jueves, 16 de septiembre de 2010

Empleado de la Junta Reglamentadora de Telecomunicaciones alega discrimen por ser homosexual

René Ortiz Rivera exige una compensación no menor de $1 millón por daños y perjuicios. (Para Primera Hora / Israel González)
Empleado de la Junta Reglamentadora de Telecomunicaciones alega discrimen por ser homosexual
jueves, 16 de septiembre de 2010
Leysa Caro González / Primera Hora
Cada mañana por los pasados 11 meses René Ortiz Rivera se levanta e inmediatamente es invadido por los nervios. La ansiedad se apodera de él en sólo segundos.

El simple hecho de pensar que tiene que cumplir con su responsabilidad laboral lo desconcierta. Y no, precisamente, por la carga de trabajo que le espera o por las posibles tareas pendientes, sino porque ese centro de trabajo se ha convertido prácticamente en su paredón.

¿Cómo te sientes cada mañana?

(Suspira) Me siento como si fuera a pasar del cielo al infierno, bien desconcertado, nervioso... Todos los días, todos los días, por 11 meses ha sido así, día a día, día a día, por eso es que le llamo un calvario.

¿Cómo has cambiado?

Es difícil. Se te va el apetito, se te va el sueño... He tenido que buscar ayuda por todas partes para mantenerme en pie.

El “calvario” de René, empleado desde el 1999 de la Junta Reglamentadora de Telecomunicaciones, inició el pasado 9 de octubre cuando fue invitado a participar de un adiestramiento relacionado con el funcionamiento del centro de llamadas de la agencia sin saber que sería en ese preciso instante en que su vida cambiaría radicalmente.


Fue en ese supuesto taller, denunció, que fue humillado ante sus compañeros, supervisores y personal externo de la compañía cuando se decidió publicar en un sistema de alta voz una llamada personal que había originado esa misma mañana desde su extensión al teléfono celular de una compañera de trabajo.

Desde ese instante, sostuvo, ha sido marginado, señalado y rechazado por confirmarse, a través del contenido de la llamada, su homosexualidad, algo que nunca ocultó pero que tampoco publicó a los cuatro vientos.

“Todavía me miran como si fuera un ratón de laboratorio y es bien difícil tú sentir el peso de la mirada de las personas y es muy difícil tú ver cuando tú viras la cara, cómo las personas murmullan sencillamente porque ellos cogieron esta llamada y le pusieron una etiqueta y dijeron todo lo que han querido decir”, alegó el asistente administrativo.


Tras escucharse la grabación, inmediatamente, dijo, se corrió el rumor por la agencia de que se trataba de una llamada “inmoral, sucia o depravada”. “Fue lo que ellos regaron por toda la agencia”, indicó al negar las imputaciones.

El rechazo ha sido a tal punto que ha recibido llamadas de superiores para cuestionarle si padece de alguna enfermedad terminal.

Cansado de recibir “humillaciones”, de ver cómo su salud física y emocional se ha deteriorado y de cómo fracasaron sus intentos por resolver de una forma privada sus reclamos, radicó una demanda.

“He tenido que buscar ayuda de muchas formas porque, aunque yo nunca he estado en el clóset, me ha afectado mucho, porque mucha gente que no son amigos o familia inmediata que tenían duda o no sé”, sentenció el hombre de 48 años.

Para el licenciado Carlos J. Vargas, representante legal de René, la acción de la Junta Reglamentadora de Telecomunicaciones de grabar las llamadas telefónicas de sus empleados sin notificarles no sólo es una violación al derecho a la intimidad del demandante sino también a su propia ley orgánica.

“En adición, esa secretividad de la información la divulga ante terceras personas y utiliza esa grabación para discriminar y tomar represalias contra mi cliente, porque ciertamente nuestra contención en la demanda es que se hizo simplemente porque él es homosexual”, sostuvo el licenciado.

René exige una compensación no menor de $1 millón por daños y perjuicios. “Es la única forma de poder vindicar los derechos de nuestro cliente”, expresó Vargas.

“Yo siempre tuve buena fe con esta agencia, porque es una agencia a la que siempre le tuve mucho cariño... Yo daba la milla extra, mi vida era esta agencia y trabajaba para ella con amor”, lamentó para decir que cada noche se pregunta por qué fue objeto del alegado patrón de discrimen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario