lunes, 1 de noviembre de 2010

Rezagado el reciclaje

Rezagado el reciclaje
La materia prima acaba en los vertederos. Vídeos y fotogalería

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El Municipio de Guaynabo cuenta con un exitoso programa de reciclaje, que impacta unas 36,000 unidades de vivienda. (El Nuevo Día / CARLOS GIUSTI)Por Gerardo E. Alvarado León / galvarado@elnuevodia.com

El 40% de los residuos que llegan a los 29 vertederos del País es material potencialmente reciclable, admitió el director de la Autoridad de Desperdicios Sólidos (ADS), Elí Díaz Atienza.

En lugar de ser separados en su punto de origen o llevados a un centro de acopio, miles de libras de papel, vidrio, aluminio, plástico y cartón, entre otros materiales, acaban en zafacones, aumentado la contaminación y reduciendo la vida útil de los vertederos.

Este hecho, en opinión de Díaz Atienza, explica por qué la tasa nacional de reciclaje sólo alcanza un 11.3%, pese a que la Ley 70 de 1992 dispone que debe ser 35%. El estatuto obliga a los municipios a implantar planes de reciclaje, ya sea con centros de acopio o con un programa de recogido casa a casa.

“Los centros de acopio son los más típicos porque son menos costosos para los municipios, pero su problemática es que facilitan la contaminación dañando los materiales reciclabes. Además, tienen mala fiscalización”, dijo.

En cambio, agregó Díaz Atienza, el recogido casa a casa, aunque es más costoso para los municipios, controla la contaminación de los materiales, lo que los vuelve más valiosos en el mercado para hacer productos nuevos. “Este método también incluye un elemento de educación real al dividir los materiales en cada residencia”, sostuvo.

¿Y qué ocurre con estos materiales reciclables una vez son recogidos? ¿A dónde son llevados? Algunos pueblos, como Guaynabo y Carolina, tienen lo que se conoce como instalaciones de recuperación de material (MRF), que hacen la separación mecánicamente.

Existen dos tipos de MRF, explicó Díaz Atienza. A los “clean MRF” llega únicamente material reciclabe, donde se divide y compacta para venderlo a industrias de reciclaje. Mientras, a los “dirty MRF” llega toda la basura que se recoge en los municipios y manualmente se recuperan los materiales reciclables. El resto de los desperdicios se compacta y deposita en vertederos.

Aunque pocas, en la Isla existen industrias que completan el ciclo de reciclaje. Por ejemplo, se hacen productos de jardinería con neumáticos; composta y viruta con material vegetativo; y bandejas para pintura, tiestos y recogedores con plástico. En cambio, la fibra (papel y cartón), el aluminio y los metales son empacados aquí y exportados ante la ausencia de mercados.

La situación con el vidrio es más compleja. Según Díaz Atienza, la poca demanda del material se complicó tras la salida en 2007 de Owen Illinois, la única empresa que lo trabajaba.

Modelos exitosos

Hace siete años el Municipio de Guaynabo cuenta con un exitoso programa de reciclaje, que impacta unas 36,000 unidades de vivienda y está respaldado por una ordenanza que obliga a todos sus residentes a patrocinarlo. Quienes no lo hagan pueden ser multados hasta por $1,000. El recogido se realiza una vez a la semana casa a casa.

Milton López, director de Reciclaje y Ornato del Municipio, indicó que el material recuperado es llevado a una planta de reciclaje, en la que opera un “clean MRF”. El año pasado, la venta de los materiales que aquí se dividen y compactan representó ingresos de $1.8 millones. Del millón de libras de materiales que llegan al mes, el 95% se vende. El vidrio es el que menos sale.

En la planta el movimiento es constante. Una flota de 24 camiones deposita los materiales fuera de la instalación, donde son atrapados por un “gancho” que los lleva hasta una correa. Luego, entran a una máquina que los segrega empleando aire y vibración. Una veintena de trabajadores de rápidas manos los clasifican en diversos contenedores, de donde son llevados a la máquina de compactación.

En el Municipio de Carolina la dinámica es muy parecida, excepto que su planta de reciclaje opera, además, con un “dirty MRF”, indicó la directora de Manejo y Disposición de Desperdicios Sólidos, Delia Muñiz.

El Municipio tiene contenedores en su sistema de relleno sanitario y recoge materiales reciclables casa a casa cada dos semanas. El programa también impacta unas 36,000 viviendas.

Muñiz precisó que en lo que va de año en la planta de reciclaje se han procesado unas 6,183,260 libras de materiales, lo que representa ingresos para el Municipio de $474,747.03.

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