viernes, 22 de octubre de 2010

Increíble suceso

Increíble suceso
Por Miguel Rivera Puig
EL VOCERO
Viernes 22 de Octubre de 2010

Evidencia fue recoplidada de la escena. EL VOCERO / Willín Rodríguez
BAYAMON – Jonathan, el adolescente de 14 años de edad -que por su retardación mental tiene la capacidad de un niño de 9 a 10 años- quien presuntamente entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves agredió sexualmente y vejó con sadismo a su abuela de 64 años de edad en repetidas ocasiones, se entregó ayer a eso de las 4:00 de la tarde en la Fiscalía.

Jonathan intentaba salir de Puerto Rico al saber que era buscado por la Policía y por vecinos que quieren lincharlo. Un contingente de agentes peinaron varios residenciales públicos y otras zonas de esta ciudad, pero a eso de las 4:00 de la tarde la búsqueda cesó cuando se supo que acompañado de una familiar, llegó a la Fiscalía de Bayamón. De inmediato la procuradora de menores María Díaz y la agente Yaritza Figueroa, de la División de delitos Sexuales del CIC, comenzaron a entrevistarlo, y según fuentes el menor había confesado.

Fue durante la búsqueda del menor, que se supo hizo gestiones para tratar de conseguir dinero para comprar un pasaje aéreo hacia Estados Unidos, lo que le sería imposible por ser un menor sin la autorización de sus padres o tutores.

El mozalbete, de poco más de seis pies de estatura, huyó al amanecer del jueves con un bulto de ropa y cuanto se pudo robar del apartamento de su abuela en el Residencial Virgilio Dávila donde se registraron los abominables hechos.

De acuerdo a diversas versiones, Jonathan es hijo de una narcómana que deambula por el casco de esta ciudad y su padre reside en Estados Unidos, por lo que su abuela paterna doña Goya, se hizo cargo de su crianza. El adolescente con capacidad de niño, llevaba a su abuela por el camino de la amargura con sus constantes arrebatos de violencia, atribuidos al consumo de drogas.

El menor, según investiga la Policía, es usuario de “crack” y marihuana, y posiblemente en la noche del miércoles tras haberse arrebatado el demonio de la lujuria se apoderó de él. Entró al apartamento y comenzó a agredir con las manos a su abuela sexagenaria hasta que con su corpulencia la dominó.

La mujer fue atada de manos y amordazada por su nieto, quien la agredía para desgarrarles las ropas. También le cortó el pelo, y según ella narró, la amarró desnuda a la cama, pero a eso de las 2:00 de la madrugada ella se pudo soltar y escapar. Jonathan la había amenazado con cortarle las piernas para que no pudiera salir de la cama.

La mujer fue llevada a un hospital, gracias a la ayuda que le brindaron los vecinos cuando la oyeron pedir auxilio a gritos.

Al saber que era buscado, Jonathan puso los pies en polvorosa con un amigo también vecino del residencial. Según oficiales de la Policía si no era arrestado pronto su vida corría peligro ante la indignación de vecinos que airados podrían lincharlo, tanto en Virgilio Dávila como en otros puntos de la ciudad, al correr la noticia del sádico y despiadado ataque.

Por tratarse de un menor, se hacían gestiones para radicarle faltas anoche e ingresarlo en una institución juvenil. En estos casos de menores no hay derecho a fianza.

Ante este caso, la secretaria de la Familia, Yanitsia Irizarry emitió unas declaraciones escritas en las que sostuvo que su agencia “está investigando el caso. Nuestro personal se encuentra en la comunidad realizando las entrevistas de rigor. Por la confidencialidad que cobijan los casos, según lo establece la Ley 177, no podemos ofrecer más detalles del mismo”.

Paliza brutal a niño

De otra parte, los agentes de la División de Delitos Sexuales y Maltrato de Menores del CIC de Bayamón, tenían las manos llenas con otros casos como el de un individuo de 37 años de edad, que le gusta predicar y dar testimonios de su fe religiosa, quien en la noche del miércoles y siguiendo un patrón de abusos golpeó de forma salvaje a su hijastro de 5 años.

El niño estaba hospitalizado y según la investigación que desarrollaba la agente Yesenia Marrero, el sospechoso Daniel Ortiz Báez, vecino del barrio Campanillas, en Toa Baja, le había dado otras palizas al niño, pero la tunda de correazos que le dio el miércoles fue tan brutal que el menor tuvo que ser recluido en un hospital.

Ortiz Báez fue arrestado y se anticipaba la radicación de cargos de maltrato de menores y agresión.

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