sábado, 9 de octubre de 2010

Ayuda que brinda esperanza

Ayuda que brinda esperanza
Por Yennifer Álvarez Jaimes EL VOCERO
Viernes 08 de Octubre de 2010

El Dr. José Vargas Vidot (izquierda) piensa en grande, pero nunca deja de lado la sensibilidad con la que trata a los pacientes. EL VOCERO/ Sebastián Márquez
El galeno ve el nacimiento del proyecto de ayuda comunitaria, mientras el cocinero le agradece la oportunidad de volver a nacer luego de vivir casi una década sin techo y con agujas en los brazos.
Iniciativa Comunitaria lleva 18 años sirviendo a los adictos y pacientes con VIH/SIDA. Aunque para su fundador, el doctor José Vargas Vidot, este es sólo el comienzo, para el cocinero Víctor Monsanto Mercado, Iniciativa Comunitaria marcó el fin de una vida llena de sufrimiento y desdén que lo mantuvo atrapado en las calles.

Víctor fue el jefe de un hospitalillo ubicado debajo del puente del caño Martín Peña, en San Juan. Hace dos años, cansado de "envenenarse" con heroína, hasta 15 veces al día, el hombre de 46 años decidió rehabilitarse.

"Desde el 97 recibía los servicios de intercambio de jeringuillas y 'Chaco' (como le dicen a Vargas Vidot) me preguntó, ¿cuándo es el día? Pasó casi una década y me decidí", relató a EL VOCERO el también padre de tres hijos.

Luego de 56 días en un programa de desintoxicación y un año en tratamiento de terapias sociales, Víctor se dedica ahora a dar de comer a sus antiguos compañeros de cura.

Todos los días, Iniciativa Comunitaria ofrece almuerzos para personas sin hogar, drogodependientes y trabajadoras del sexo que buscan cómo mantener el vicio.

El olor a 'hamburger' arropa el comedor ubicado muy cerca de la Milla de Oro. Se levanta la ventanilla y la fila se organiza en un dos por tres. Víctor comienza la faena; la hamburguesa y la ensalada colorean el plato. De inmediato, se dibujan sonrisas y caras de satisfacción entre los comensales al deleitar la única comida que tendrán quizás en todo el día.

Así como Víctor, decenas de personas han dejado de lado la dependencia a sustancias controladas y han reiniciado con brío una nueva oportunidad de vivir.

El éxito de Iniciativa Comunitaria reside en su grandeza y a la vez en su humildad. Vargas Vidot piensa en grande, pero nunca deja de lado la sensibilidad con la que trata a los pacientes. "Sí, porque son pacientes", insiste el galeno al criticar cómo decenas de programas de rehabilitación se convierten en una prisión para el enfermo adicto a drogas.

Como en toda organización comunitaria siempre hace falta dinero, pero las manos solidarias ayudan a dar atención a los que duermen todos los días arropados por el sereno.

"Puerto Rico carece de una puerta de entrada definida para el tratamiento (de rehabilitación de adictos) y carece de una puerta de salida que los guíe a la reinserción social", sostuvo Vargas Vidot.

A pesar de que en la Isla existen varios programas de rehabilitación, los pacientes llegan muchas veces por casualidad ya que no hay un lugar que canalice la información y los servicios. Tampoco existen programas para capacitar a las personas en oficios que les ayuden a obtener un trabajo para así devengar su sustento e impedir su regreso a la calle.

Vargas Vidot recordó que el vínculo entre la pobreza y la adicción es innegable. Los pobres tienen realidades con las que a veces no pueden lidiar y palpan de cerca las carencias y falta de oportunidades que les impiden lograr aspiraciones de vida.

"Estas personas tienen los mismos deseos que cualquiera, quieren su carrito, quieren una casa, quieren una familia; pero cómo tú consigues eso, perdiendo tus años en programas que no te ayudan a trabajar y a ganarte la vida", concluyó el salubrista.

Si usted conoce un Corazón Boricua puede escribir al correo electrónico corazonboricua@vocero.com o llamar al 787-721-2300 extensión 323.

No hay comentarios:

Publicar un comentario