viernes, 13 de agosto de 2010

Gritó su inocencia y al final lo oyeron

Gritó su inocencia y al final lo oyeron
Uno de los grandes defensores de José Javier era Freddy Laboy Velázquez (izquierda), el padre de la víctima, a quien ni siquiera los investigadores querían creer que el asesino de su hijo no era el joven. (Para Primera Hora / Edgar Vázquez Colón)
viernes, 13 de agosto de 2010
Darisabel Texidor Guadalupe / Para Primera Hora

Salinas. Estuvo acusado de un crimen que no cometió, pasó 90 días con grillete electrónico, tres días en la cárcel y, peor aún, con el dedo acusador de muchos que no creyeron en su inocencia.

Éste es el caso de José Javier Montalvo Febus, quien cargó en su espalda la muerte de su amigo Freddy Laboy Valentín, a quien asesinaron de varios impactos de bala en un negocio de la comunidad Mosquito, de Guayama, el 26 de abril.

El pasado 4 de agosto, la jueza Sylvia Díaz Solla, del Tribunal de Primera Instancia de Guayama, desestimó los cargos de asesinato en primer grado y Ley de Armas por falta de pruebas en su contra, ordenando que se le quitara de inmediato el grillete que lo mantuvo preso en su propio hogar.

Así se confirmaba también a uno de sus grandes defensores: el propio padre de la víctima fatal, a quien ni siquiera los investigadores querían creer que el asesino de su hijo no era el joven que habían acusado.

“Estos meses no han sido nada fácil, mi familia sufrió mucho”, dijo el hombre de 31 años que recibió ayer a Primera Hora en su hogar.

José Javier recordó que se sentía como un pájaro enjaulado que desea libertad y que sólo anhelaba la llegada del día en que se demostrara que era inocente.

Éste recalcó que fue injusto que lo acusaran por un crimen que no cometió, por la muerte de quien consideraba un hermano, y reveló que hubo momentos en que sentía que perdería.

“Le perdí la fe a la justicia”, destacó José Javier, quien sostuvo que tras ser acusado perdió su trabajo en una panadería.

Ahora que la justicia brilló, José Javier manifestó que seguirá luchando para echar adelante a su familia. Dijo que al sol de hoy ningún representante de la Policía le ha pedido disculpas por hacerlo pasar por el tormento vivido.

Su padre, quien lleva su mismo nombre, narró el calvario que tuvo que pasar su familia, desde las enfermedades de los nervios de su esposa hasta el rechazo y daño de reputación de todos sus allegados.

“Vamos a tomar acción en contra de las autoridades por la angustia que nos hicieron pasar”, aseguró Montalvo, quien aún se pregunta por qué a su hijo.

El hoy exonerado aseguró que demostrará a la sociedad que es una buena persona y que aunque no teme por su vida, sí les teme a los policías.

Padre de la víctima siempre defendió su inocencia
Aunque aún llora la inesperada muerte de su hijo Freddy, él se mantuvo desde el primer día en que la persona acusada no era el responsable de arrebatarle la vida a su hijo de 19 años.

“Siempre dije que él no tuvo que ver nada en la muerte de mi hijo, eso era un caso fabricado”, indicó Freddy Laboy Velázquez, el padre de la víctima.

Igualmente, agradeció el trabajo de la fiscal Elba Meléndez por creerles en todo momento.

Además, pidió tanto a los directivos del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Guayama como al superintendente de la Policía, José Figueroa Sancha, que releven de la investigación al agente Richard Sánchez y asignen nuevos investigadores a este caso.

Policía defiende investigación
El jefe de la División de Homicidios del CIC, Samuel Castellanos, explicó que entiende que la prueba era correcta.

“Confiamos en nuestra investigación, la que se hizo responsablemente”, dijo Castellanos.

Además, mencionó que toda evidencia e información que se reciban serán investigadas para esclarecer este asesinato.

Con respecto al trabajo realizado por el agente, comentó que “hizo una investigación completa”.

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