viernes, 6 de agosto de 2010

Comprometido nuestro futuro

Comprometido nuestro futuro Por Yennifer Alvarez Jaimes EL VOCERO
Jueves 05 de Agosto de 2010 10:22

Mario Marazzi, director ejecutivo del Instituto de Estadísticas de Puerto Rico, junto a Nayda Rivera, analista senior de investigación del Consejo Nacional de la Raza, desmenuzaron los hallazgos del estudio ‘2010 Kids Count Data Book'. EL VOCERO/Dennis Jones

El que más de la mitad de la niñez puertorriqueña viva en la pobreza es uno de los problemas más grandes que enfrenta la Isla y representa un reto para el futuro desarrollo económico y social del País.

Esa fue una de las conclusiones principales a la que llegó un grupo de expertos que evaluaron para EL VOCERO los hallazgos de un estudio sobre el bienestar de la niñez en Estados Unidos y Puerto Rico divulgado por la Fundación Annie Casey y el Consejo Nacional de la Raza, (NCLR, por sus siglas en inglés).

La tasa de pobreza infantil en Puerto Rico es de 56 por ciento; tres veces mayor que la de Estados Unidos. Además, 51por ciento de los niños viven con familias en que ninguno de los padres tiene empleo a tiempo completo durante todo el año.

El nivel de pobreza se rige por los ingresos anuales por debajo de $21,834 para una familia de dos adultos y dos niños.

El estudio ‘2010 Kids Count Data Book’ reveló que los niños puertorriqueños enfrentan mayores niveles de riesgo en nueve de los 10 indicadores de bienestar que precisamente están relacionados con el nivel de pobreza.

Entre los indicadores que reflejan niveles más altos en Puerto Rico que el promedio en Estados Unidos están: el nacimiento de bebés con bajo peso, el no trabajar ni estudiar durante la adolescencia (14 a 19 años) y el porcentaje de niños que viven con familias compuestas por un solo progenitor.

Sin datos no hay estrategia

Según Nayda Rivera, analista senior de investigación del NCLR, pSin embargo, Rivera indicó que el proceso de documentación debe ser un esfuerzo multisectorial y la responsabilidad no debe recaer sólo en el Estado.

Mario Marazzi, director ejecutivo del Instituto de Estadísticas de Puerto Rico, coincidió con Rivera y aseguró que es necesario que se conforme “un frente común” para poder tomar decisiones informadas.

“El no invertir para que estos asuntos tengan mejoría tendrá un impacto económico por mucho tiempo, ya que la niñez de hoy es la proyección de lo que será Puerto Rico en el futuro”, sentenció el también economista.

En cuanto a los indicadores relacionados con la salud, José Cordero, decano de la Escuela de Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico (UPR), sostuvo que el nacimiento de bebés con bajo peso tiene implicaciones a largo plazo para la productividad del País.
Cordero, quien además es presidente de la Academia de Pediatría de Puerto Rico, indicó que el nacimiento bajo peso pone en desventaja al niño en el desarrollo de sus habilidades intelectuales.

“Vemos un futuro bastante difícil. Porque de seguir la tendencia se reduce la posibilidad de que más estudiantes lleguen a la universidad”, aseguró el doctor.

Cordero destacó la necesidad de que se promueva la salud preventiva desde los niveles más tempranos del desarrollo. Indicó que se debe propiciar una alianza entre las instituciones que promueven la salud y las que impulsan la enseñanza para integrar más educadores en salud en las escuelas.

“Para prevenir la alta tasa de diabetes lo que necesitamos es educar desde temprano a los estudiantes y a los maestros. Incluir más actividades deportivas y sobre nutrición en los currículos escolares”, señaló.

Precisamente, el Departamento de Educación intentó reducir las plazas de maestros de Educación Física pero por orden del Tribunal se restituyeron. No obstante, la agencia eliminó cientos de plazas de maestros de salud a nivel elemental.

Modelo para combatir deserción

Por otro lado, para Guiomar García, directora de la Fundación Flamboyán, los indicadores socio educativos como la deserción escolar pueden mejorar si se evalúa y se documentan los esfuerzos exitosos de las organizaciones sin fines de lucro para reproducirlos en todo el País.

“Yo creo que como sociedad todavía no le hemos dado suficiente reconocimiento al trabajo que hacen las organizaciones sin fines de lucro. Como País hay que darle crédito, darle empuje y los recursos”, manifestó la educadora.

García agregó que hay que estimular el proceso de rendición de cuentas por parte de las propias organizaciones sin fines de lucro y entidades gubernamentales para propiciar “un proceso transparente” en donde sea vean las estadísticas y los estudios “como una oportunidad de mejorar y no como una amenaza” a la estabilidad laboral.

Un 15 por ciento de los adolescentes de 16 a 19 años no asisten a la escuela secundaria comparado con un 8 por ciento en Estados Unidos, según el ‘2010 Kids Count Data Book’.

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