Viernes 09 de Julio de 2010 10:00
Lo primero que preguntó a sus padres preadoptivos fue si habían llorado en su ausencia. Luego de escuchar su respuesta, preguntó por el casco y el bate.
Después de recibir los besos y abrazos de la familia Nieves Torres, que lo crió por dos años y medio, comenzó a jugar con todos los juguetes que había dejado en el hogar y que seguramente extrañó por aproximadamente un mes.
Yanira Torres y Alberto Nieves recibieron al menor como a eso de las 8:30 de la mañana, tres horas y media antes de que se venciera el plazo que dio el juez Héctor Clemente, del Tribunal de Bayamón, al Departamento de la Familia (DF) para que devolviera al niño a las personas que estaban certificados como padres preadoptivos.
Torres contó que al principio estaba temeroso, pero poco a poco volvió a sentirse en su casa. "Fuimos al cuarto y me preguntó si había llorado y me dijo 'mami'", narró.'
El niño pedía el juego de motora del 'Playstation' y les enseñaba a todos el dominio y los "trucos" que le enseñó su hermano. Aunque necesitaba sólo un control para jugar, se puso el casco de pelota.
"Juega papi", le decía el niño a Nieves, quien confesó que dudó en un momento que volvería a ver al pequeño.
"La fuerza me la estaba dando Dios. Gracias a Dios ya lo tenemos aquí", dijo Nieves.
"Ahora vamos a disfrutar lo que queda del verano y todo lo que no pudimos disfrutar el tiempo que no estuvo con nosotros", agregó.
El pequeño de cuatro años disfrutó en la tarde de ayer de una fiesta que le organizó su familia. Con casa de brinco, globos, letreros que leían 'Welcome Home' y el tan esperado bizcocho. Vecinos y amigos celebraron la llegada del menor.
Lucharán por la adopción
Aunque no entiende el porqué su familia pasó por esta experiencia, está claro que "esto no termina aquí". "Vamos a luchar por la adopción, por eso hemos llegado hasta aquí", sostuvo Nieves.
Tanto Nieves como Torres piden a la secretaria de la Familia, Yanitsia Irizarry, que "nos dé la oportunidad de adoptar y seguir la vida que vivíamos antes que pasara todo esto".
"Queremos paz", expresó Nieves, quien en reiteradas ocasiones ha dicho que no se ha lucrado de la mensualidad que el DF le da para el niño. Esto, en respuesta a las expresiones de Irizarry a tales efectos.
Torres, por su parte, recordó los momentos que ha vivido con el niño desde que llegó a su hogar. "Él llegó a nosotros un 24 de julio de 2007 y lo veo como un hijo y lo aprendí a querer y amar aunque no lo tuve en mi barriga".
Contó que cuando recibieron el niño en su casa no se atrevía ni a bajar un escalón, poco a poco fue perdiendo el miedo y hasta sus hermanos le enseñaron a hablar.
Durante el proceso judicial se supo que la familia de Caguas que tenía al pequeño en su hogar, presentó la solicitud de adopción ante el Tribunal.
A esa nueva familia que interesaba adoptarlo, Torres le dio "las gracias por cuidarlo todo este tiempo y por el amor y el cariño que estoy segura le dieron en nuestra ausencia".
El 30 de junio la jueza Griselle Robles Ortiz ordenó a la agencia devolver la custodia del menor en un plazo de 24 horas. Luego de dicha orden, el Tribunal Apelativo validó dicha sentencia, desestimó la Solicitud Urgente de Oposición y Desestimación y denegó la Moción en Auxilio de Jurisdicción que presentó el DF.
Por su parte, el alcalde de Toa Baja, Aníbal Vega Borges, pidió a la Titular de Familia que "desista de privar a estos padres de la adopción que ellos quieren. Aquí hay un ambiente familiar de cariño y respeto"
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