y teléfono celular, con el agravante de que en estos casos la molestia se extiende mucho más allá del horario escolar. Por eso es importante que los mayores estén constantemente informándose sobre las formas en las que sus hijos utilizan las redes sociales y demás medios de comunicación.

Al respecto Wiseman apunta que si algo ha aprendido del acoso en sus 17 años de experiencia es que “lamentablemente, la tecnología nos enseña que las formas en la gente se decide a herir a otros siempre están cambiando”.

Con el fin de orientar a padres y maestros sobre formas efectivas para manejar el acoso entre estudiantes Wiseman celebrará en Puerto Rico por invitación de Baldwin School la conferencia “El acoso y la construcción de una cultura de respeto” en el Centro de Convenciones del Sheraton Hotel y Casino. El evento, a celebrarse mañana, de 6:30 a 8:30 p.m., tiene cupo limitado para el público y no se venderán boletos en la entrada. Para información comunícate al (787)720-2421 extensiones 250 ó 245.

Consejos a los padres



1. Establecer un ambiente de diálogo con tus hijos desde la niñez es crucial. Practica a diario el arte de la conversación. Pregúntales cómo les fue el día y estimula que te cuenten sobre lo que hicieron.

2. Si tu hijo comparte algún problema contigo evita cortar la comunicación con un regaño. Mejor permite que hable.

3. Involúcrate en las actividades de tus hijos y en su comunidad escolar. Participa de cumpleaños y otros eventos que te permitan observar y conocer el ambiente en el cual se desenvuelven.