miércoles, 20 de octubre de 2010

Procreó la bebé con un primo adulto

Mayagüez - Una bebé asesinada por asfixia y golpes, su madre acusada por esa muerte, dos años de profundos secretos y un posible depredador sexual por la libre.

Así se resume el caso de Paola Rodríguez Acosta, la menor de 16 años que en medio del proceso de ser acusada del asesinato de su bebé de 30 semanas de gestación, ocurrido el viernes en la noche, alegó ante la Policía y fiscales que la criatura la procreó con un primo que ahora tiene 39 años.

Incluso, señaló que el primo Hernán Rodríguez, dueño de un bar en el que bailan mujeres semidesnudas y padre de por lo menos otros siete menores, la embarazó a los 14 años de un varoncito que ahora tiene un año y 10 meses.

Ayer, la jueza María Negrón mantuvo en manos del Departamento de la Familia (DF) la custodia protectora hasta que se dilucide en su fondo en una vista hoy. Previamente, la jueza Zoraida Lamboy había devuelto la custodia del niño a su propia madre acusada de asesinato.

La secretaria de la Familia, Yanitsia Irizarry, indicó a través de una portavoz que la niña recibió servicios de enfermeras de un programa del DF y que el primer bebé era atendido “adecuadamente” en el hogar, previo al asesinato. No se especificó qué seguimiento la agencia le dio a la familia tras el primer embarazo.

Entretanto, la fiscal de distrito de Mayagüez, Blanca Portela, indicó que Hernán Rodríguez será entrevistado hoy en la fiscalía de Mayagüez. Al preguntarse por qué lo citaban, se limitó a indicar que es “parte de la investigación a hechos anteriores al asesinato”.

Portela dijo que es muy temprano para determinar si los padres de la menor, que alegaron desconocer que su hija estuviera embarazada y también quién es el padre del primer infante, enfrentarían alguna acusación.

Este diario supo que cuando Paola quedó embarazada a los 14 años se negó a identificar al responsable, y aunque sus padres, Maribel Acosta Rodríguez y Sadí Rodríguez Muñiz, radicaron una querella ante la Policía siguiendo órdenes del DF, el caso no prosperó por la negativa de la menor y del resto de la familia, a ofrecer información. Ante este caótico cuadro familiar, Portela defendió la determinación de acusar a la menor de asesinato en primer grado.

Limpió la escena

“La menor voluntariamente, y luego de hacérsele las advertencias, admite haber matado al bebé de una forma que nos resulta horrenda. Demostró la intención y la deliberación de causarle la muerte”, dijo la fiscal al recalcar que la menor limpió la escena y colocó al bebé en una bolsa. Ayer, Paola estaba libre bajo fianza y con un grillete.

La fiscal aclaró que el primo de Paola, quien al menos este semestre no estaba acudiendo a la escuela, no será investigado por sostener relaciones sexuales que provocaron el segundo embarazo, ya que por ley una joven de 16 años puede consentir este tipo de acto.

Sin embargo, subrayó que la niña fue víctima de violación técnica a los 14 años y que se le hicieron las pruebas científicas que podrían ayudar a identificar a su agresor. El agente investigador del caso, Manuel Caraballo, indicó que los padres dijeron desconocer todo lo relacionado al posible padre de las dos criaturas.

Caraballo indicó que con el primer embarazo de la menor, la Policía fue alertada, pero la pesquisa no prosperó debido a que ni la menor ni sus padres cooperaron con la pesquisa.

En el segundo embarazo, los padres la llevaron a una ginecóloga porque “tenía problemas con su menstruación”, dijo Caraballo. La ginecóloga, que no fue identificada, le dijo a la menor, pero no a sus padres, que estaba embarazada, según la Policía.

La adolescente vive hace unos meses con su abuela materna, Milagros Rodríguez. En el mismo vecindario viven sus padres, el primo que alegadamente la violó y otros familiares. Todos alegan desconocer quién es el padre del primer bebé, que la menor presuntamente hubiera sido agredida por su primo, y que estuviera embarazada otra vez.

Culpa a los padres

Pero Ramón Rodríguez Muñiz, tío abuelo de la menor, le echó directamente la culpa a los padres. “No sé por qué quieren callar esto. La primera vez que parió a los 14 años, lo callaron. Ellos tenían que saber lo que pasaba, pero no hicieron nada. Yo le echo la culpa a los padres. Ella (Paola) no tiene capacidad para manejar esto”.

“Uno se abochorna de que pasen cosas así...”, agregó antes de que otro pariente, que no se identificó, le gritó enfurecido que no hablara del caso con nadie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario