lunes, 12 de julio de 2010

Todos ganan con la medicación

lunes, 12 de julio de 2010
Arys L. Rodríguez Andino
Primera Hora

El efecto a largo plazo de la medicación con buprenorfina para tratar la adicción a opiáceos como la heroína tendrá un efecto positivo no solamente en quienes se sometan al tratamiento sino en la reducción del narcotráfico.

El psicólogo Salvador Santiago señaló que hace tiempo se debió haber iniciado un programa masivo de medicación como el que se elabora en estos momento en la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca) que se supone que incluya los 78 pueblos del país.

“Lo que nosotros sabemos y la experiencia de otros países es que hay dos estrategias básicas para manejar el narcotráfico y las drogas ilegales: reducir la demanda o la oferta; y lo que reduce la demanda son las medidas de medicación”, señaló el salubrista.

La poca disponibilidad de programas de medicación es, según Santiago, “como que necesites penicilina y te den una dosis pequeña”.

“Hemos insistido en que para que bajes la demanda real de drogas tienes que masificar la medicación. Somos los únicos bregando con modelos de 1950”, declaró el psicólogo, quien añadió que en Inglaterra y en Portugal bajó la criminalidad cuando se empezó a tratar la adicción con medicación.

La estrategia de atacar puntos lo que provoca es un encarecimiento de la droga. “Hemos reforzado el narcotráfico porque es una actividad que necesita de la prohibición para subsistir”, expuso. “Ya tenemos narcopolicías y narcopolíticos. Cuando tú tienes ese problema de infiltración del crimen organizado en el Gobierno y la Policía, los modelos que ellos buscan son los que se basan en la persecución de los puntos porque es lo que los mantiene”, insistió.

Como ejemplo del efecto que tendría la medicación, Santiago explicó que si 50 mil personas compran droga a un costo de $7 millones diarios y de esas personas se ponen a 30 mil en tratamiento, se le quita el negocio al narcotráfico. “Por eso es que estamos insistiendo en que la forma de bregar no es combatiendo el narcomenudeo sino con medidas de reducción de la demanda y con medicación masiva, no a nivel de cuatro gatos”, recalcó.

El plan
La directora de Assmca, Carmen Román Torres, afirmó que la intención es que el protocolo de buprenorfina llegue a la mayor cantidad de pacientes posible y a la mayor brevedad, pero reconoció que no saben cuántos dependientes a opiáceos hay en el país ni cuándo exactamente empezará a funcionar el programa.

“Esperamos tener el proyecto ya empezando, en parte, no todo, cuando comience a implantarse Mi Salud, pero sabemos que estamos aspirando a mucho. Depende de cuántos médicos estén certificados y cuántas farmacias dispuestas a repartir el medicamento”, manifestó.

La agencia que dirige Román Torres no tiene datos que apunten a cuántos potenciales pacientes de buprenorfina pueda haber en el país, pero la doctora adelantó que de los cerca de 8,300 que atienden con metadona algunos cambiarán al medicamento que se conoce como “la milagrosa”.

“Y sabemos que otros usuarios se van a acercar porque saben de las ventajas”, indicó. “Nuestra intención es llevarla a todos los pueblos porque el problema existe en todos los pueblos. Estamos preparándonos para impactar a todos los que la necesiten y cualifiquen para recibir estos beneficos”, declaró.

El asesor en el área de tratamiento de Assmca, Víctor Toraño, expuso que en el 2008 se comisionó un estudio para identificar usuarios y personas con dependencia cuyos resultados arrojaron unas ocho mil personas que habían utilizado heroína el año anterior. “Los números que están en este estudio no reflejan la realidad actual”, admitió el psiquiatra.

Aunque se ha señalado que el costo de la buprenorfina, mayor que el de la metadona, es una desventaja, Román Torres afirmó que a largo plazo la segunda en menos costo efectiva.

“La píldora (buprenorfina) es más cara, pero el tratamiento en sí es más barato”, mencionó al explicar que uno de los gastos adicionales con la metadona es que se necesita una enfermera para suministrar el medicamento, algo que no ocurre con la buprenorfina.

La mayor ventaja para un paciente de “la milagrosa” es que gana movilidad, algo imposible con el actual sistema que te obliga a buscar la metadona cada día en uno de los apenas seis centros que hay en la Isla.

“La buprenorfina le da libertad de movimiento de irse de un pueblo a otro, de vacaciones. Te da accesibilidad a la independencia y te da mucha privacidad. Nadie tiene por qué saber (que la persona está en tratamiento)”, declaró.

No hay comentarios:

Publicar un comentario