domingo, 17 de octubre de 2010

Quééé? No te oigo.

17 Octubre 2010

Quééé? No te oigo.
Los problemas de audición son comunes en los adultos mayores, pero una evaluación y el uso de tecnología hacen la diferencia



Si no se atiende a tiempo, los problemas de audición se agravan y pueden provocar el aislamiento y la depresión en la persona de edad avanzada. (THINKSTOCK)Por Mildred Rivera Marrero / mrivera1@elnuevodia.com

Presbiacusia es el nombre científico de una de las condiciones de salud más frecuentes en los adultos mayores: la pérdida gradual de audición debido al envejecimiento natural del cuerpo.

Aunque no es mortal, puede ser una amenaza a su seguridad e impactar negativamente su comunicación con las demás personas hasta provocar que deje de hacer las actividades que le gustan. Por eso es importante que esté pendiente a las primeras señales y que, si nota que tiene problemas para oír, lo reconozca y visite a un profesional para que lo evalúe.

Aunque no todos los mayores enfrentan esa limitación, se estima que el 30% de las personas de entre 50 y 65 años tienen problemas de audición. Esa relación aumenta a cerca de 50% para los de 65 años o más, explicó la audióloga, Marilyn Pimentel. Esta deficiencia es más frecuente en hombres, dijo la experta, quien explicó que la pérdida de audición por edad ocurre por el deterioro natural de las células del oído.

Pero, también puede suceder o exacerbarse por el deterioro que provocan en el organismo la diabetes y la hipertensión, dos de los trastornos más frecuentes en el País. Asimismo, algunos medicamentos recetados a pacientes de cáncer afectan la capacidad auditiva, indicó Pimentel.

Es también en la edad adulta que se puede reflejar daño en el aparato auditivo debido a golpes fuertes recibidos anteriormente en la cabeza, infecciones frecuentes y exposición constante a un ambiente ruidoso. La audióloga Iris Sánchez explicó que un nivel de ruido constante de 85 decibelios o más es dañino, según los parámetros de la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional (OSHA). Dijo, además, que algunas condiciones hereditarias de pérdida de audición se expresan en la adultez.

Pimentel destacó que la capacidad auditiva que se pierde no se recupera, lo cual hace más imperativo el cuidado preventivo.

“El mayor problema es que no salen y se retraen socialmente y pueden deprimirse”, porque se les hace difícil entender a los demás, afirmó Pimentel. Asimismo, los problemas auditivos pueden ser peligrosos porque la persona podría no escuchar una alarma, un grito o bocinazo en situaciones de peligro.

Para evaluar la audición se hacen pruebas que miden la captación de sonidos a ciertos niveles y se usa una escala cuyo primer rango es audición normal y luego clasifica la sordera en leve, moderada, moderada severa, severa y profunda.

Esa prueba debe hacerse anualmente, igual que los exámenes de visión y otros, afirmó Sánchez. Coincidió, por separado, con Pimentel en que las evaluaciones permiten detectar a tiempo los daños a la audición y tomar medidas.

Audífonos modernos

Ambas dijeron que lo único que mejora la audición de manera artificial son los audífonos. Con el desarrollo de la tecnología, disminuyó significativamente el tamaño del aparato tradicional que se pone detrás de la oreja y se creó el que parece un botón y que se coloca dentro del oído. Asimismo, están los tradicionales cuyo volumen se ajusta manualmente o los “touch”, que se manejan con el movimiento de un dedo sobre el aparato, al estilo de un iPhone. Para los más presumidos o modernos, los audífonos vienen en colores similares a los de las canas o en colores vivos.

Pimentel explicó que la selección del audífono depende del nivel de sordera, del estilo de vida de la persona y su condición de salud en general. Si el paciente no ve bien y/o le tiemblan las manos, ella recomienda el aparato convencional, que es más grande, lo cual facilita su manejo y cambio de batería. La experta también considera si la persona trabaja o no. Si desea ajustar manualmente el nivel de recepción de los ruidos, si quiere que sea automático o que no haya cambios.

La audióloga destacó que algunos audífonos tienen la capacidad de reconocer algunas voces y ajustarse a ellas. Ese nivel de sofisticación conlleva un costo mayor al costo promedio, que puede comenzar en $1,000 por oído. Pimentel explicó que los planes médicos aportan entre $200 y $500 para estos aparatos.

“Los audífonos han venido a cambiar la vida de las personas. No son oídos nuevos, pero una prótesis es una ayuda. Le devuelves a esa persona la capacidad de hacer unas cosas que no podía hacer. No hay que gritarles tanto, pueden seguir una conversación”, manifestó Sánchez.

Identifique las señales:

Tiene problemas de audición si:


1) Escucha que le hablan pero no entiende, sólo capta algunas cosas o confunde palabras. Esto sucede porque usualmente lo primero que se afecta es la recepción de frecuencias altas, en las que se ubica la mayoría de las consonantes.


2) Tiene más problemas para entender lo que dicen las mujeres (que hablan en un nivel más agudo).


3) Su familia y conocidos le tienen que gritar para que entienda.


4) Tiene que leer los labios para comprender.


5) Sus allegados se quejan de que no los oye, que grita al hablar, o que pone el volumen del televisor o radio muy alto.


6) No entiende si le hablan de lejos.


7) No puede seguir la conversación cuando hay varias personas hablando al mismo tiempo.


8) Tiene tinnitus, que es un ruido constante que escucha. (No siempre hay sordera cuando hay Tinnitus).


9) No oye el teléfono.


Medidas preventivas:


1) Baje el volumen de los aparatos electrónicos, particularmente si utiliza “head phones”.


2) Si tiene que exponerse a un nivel de ruidos altos, protéjase con'tapones en los oídos.


3) En fiestas, iglesias y otros, aléjese del equipo de sonido.


2) Controle sus niveles de azúcar en la sangre y presión arterial.


3) Deje de fumar (también aumenta su nivel de riesgo).


4) Hágase un examen anual con un audiólogo.

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