Adultos desde los 18 ó desde los 21?

Adultos desde los 18 ó desde los 21?
Un nuevo proyecto de ley pretende rebajar por tres años la edad para que los jóvenes puedan regirse por su cuenta. Mira el vídeo

Vídeo: Menores se emancipan
(FOTOS / Especial / Dennis M. Rivera Pichardo )Por Yaritza Santiago Caraballo / end.ysantiago1@elnuevodia.com

El año pasado, tras perder su auto en un accidente, Julianni Lacoronte descubrió la parte inconveniente de no ser mayor de edad.

La muchacha necesitaba otro carro para trabajar y estudiar. Pero sus padres no podían asumir una nueva cuenta. Y la joven sólo tenía 20 años, lo cual le impedía obtener un préstamo.

Así que Julianni optó por la emancipación: el recurso jurídico que libera a un hijo de la patria potestad de sus padres, ampliando su capacidad como mayor de edad.

“No tenía otra solución. No podía sacar un carro a nombre de mis padres. Me acordé de una amiga que se había emancipado y notifiqué esa alternativa a mis padres”, sostuvo la recepcionista, ahora de 21 años, que labora y estudia a tiempo completo.

El Código Civil de Puerto Rico dispone que la mayoría de edad se alcanza a los 21 años.

En otros países, la mayoría de edad llega antes. En casi todos los estados estadounidenses es a los 18; en Albania a los 14; y en Irak, a los 15.

En Puerto Rico, ser menor de edad no libera de grandes responsabilidades. A los 18 años, los jóvenes pueden votar en las elecciones, beber alcohol, fumar e ir a la guerra. Y desde los 16 años, están autorizados a conducir vehículos.

Pero, un menor de 21 años no puede obtener tarjetas de crédito, préstamos, casarse, comprar un auto o celular, ni recibir tratamiento médico, sin el consentimiento de sus padres o tutores.

Panorama confuso

La Legislatura evalúa un proyecto de ley que busca establecer la mayoría de edad a los 18 años. El proyecto 2772, del representante Rolando Crespo, autorizaría al joven de 18 años a regir su persona y sus bienes y eliminaría del Código la emancipación. Enmendaría la Carta de los Derechos del Niño.

“Cada día son más los jóvenes que emprenden el desarrollo de su persona a temprana edad con el sueño de independizarse personal y económicamente”, expone el legislador en la medida. De aprobarse la medida, los padres no tendrían que responder por los daños que un joven de 18 a 20 años causen a otra persona, ni dar permiso para que establezcan un negocio, o responder por demandas ante la Corte. El joven sería responsable de eso.

El sociólogo Michael González ve justicia en la iniciativa. “Sería justo que a las personas de 18 años que participan del proceso electoral se les reconozcan sus derechos y obligaciones a que advienen con la mayoría de edad”, dijo. Opinó que, gracias a la tecnología, la juventud está bien informada del acontecer político, económico y cultural.

Hay jóvenes que apoyan económicamente a la familia. “Cuando vemos a esos jóvenes trabajando, votando, capaces de irse a la guerra porque no consiguen empleo, lo menos que debemos hacer es reconocerle la personalidad jurídica”, resaltó González.

Este proyecto no es el primer esfuerzo en esa dirección. La Ley 289 del primero de septiembre del 2000 estableció la mayoría de edad a los 18 años, tomando como modelo la Declaración de los Derechos del Niño de 1989 de la Organización de las Naciones Unidas.

La ley fue derogada en el 2001 con el argumento de que traería consecuencias sociales y judiciales negativas. Por ejemplo, quitaba a la Administración para el Sustento de Menores (Asume) la jurisdicción sobre la pensión de los hijos de 18 a 21 años.

Movida contra la pensión

María de Lourdes Guzmán, abogada de casos de familia, explicó que la Ley 289 quitaba el derecho a pensión alimentaria a los hijos mayores de 18 años que no estudiaran. Un aluvión de padres procuraron que se les relevara de la pensión.

El estatuto amenazó con traer una nueva confrontación en el seno de muchas familias: hijos enfrentados a sus padres en las cortes. Y, a juicio de esta togada, el escenario no está lejos de repetirse.

“Cuando reduces a los 18 años la mayoría de edad propicias que los jóvenes que no tienen recursos para ser autosuficientes, se vean obligados a ir al tribunal. Pero la realidad es que la mayoría de los jóvenes no acuden, no se quieren meter en esos rollos con sus padres. Esa fue una de las causas por la que se derogó la pasada ley, porque la experiencia no fue buena”, sostuvo.

La legislación de Crespo asegura que las disposiciones del artículo 143 del Código Civil, que rige los alimentos entre parientes, quedarían vigentes.

No obstante, los jóvenes podrían perder otros derechos, alertó el licenciado Eric Quetglas. En cuanto a los sistemas de retiro, cuestionó si quedarían afectados los derechos y beneficios cuando falleciere el retirado, y le sobrevivieren hijos mayores de 18 años que no hubieren cumplido los 21.

Madurez emocional

También preguntó si las aseguradoras de salud podrían sacar de las cubiertas del asegurado principal a los hijos con 18 años. ¿Aumentarían sus primas? Estos aspectos, de acuerdo a togados entrevistados, deben analizarse con cautela.Para Quetglas, la legislación de Crespo no hace falta pues existe la emancipación. Además, a los 18 años, por lo general, no se tiene la madurez emocional ni la solvencia económica para manejar asuntos jurídicos, como disponer de bienes, herencia, hipotecar bienes, demandar y ser demandado, dijo.

En el caso de Lacoronte, sus padres estuvieron de acuerdo con emanciparla.

“Me sentaron y me dijeron que desde ese tiempo en adelante me tenía que hacer cargo de mí misma. Que no me iban a abandonar en el proceso, pero que ahora era dueña de mis propios actos. Para mí era como cortar ese cordón umbilical”, apuntó la joven, quien vive independiente en San Juan y desde el año pasado disfruta de su Honda.

La legislación de Crespo, según la sicóloga juvenil Sandra Colón, “es como ponerle a ese joven una pistola en las manos”. Precisó que los menores de 20 años están aún en la adolescencia, buscando su identidad, aprendiendo a desarrollar madurez emocional para poder tomar decisiones. De acuerdo con el biólogo Héctor Joel Álvarez, los lóbulos frontales del cerebro, que son los que se encargan de los aspectos cognitivos, es decir, de permitir al ser humano tener un pensamiento crítico y reflexivo, no terminan de madurar hasta los 25 años. Lo que significa que antes de esa edad, la mayoría de las veces los individuos no toman decisiones adecuadas.

“La recompensa que se espera obtener por las cosas que uno hace es inmediata, y la capacidad de inhibir ciertos comportamientos se dificulta. Si a un joven adulto le dan una bofetada, esa persona lo piensa antes de actuar. En el joven de 17,18, 19 años, el sistema emocional no está maduro y no puede inhibir sus ideas”, dijo el experto.Por ejemplo, comprar una casa sin tener un trabajo estable o tomar prestado a los bancos sin tener un sólido ingreso económico, serían las decisiones que tomarían muchos jóvenes si se les da alas con esta legislación, según los entrevistados. “Es darle control de una vida que no tiene”, sostuvo la sicóloga Colón, al resaltar que aunque en otros países la mayoría de edad es menor, la cultura boricua no es igual. Aquí, según ella, muchos padres son más protectores de sus hijos, y los niños no crecen con esa necesidad de tomar decisiones ni de cuidarse porque sus padres lo hacen por ello.“Entiendo que los 21 años es la edad correcta para ser mayor de edad porque la persona ha pasado su proceso de adolescencia, ha estado más expuesta a la educación, y empieza a tomar responsabilidades. A los 18 años, muchos no tienen idea de qué quieren hacer con su vida, ni tienen seguridad de su futuro. Para qué te sirve tener la mayoría de edad sino puedes sacarle provecho”, puntualizó la sicóloga Sandra Colón.

Para Lacoronte, independizarse antes de los 21 años no ha sido fácil, por lo que también opina que la Ley no debe cambiar. “Para mí ha sido cuesta arriba tener que estudiar y trabajar 'full time'. Me tengo que limitar en salir porque tengo responsabilidades de trabajo y deudas. Entiendo que tuve la madurez para emanciparme a los 20, pero muchos jóvenes no. Y antes de asumir grandes responsabilidades, deben pasar por el proceso que requiere su edad”, destacó.