domingo, 17 de octubre de 2010

Hay más movimiento pero no el suficiente

17 Octubre 2010

Hay más movimiento pero no el suficiente
En el tren se nota más actividad que en sus inicios



En un recorrido se evidenció la limpieza de las estaciones del Tren Urbano y que una mayor cantidad de pasajeros usan ese medio de transportación. (EL NUEVO DIA / XAVIER J. ARAUJO)Por Gerardo E. Alvarado León / galvarado@elnuevodia.com

A las 9:57 a.m. de un jueves cualquiera los estacionamientos escasean en la estación Martínez Nadal del Tren Urbano (TU). Conseguir un espacio vacío, si era posible bajo la sombra de un árbol, me tomó cuatro minutos.

Aunque desde mayo pasado el viaje en tren cuesta $0.75, no encontré ese precio en la máquina de venta de boletos. Por eso, no tuve más remedio que comprar un boleto por $1.50, el antiguo costo del sistema de transporte.

“El próximo tren a Sagrado Corazón llegará en 8 minutos”, leí en una pantalla de letras rojas en el andén. Dos paredes cubiertas de helechos hacen la espera más placentera. Eran jóvenes universitarios la mayoría de la veintena de personas que esperaba por abordar. Cargaban bultos sobre sus espaldas o escuchaban música.

A las 10:09 a.m. un timbre anunció la llegada del tren. Lo primero que captó mi atención fue la ausencia de las distintivas pegatinas azules, amarillas, rojas y verdes en la parte inferior de los vagones. Ahora, lo que salta a la vista es un logo grande del TU con esos colores.

El vagón estaba frío, como siempre, pero más lleno que de costumbre, considerando que no era una hora pico. Unas 30 personas viajaban sentadas.

Lo anterior es indicio de que el TU está moviendo más pasajeros ahora que en diciembre de 2004, cuando fue inaugurado, según el secretario del Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), Rubén Hernández Gregorat. El Secretario atribuyó el alza en patrocinio a la reducción tarifaria, a la reestructuración de las rutas de las guaguas de la Autoridad Metropolitana de Autobuses y a las actividades artísticas, culturales y recreativas en las estaciones. De hecho, el mes pasado unas 940,448 personas usaron el tren, cifra que estableció un récord. Empero, el que 40,000 personas usen el sistema diariamente aún está por debajo de la meta inicial de 100,000 personas.

A las 10:11 a.m. me bajé en la estación Las Lomas. Como faltaban 15 minutos para la llegada del próximo tren, tuve tiempo para fijarme en que la estación estaba limpia y los jardines bien arreglados. A las 10:28 a.m. llegué a la estación San Francisco, donde noté que los dos espacios para concesiones siempre han estado desocupados.

Este escenario es igual en casi todas las 16 estaciones del TU. En Río Piedras, por ejemplo, hay una decena de concesiones vacías. Sólo operan el Centro de Servicios al Conductor (CESCO) Expreso y un establecimiento para renovar licencias de conducir. En Sagrado Corazón sólo hay una cafetería y tres concesiones vacías. En Cupey, una de las estaciones más visitadas, sobre todo por universitarios, tampoco hay establecimientos comerciales.

Según Hernández Gregorat, esta situación deberá cambiar a principios del 2011 cuando salga una “solicitud de propuesta” para que pequeños comerciantes se establezcan en el TU. “Eso aumentará el patrocinio”, dijo.

Otra cosa que evidencié en mi recorrido es que el “desarrollo conjunto”, es decir, el crecimiento urbano en torno a las estaciones, tampoco ha florecido.

Donde vi construcción fue alrededor de las estaciones Cupey y San Francisco, donde erigen el edificio de Ciencias Moleculares de la Universidad de Puerto Rico y una égida, respectivamente.

El Secretario aseguró que próximamente se construirán comercios y edificios multiusos cerca de las estaciones Roosevelt y Sagrado Corazón. Dijo que los proponentes ya están cualificados y están en el proceso de conseguir fondos privados para sus proyectos.

A las 11:53 a.m. salí de Sagrado Corazón hacia Bayamón, a donde llegué 27 minutos después. El viaje transcurrió sin problemas. Dos caballeros elogiaban el servicio del tren. “Los asientos son un poco duros, pero se puede bregar”, dijo uno. “Lo bueno es que lo van a alargar y ahora llegará a Caguas y al Viejo San Juan”, agregó el otro.

Un incidente aislado interrumpió la tranquilidad. Dos niñas pequeñas abordaron un vagón en la estación Jardines sin que a su madre le diera tiempo de hacer lo mismo. Por espacio de dos minutos, el llanto de las nenas fue lo único que se escuchó. Al llegar a la estación Torrimar, un guardia de seguridad esperaba a las niñas. El feliz encuentro con su progenitora se daría en segundos.

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