sábado, 6 de noviembre de 2010

Sin tregua el infierno para los haitianos

06 Noviembre 2010

Por Gotson Pierre / Agencia EFE

Puerto Príncipe - Cinco personas murieron, dos desaparecieron y seis resultaron heridas en Haití a causa del huracán Tomás, que avanza hacia Bahamas tras arrojar torrenciales aguaceros en el territorio haitiano y la República Dominicana, informaron anoche las autoridades de Protección Civil local.

La directora de la Protección Civil de Haití, Alta Jean Baptiste, dijo en una rueda de prensa que una persona murió en el sureste, dos en el sur e igual cantidad en el suroeste.

Por su lado, el presidente del país, René Préval, anunció que hoy se trasladará a la región sur, en especial a su principal ciudad, Cayes, para supervisar las operaciones de asistencia.

El huracán Tomás inundó ayer numerosas localidades del sur de Haití, donde se desataron escenas de pánico por la subida del mar y la crecida de ríos.

Préval, llamó a la población a extremar las precauciones, en especial a los pobladores del norte del país, para evitar mayores daños, al tiempo que se mostró satisfecho del balance registrado hasta ahora.

“Desplácense, por favor. Vayan a los albergues, tal como hicieron los habitantes del sur”, dijo temprano el mandatario dirigiéndose en particular a los habitantes de barrios costeros.

Préval vinculó el paso del huracán con la epidemia de cólera que vive el país, que ha causado ya 442 muertos, y pidió a los haitianos que extremen las medidas de higiene para evitar una mayor propagación de la enfermedad.

“Si no estamos atentos, la epidemia puede extenderse a causa de las inundaciones”, aseveró.

Los principales problemas derivados del paso de Tomás se produjeron en Grand Anse y en Nippes, dos departamentos situados en el extremo suroeste del país, donde existen dificultades para circular debido al desbordamiento de ríos.

En Grand Anse, los equipos de Protección Civil no pueden desplazarse para cuantificar los daños, explicó en conferencia de prensa la responsable de este organismo, Yolene Surena.

En la islas Cayemites, pertenecientes a este departamento y situadas frente a sus costas, se produjeron escenas de pánico entre sus habitantes ante el aumento del nivel del mar, agregó.

Mientras, en Jeremie, la capital del departamento, el mar se adentró en algunos barrios e inundó carreteras agrícolas, algo parecido a lo ocurrido en Anse Hainault, cuyo alcalde, Georges Simon, alertó del peligro que corren sus cerca de 20,000 habitantes.

Testimonios recabados en Baradres (Nippes) dieron cuenta del paso de animales arrastrados por la crecida de ríos, mientras que en Tiburón y en Camp Perrin las carreteras quedaron cortadas y era imposible enviar equipos de trabajo.

La zona del sureste, algo más alejada del ojo del huracán, quedó bajo control, según Surena, aunque la capital, Jacmel, también resultó inundada, al igual que otras localidades, y fue necesario llevar a cabo evacuaciones preventivas.

Otra de las zonas más afectadas por las lluvias fue el departamento Oeste, donde se evacuó a gran parte de la población de Leogane.

Las autoridades mostraron también inquietud por la población de Fond de Verettes (al este de Puerto Príncipe), localidad que quedó casi destruida por completo en anteriores inundaciones, por lo que gran parte de sus habitantes fueron también evacuados.

En una conferencia de prensa sin preguntas, Surena reveló que 250 personas fueron desalojadas en medio del nerviosismo en la localidad de Sainte Suzanne, en el norte del país, donde comenzaron a registrarse “lluvias significativas”. Surena no informó sobre la situación de los desplazados a causa del terremoto de enero, miles de ellos evacuados en las últimas horas de los campamentos donde viven.

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