Mano dura en los cruceros

29 Julio 2010

Mano dura en los cruceros
Nueva ley refuerza protección de los pasajeros



La legislación aplicaría a los barcos con 250 pasajeros, que recogen o desembarcan viajeros en aguas territoriales de Estados Unidos.Por Andrea Martínez / amartinez@elnuevodia.com

Los viajeros de cruceros podrán sentirse más seguros en sus viajes pues ayer el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó la ley para reforzar las medidas de seguridad en los cruceros.

Daphne Barbeito, presidenta de la Sociedad Americana de Agentes de Viajes (ASTA), capítulo de Puerto Rico e Islas Vírgenes, se expresó complacida pues la ley otorga legalidad a rigurosas medidas de seguridad ya vigentes en los cruceros. “Los casos de crímenes en cruceros son ínfimos”, dijo Barbeito, sin embargo, dijo que ahora se cuenta con una ley que establece directrices específicas a cumplir.

“Esta ley es bien importante, pues se pueden evitar accidentes. Todo lo que sea para la seguridad de los pasajeros nos ayuda”, dijo Josie Lopategui, presidente de la Asociación Puertorriqueña de Agencias de Viajes. Indicó que ha estado en barcos donde los balcones son muy bajitos y ella misma ha sentido temor por su seguridad.

La sección de viajes de USA Today llama de “histórica” la firma de la ley denominada “The Cruise Vessel Security and Safety Act”.

La nueva ley requeriría que los barcos tengan que reportar de inmediato al Negociado Federal de Investigaciones (FBI) y a la Guardia Costanera federal incidentes que involucren homicidos, muertes sospechosas, ciudadanos americanos desaparecidos, secuestros, agresiones, violaciones y otros incidentes serios a bordo.

Alerta de caída al mar

Entre las disposiciones, la ley establece la altura de por lo menos 42 pulgadas de alto para los barandales en cubierta, y mecanismos tecnológicos para detectar si alguien cae al mar; que las puertas de las cabinas tengan mirillas; sistemas de sonido de emergencia; que los barcos tengan sistemas de cámaras de vigilancia como apoyo para documentar el procesamiento de delitos, así como la confección de bitácoras para registrar informes de querellas específicas.

El estatuto requiere además, que los barcos tengan los llamados “rape kits”, medicamentos antirretrovirales y personal especializado en investigación forense abordo para atender querellas de ataques sexuales.

El director de ventas de la firma A&A Tours, José Crosas, indicó que los barcos de Royal Caribbean cuentan con los barandales a la altura requerida por la nueva ley. Dijo que los barcos nuevos tienen la mirilla y se trabaja para actualizar los restantes barcos.

“Lo importante de estas medidas es que son para evitar que los incidentes ocurran”, dijo Lopategui. Explicó que en Estados Unidos un grupo de familiares de víctimas presionaron a sus congresistas logrando la ley.

Barbeito manifestó que con la ley se confiere legalidad a protocolos ya existentes en los barcos, como dijo, son las restricciones dispuestas para que los miembros de la tripulación no puedan circular por el área de los camarotes de pasajeros.

“No se contaba con algo tan firme como una ley”, dijo Barbeito, pero subrayó que las firmas de cruceros toman medidas rigurosas para controlar la seguridad, como son retratar los pasajeros que salen y corroborar su entrada al barco, llaves personalizadas, etc. “Llevó 20 años trabajando con cruceros y puedo asegurar que los protocolos de seguridad son bien estrictos”, indicó.

La pieza busca asegurar que sean procesados actos criminales como robos, agresiones y violaciones, que por tratarse de aguas internacionales pudieran quedar en un limbo procesal, y no ser siquiera reportadas. La nueva ley entra en vigor en 18 meses. Crosas aceptó que había cierta laxitud al momento de procesar a imputados de delitos debido a que los barcos por estar registrados en el extranjero no se regían por los estatutos de Estados Unidos.

La legislación le aplicaría a los barcos con 250 pasajeros, que recogen o desembarcan pasajeros en aguas territoriales de Estados Unidos.

Crosas dijo que en 2009 se movilizaron 11 millones de pasajeros en Estados Unidos, y se espera que en 2010 esa cifra suba a 12 millones de personas.