Debacle sin precedente

Por Aurora Rivera Arguinzoni / arivera@elnuevodia.com

“En 27 años nunca había visto una debacle como ésta”. Con ese pensamiento inició ayer su conversación con El Nuevo Día Perfecto O. Trabal, director de la escuela intermedia Juan E. Miranda en Guaynabo.

“Posiblemente no comencemos el miércoles”, anticipó el funcionario que lleva casi tres décadas al frente del plantel, donde estudian 545 alumnos.

Ayer dio inicio el año académico 2010-2011 en el sistema público y se supone que mañana unos 475,000 niños lleguen a las casi 1,500 escuelas del Departamento de Educación (DE).

Sin embargo, y a pesar del optimismo consistentemente expresado por el designado secretario Jesús Rivera, escuelas visitadas al azar y sin previo aviso mostraron un cuadro poco alentador.

Rivera, quien estuvo ayer ofreciendo entrevistas en medios electrónicos, no respondió las llamadas de este diario.

Alimentos expirados y con gorgojos, salones infestados de comején e invadidos por mosquitos en plena epidemia de dengue, falta total o casi total de conserjes y labores de pintura en pleno apogeo fueron parte de los hallazgos en escuelas del área metropolitana.

En cuatro de cinco planteles visitados había brigadas pintando mientras maestros, trabajadores sociales y empleadas de comedor limpiaban sus respectivas áreas de trabajo.

En todos faltaba personal de mantenimiento, el cual se espera sea asignado en estos días, ya sea del DE o de empresas privadas.

La elemental Santiago Iglesias Pantín del Embalse San José en Río Piedras, que a finales del semestre pasado fue paralizada por padres preocupados ante la falta de higiene que causó el despido de conserjes, reabrió sus puertas sin tener este personal asignado.

Luis Orengo, superintendente trasladado de Carolina a los Distritos San Juan III, IV y V, informó que espera lleguen al plantel trabajadores de empresas privadas.

Alegó que no tramitó su contratación antes porque desconocía el problema debido a que en todo el mes de julio le fue imposible comunicarse con el director del plantel, Albert Contreras. Contreras no estaba en la escuela al momento de la visita y, al cierre de esta edición, la Oficina de Prensa del DE no había provisto información sobre su paradero.

En este plantel pudieron observarse gorgojos en varios paquetes de arroz y cajas de leche expirada en el almacén del comedor escolar, donde según aseguró la encargada, Luz Sánchez, también falta llenar un puesto de trabajo. Además, hay problemas de filtraciones y luminarias fundidas.

El año pasado, tras las denuncias de padres, la senadora Kimmey Raschke y la representante Carmen Yulín Cruz se comprometieron a ayudar.

En la misma comunidad, la intermedia José N. Gándara era pintada externamente por brigadas de la compañía privada Twins Landscaping que, según indicó el supervisor Wilfredo Crespo, comenzó labores allí el sábado.

Invasión de insectos

La historia era otra dentro de los salones. Decenas de miles de mosquitos muertos confundidos con el polvo cubrían pupitres, escritorios, libros, anaqueles y todo el piso, al tiempo que los vivos rondaban a quien se acercara.

Telarañas cubiertas por insectos muertos competían con la decoración alegre y colorida dejada por la maestra Neysa Pagán en mayo pasado. Igual que la decoración, permanecía su último repaso escrito en la pizarra que durante en receso de verano nadie limpió.

La Gándara carece de conserjes desde que se produjeron los despidos del año pasado. Ángeles Rivera, quien cubre el turno de la mañana, es una mujer con más de 60 años de edad y aseguró no dar abasto.

De otra parte, este plantel no había recibido aprobación a la Organización Escolar que propuso en mayo a la Región Educativa de San Juan, por lo que ayer varios maestros expresaron incertidumbre.

Espacio refrescante

En la escuela Amalia Marín de la barriada Venezuela, el panorama era distinto. En esta escuela ya habían sido matriculados 87 niños de la Luis Pereira Leal, uno de los 38 planteles cerrados este año por labores de remodelación.

Salones decorados con murales interactivos según la materia a enseñarse, cubos decorados y convertidos en zafacones, baños enchapados con loza, pasillos limpios y despejados, y un almacén lleno de materiales fueron mostrados por la directora Luz N. Canales. La funcionaria agradeció a todos los “héroes anónimos” de la comunidad, entre ellos maestros, padres, vecinos, residentes de Hogares Crea, Bomberos de Puerto Rico, la Policía Municipal de San Juan, Empresas Díaz y Garriga Sales.

“Esto es como una fiesta, tú no estás preparando los alimentos ni decorando a último momento”, afirmó Canales.

El ambiente en la superior Josefina Barceló en Guaynabo también era alentador, a pesar de que sus dos conserjes están reportados al Fondo del Seguro del Estado y las labores de pintura continuaban.

Las maestras Myrna Báez y Luz Feliciano alabaron lo bonita que estaba su escuela al tiempo que limpiaban sus salones; celebraron haber recibido equipos nuevos y dijeron que tenían materiales suficientes, aunque casi todo eran reservas del año pasado.

La directora, Diana Rosado, dijo que la escuela está un 90% lista.

Fortuño nomina a Rivera

Con cuatro minutos de diferencia llegaron ayer los comunicados de prensa de Fortaleza y del Senado anunciando, respectivamente, el nombramiento de Jesús Rivera a la secretaría del DE y las audiencias para considerarlo.

A pesar de que la próxima sesión legislativa está pautada para comenzar el 16 de agosto, ayer la presidenta de la Comisión de Educación del Senado, Kimmey Raschke Martínez, anunció que habrá vistas de confirmación el 9 y 10 de agosto. Rivera, quien había sido subsecretario de asuntos académicos y renunció por supuestas diferencias con la pasada secretaria Odette Piñeiro, volvió a ser nombrado al puesto y destacado como secretario interino tras el despido de ella.

Hace unas semanas el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, dijo que Rivera no lo convencía para ocupar el cargo en propiedad y Raschke Martínez coincidió en que había reservas con él. Este diario supo que Piñeiro asesora a la Comisión de Educación, como hacía cuando fue nombrada al DE.