Más violencia sin sentido

Jueves 08 de Julio de 2010 10:00

No habrá funeral ni ceremonias póstumas. Así lo decidió la familia Blanca de los Santos Barbosa, una agente de la Policía que el próximo septiembre cumpliría 12 años en la agencia, nueve de los que esperó en vano por un traslado que nunca llegó para irse a Ponce, de donde era oriunda.



El gobernador Luis G. Fortuño decretó tres días de duelo con las banderas a media asta.



La agente, de 37 años de edad y madre de un niño de dos años, fue vilmente asesinada en la madrugada de ayer cuando una de las cientos de balas que narcosicarios disparaban hacia el Residencial Jardines del Paraíso, en la carretera 181 en Río Piedras, la alcanzó en un costado. Ella pasaba por el lugar a eso de las 3:45 de la madrugada conduciendo su guagua Suzuki Gran Vitara para entrar al turno de 4:00 de la madrugada a 12:00 del mediodía, en el Precinto Hato Rey Oeste, que ubica en el Residencial Manuel A. Pérez.



En esa balacera -que se escenificó en una de las entradas hacia Villa Capri, en Río Piedras y que de acuerdo a las autoridades fue obra de desalmados de los bandos de los Residenciales Las Dalias y Monte Park- también cayó otra víctima inocente, el bibliotecario Manuel Medina

Rivera, de 32 años de edad, que iba en dirección a Trujillo Alto, cuando las balas lo alcanzaron prácticamente frente a Jardines del Paraíso y herido de muerte siguió en su Toyota hasta el otro extremo de la vía, quedando en la entrada a Villa Capri.



La agente murió en el quirófano del Centro Médico de Río Piedras a eso de las 8:00 de la mañana. Varios agentes del Precinto de Río Piedras al llegar a la escena la auxiliaron y la llevaron en una patrulla hacia el Centro Médico, pero una bala le atravesó una arteria y se desangró.



Al Centro Médico llegaron los padres de la agente, donde supieron de su muerte y donde tomaron la decisión de cremar su cuerpo y en su momento disponer de sus cenizas, sin ceremonia oficial alguna.



El cadáver del bibliotecario pasó más de ocho horas en la escena y fue finalmente levantado después del mediodía de ayer.



La 181: zona cero de la narco guerra



Un grupo de agentes del CIC de San Juan inició la investigación y horas después se unieron agentes del FBI. En la escena se levantaron cerca de 300 casquillos de balas, muchos de ellos de rifles de asalto AK-47 y AR-15.



La situación de extrema violencia en Las Dalias y Monte Park, así como en otros vecindarios aledaños ha estado cobrando vidas casi a diario en los últimos meses. La violencia en la Región Policíaca de San Juan había cobrado hasta la madrugada de ayer 108 vidas, para un aumento de 17 comparado con el 2009.



El pasado 11 de junio las autoridades federales realizaron un operativo para arrestar a 77 individuos vinculados al narcotráfico en Monte Park, Monte Hatillo, San Martín y Jardines del Paraíso. Días después del operativo en esa vecindad fue asesinado un individuo que residía en Fajardo y que se encontraba al mando de las operaciones de tráfico de drogas en el sector.



También en junio, en una intervención del 'Grupo de los 100', un vecino de Las Dalias fue muerto en un supuesto intercambio a tiros con agentes.



También se registraron en esos días un atentado contra seis agentes de la Uniformada.



El pasado mes de febrero el superintendente de la Policía, José Enrique Figueroa Sancha, reclamó que había bajado la incidencia de asesinatos en esos sectores, por las intervenciones y operativos.



Sin embargo, la guerra ha continuado y elementos de Las Dalias luchan por controlar los puntos de los mencionados residenciales así como los de Jardines del Paraíso, al otro lado de la carretera 181 (Expreso Manuel Rivera Morales).



La agente asesinada vivía en Carolina y usaba con frecuencia la ruta de la carretera 181.



Posiblemente cuando entró en la zona donde los narcotraficantes disparaban ni se percató de lo que ocurría y al igual que el bibliotecario, al recibir los disparos ya no tenían oportunidad de detenerse y virar.



Se unen los federales



Un grupo de agentes del FBI se unió a la investigación que fue iniciada por investigadores de la División de Homicidios del CIC de San Juan, y participaban también en la recolección de evidencia, sin descartarse que asumirán jurisdicción en el caso.



La agente fue mortalmente herida a unos 25 pies antes de entrar al elevado en dirección de Trujillo Alto a Río Piedras. La bala la alcanzó por el brazo derecho y penetró al costado saliendo el proyectil.



En la marginal del lado contrario las balas de los sicarios alcanzaron al bibliotecario Medina Rivera, que conducía un Toyota Tercel en dirección a su hogar en Villas del Río en Trujillo Alto. Se encontraba próximo a la entrada a su derecha de la urbanización Park Gardens, donde ubica Jardines del Paraíso.



Siguió hacia la izquierda y atravesó los carriles quedando su Toyota Tercel prácticamente en la entrada de Villa Capri, donde estaban los sicarios.