jueves, 9 de diciembre de 2010

Hallan culpables a dos ex policias de proteger a narcos

09 Diciembre 2010

Hallan culpables a dos ex policias de proteger a narcos
El jurado deliberó solamente 20 minutos



En el operativo federal fueron detenidas 133 personas, 89 de ellas agentes del orden público. (Archivo / Ángel M. Rivera)Por Limarys Suárez Torres / lsuarez1@elnuevodia.com

A pesar de que el juez federal José A. Fusté instruyó al jurado a que emitiera un veredicto de no culpabilidad si entendía que el Negociado Federal de Investigaciones (FBI) había entrampado a los policías que prestaron vigilancia a transacciones de drogas, dos agentes municipales de San Juan abandonaron ayer el tribunal con el sello de culpables.

Los ahora ex policías Raquel Delgado y Ángel Rivera Claudio fueron los primeros dos oficiales de ley y orden -del grupo de 89 detenidos el 6 de octubre- en ir a juicio. El jurado dictaminó que fueron culpables de ofrecer seguridad con sus armas de reglamento en la compra y venta de más de cinco kilos de cocaína.

“¡Mis hijos, Dios mío, mis hijos! ¡Ay Dios mío, mis hijos!”, exclamó entre fuertes sollozos Delgado tras escuchar el veredicto.

En tanto, Rivera Claudio bajó su rostro, puso sus manos en sus ojos, su cuerpo se dobló de angustia y lloró profundamente, al igual que varios familiares que se encontraban en la sala de Fusté.

Al jurado sólo le tomó 20 minutos deliberar y dictaminar que ambos ex policías fueron hasta una villa en Dorado y velaron específicamente que siete kilos de cocaína fueran vendidos de forma segura.

Fusté pautó de inmediato la vista de sentencia contra ambos convictos para el 18 de marzo a las 9:30 a.m. y ordenó que permanezcan en prisión en espera de la sentencia. Estos se exponen a un mínimo de 15 años de prisión.

Ayer, Delgado se sentó en la silla de los testigos y le explicó al jurado que aunque ella reconocía que había cometido un error al prestar seguridad en un acto ilegal con su arma de reglamento lo hizo porque fue engañada y seducida por el agente encubierto.

La ex agente aseguró haber tenido relaciones sexuales esporádicas con el agente encubierto, al que dijo conocer hace más de 20 años, y sostuvo que fue hasta la villa de Dorado ante la insistencia durante más de un mes de la persona en que ella confiaba.

Indicó que su amigo -el agente encubierto- le dijo el día de la transacción que en el apartamento de al lado estaban unos sicarios y que ella debía actuar de forma natural.

“Estoy arrepentida porque mi consciencia está manchada. Jamás lo hubiese hecho. Me siento mal porque estoy aquí aceptando que sí estuve ahí, no lo estoy negando, pero estoy dando las razones por las que estuve allí”, dijo Delgado.

Durante el juicio, que inició el lunes, el agente encubierto negó haber sostenido relaciones sexuales con Delgado -contrario a lo que ella señaló ayer- y el ex esposo de la ex policía indicó que su matrimonio fracasó porque ella lo traicionó con una mujer sargento.

De otra parte, la fiscal federal Jacqueline Novas, quien estuvo a cargo del caso junto al fiscal Courtney Coker, dijo al jurado en sus argumentos de cierre que debían emitir un veredicto de culpabilidad porque sólo les tomó $2,000 a cada uno vender su parcho de integridad como agente de ley y orden.

La fiscal Novas repasó las distintas conversaciones telefónicas que tuvo Delgado con el agente encubierto, en las que acordaron el pago que recibiría por sus servicios y que la seguridad se trataba para la venta de unos kilos de cocaína.

“Se dice que una foto es mejor que mil palabras, pero un vídeo no tiene precio. Escucharon a Raquel admitir lo que hizo y luego sus excusas de amistad, confianza, sexo esporádico y su situación financiera. ¿Acaso eso es una justificación para una conducta ilegal?, señaló.

Mientras, Luis “Wichie” Rivera, representante legal de Delgado y Ramón Garay, abogado de Rivera Claudio, le expresaron al jurado que el caso en contra de los policías se trató de un teatro montado por el FBI, en el que engañó a personas inocentes y las indujo a cometer actos delictivos.

“El Gobierno ha hecho un entrampamiento y eso significa convencer a una persona inocente a cometer un delito. Eso es injusto, eso no es jugar limpio. En este caso tenemos una buena amistad con el agente encubierto, que no se supone que tenga sexo con una investigada, y eso pasó en el 2001, 2005, 2007 y 2009, antes y después de la transacción. ¿Esa es la conducta que se espera de un agente encubierto?”, declaró Rivera.

Ambos letrados clamaron por un veredicto de no culpabilidad.

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