En la cuerda floja

21 Septiembre 2010

En la cuerda floja
CÓMO ENFRENTAR TRES DE LOS DILEMAS MÁS COMUNES ENTRE LAS PAREJAS


/ end.croldan@elnuevodia.com

Por Camile Roldán SotoSe llama Susana y durante los últimos cuatro o cinco meses ha fantaseado con la idea de una nueva vida. Tras nueve años de matrimonio y de convertirse en madre, se siente distante de su esposo, “cansada”, no sabe exactamente de qué y aturdida con la idea del futuro en esa relación que solía ser lo más importante en su vida.

La gota que colmó la copa fue el idilio con un compañero de trabajo. No se trató de una aventura sexual, más bien emocional.

“Él me hacía sentir querida, importante”, sostiene la mujer de 34 años que habló a cambio de utilizar un seudónimo. De esa relación que ya terminó porque la compañera de su marchante lo confrontó al respecto, Susana valoraba más que nada la atención, los pequeños detalles, la emoción de sentir lo que hace mucho tiempo no siente por su marido.

¿Es posible salvar mi matrimonio?, dice que se preguntó un día que decidió buscar ayuda profesional para averiguar la respuesta.


Las caras de la crisis

El psicólogo clínico George Kamarinos establece que los problemas comunes en los matrimonios se diferencian por la intensidad de las emociones, la tensión que existe entre la pareja y la sensación de que una separación o incluso un divorcio podría estar cerca. Una o ambas partes sienten que la relación peligra y establece la posibilidad de una separación.

Susana no llegó a ser infiel en el plano físico pero, según su propia evaluación, sí lo fue en el plano emocional. Aceptó a un tercero como refugio porque la relación se desenvolvió naturalmente. Ahora que terminó, siente que la separación podría ser una opción verdadera para ella.

En su experiencia profesional, Kamarinos señala que alrededor del 80% de las parejas llega a terapia en ese punto decisivo. Muchas veces expresan que la ayuda de un experto es, literalmente, su última apuesta.

“La gente espera a que sus problemas sean graves y el deterioro de la relación muy severo”, sostiene el doctor.

Ante este escenario, señala que para lograr progreso es fundamental el interés de ambas partes y su compromiso para con la relación. Cuando una de las partes demuestra poco o ningún interés o mantiene una postura inflexible o egoísta, es menos probable el éxito de la terapia.

“Nos evitaríamos muchos problemas si las parejas concibieran el matrimonio como una experiencia retante, de momentos buenos y otros no tan buenos”, apunta la psicóloga clínica Libna Sanjurjo Meléndez. Esto no significa soportar lo que sea, sino crear conciencia de que los desacuerdos son parte natural de la vida en pareja y que, para enfrentarlos, así como otros retos de la convivencia, hay que mantener la comunicación y saber negociar.

Los psicólogos identifican varias áreas de conflicto común entre las parejas, que incluyen la infidelidad, las finanzas y las diferencias en los estilos de crianza de los hijos.

Compartir la crianza:

el reto de muchos

Raquel y Mario tienen una personalidad muy parecida, así que jamás imaginaron que tener un hijo revelaría diferencias tan marcadas en sus estilos de crianza. Los roces comenzaron por pequeñeces, pero a partir de los dos años de la criatura las discusiones respecto a la forma

de disciplinar se volvieron más

y más comunes.

“Él era más estricto que yo y, aunque en el fondo sabía que tenía razón en algunas cosas, no conocía otra forma distinta”, señala Raquel.

La doctora Sanjurjo sostiene que comúnmente los padres quieren copiar el estilo de crianza que tuvieron. Sin embargo, esa reacción automática puede causar múltiples problemas, porque cada miembro de la pareja trae consigo su propio bagaje. Puede ocurrir que uno de los dos intente imponer su visión y se genere mucha tensión, no sólo para ellos sino para los niños.

Lo ideal, señala Sanjurjo, es que cada cual se informe sobre los estilos de crianza y establezcan un diálogo franco respecto a las prácticas que prefieren. Luego, pueden llegar a acuerdos. Apunta además que este es un proceso dinámico, pues a medida que los niños crecen tienen diferentes necesidades. Incluso, lo que resultó efectivo con uno de los hijos no necesariamente puede serlo para otro.

Kamarinos, por su parte, señala que es necesario evitar discutir el tema de la disciplina frente a los hijos o invalidarse entre sí.


RECOMENDACIONES

• Infórmense sobre los estilos de crianza. Expliquen por qué se inclinan por ciertos modelos en particular y por qué rechazan otros.

• Hablen sobre su crianza y señalen cuáles de esas prácticas les gustaría emplear en sus hijos. Pidan opiniones.

• Eviten la comunicación a la defensiva o en tono de crítica o amenaza. Hablar en absoluto (“jamás permitiré tal cosa”) tampoco ayuda.

• Estén de acuerdo con estar en desacuerdo. Acepten la idea de que no coincidirán en todo.

• Busquen puntos medios.

• Revisen las prácticas de crianza,

según los niños alcanzan un nueva etapa

de desarrollo.

• Mantengan los acuerdos y nunca los modifiquen sin consultarlo con su pareja.

LAS FINANZAS

La forma de manejar el dinero dice mucho de la personalidad, así que no es de extrañar que se convierta en punto de conflicto para tantas parejas.

“Alguien muy dominante puede apoderarse del control de las finanzas y provocar que la otra parte se sienta desprovista”, observa Sanjurjo. Además, en ocasiones las partes difieren marcadamente en el uso más apropiado para los papeles verdes. Los profesionales coinciden en que al abordar el tema de las finanzas las personas deben ser muy claras respecto a sus prioridades.

El doctor Kamarinos apunta que hay quienes no toman en cuenta que la vida en pareja requiere llegar a acuerdos y, en ocasiones, renunciar a ciertos gustos de la vida en soltería. Por eso es tan importante detallar desde cuánto dinero consideran es adecuado pagar por una casa, hasta la educación que desean dar a sus hijos, pues son gastos a largo plazo y obligatorios.

En ocasiones, las parejas llegan al matrimonio sin haber discutido el tema financiero; sin tomar en cuenta, por ejemplo, la forma en que las deudas que cada cual tenga afectarán su forma de vida.

El manejo responsable de las finanzas en un ambiente de acuerdos, sostienen los psicólogos, crea un sentido de unidad en la pareja.



RECOMENDACIONES

• Adquieran destrezas para el buen manejo del dinero.

• Establezcan expectativas de vida y prioridades, así como la forma en que planifican alcanzarlas.

• Preparen un presupuesto y sean consistentes en la forma acordada de manejar las finanzas.

• Evalúen su manejo del dinero y determinen fortalezas y debilidades en esa área.

• Gasten menos de lo que ganan.

• Intenten compartir la responsabilidad de administrar las finanzas, independientemente de que uno sea más hábil que el otro.

• De ser necesario, busquen ayuda para organizar su economía.

LA INFIDELIDAD

Sanjurjo establece que la infidelidad conlleva una relación emocional o sexual que violente la intimidad de la pareja.

“A veces no se llega al acto sexual, pero la persona comprometida con esa otra persona. Antes del divorcio físico viene el emocional. Ocurre cuando las partes están separadas emocionalmente. Ese compañerismo que antes había ya no existe”, precisa la doctora.

Kamarinos, por su parte, señala que a menudo hombres y mujeres ofrecen razones diferentes para involucrarse con terceros.

“Ellas están buscando más llenar unos vacíos que tienen en la relación. Ausencia de afecto, aventura, salir de la rutina o sensación de estar desatendidas. En el caso de los varones, muchas veces dicen que tuvieron una relación extramarital, pero aman a su esposa. Tienden a subestimar los problemas en su matrimonio y no lo achacan a sus necesidades e insatisfacciones”, precisa el psicólogo.

Mientras, Sanjurjo observa que en ocasiones pueden mediar patrones de conducta o adicciones al sexo o la pornografía. Sin embargo, comúnmente se habla de necesidades emocionales no satisfechas como, por ejemplo, romanticismo, afecto, comprensión, seguridad o intimidad sexual.

Los profesionales coinciden en que es posible superar un episodio de infidelidad si las partes así lo desean, pero deben ser conscientes de que no se trata de un proceso sencillo ni automático.

RECOMENDACIONES

• Sé consciente de que en el camino para dejar atrás una infidelidad hay altas y bajas.

• Pasen tiempo juntos.

• Mantengan un balance al discutir los detalles del evento. Muchas veces la persona herida por la infidelidad quiere -y tiene derecho- a información sobre lo ocurrido, pero

es necesario entender que en algún momento hay que parar. Discutir el tema constantemente no ayuda a sanar la herida.

• La persona que sufrió la infidelidad debe expresar lo que siente. Emociones de coraje o dolor no deben quedarse sin discutir, pues a la larga pueden volverse más fuertes.

• Si tu pareja te fue infiel, identifica qué puede hacer para ganar nuevamente tu confianza y comunícaselo.

• La persona que fue infiel debe mostrar arrepentimiento

y empatía hacia el proceso que atraviesa su pareja.

Le toca ser paciente.

• También debe examinar por qué tuvo la aventura y qué áreas puede mejorar en su relación para evitar que vuelva a ocurrir.