viernes, 2 de julio de 2010

Ataque policiaco hizo más fuertes a madre e hija

viernes, 2 de julio de 2010
Sara M. Justicia Doll / Primera Hora
Caguas. Cual leona que defiende con sus garras y dientes a su cachorro del peor animal de la jungla, Betty Peña, de 52 años, intentó defender a su hija Elisa Ramos Peña, de 17 años, de los “depredadores” azules y, al final, lograron salir de la violencia que reinó el miércoles en el Capitolio.

Ayer, tras el abusivo ataque que sufrieron por parte de la Policía, ambas aseguraron que el dolor físico les servirá de fuerza. Ese dolor no se compara con la gran angustia que les provocan los atropellos contra el pueblo, dijeron.

En las portadas de los principales diarios del país se observó a Elisa sujetar el brazo de un oficial de Operaciones Tácticas que la quería inmovilizar agarrándola por el cuello. Su madre permanecía en el suelo y con los ojos llorosos por los efectos del gas pimienta. Sobre ellas, un corpulento agente de la Unidad de Operaciones Tácticas con macana en mano.


Agresiones y macanazos en protesta estudiantil en el Capitolio Madre e hija ayer se hicieron exámenes médicos, ya que la menor sufrió contusiones en la cabeza, laceraciones en el brazo y efectos del gas pimienta en la cara, debajo de los ojos. Su madre, que sufre condiciones respiratorias, se vio afectada por el gas pimienta y dolores en la espalda.

“El reclamo que fuimos a hacer ayer, no es el reclamo de los estudiantes, es el reclamo de un pueblo, el país es nuestro y como líder comunitaria me veo en la obligación de reclamar un mejor futuro para mis hijos y nietos, se trata de defender lo que es de todos, este país de gente noble y de gente digna no es para los legisladores corruptos ni para unos pocos”, dijo ayer Peña maestra de la escuela Haydeé Caballero, de Caguas.

Betty y Elisa narraron a Primera Hora que llegaron en son de paz para unirse a la manifestación por lograr la garantía del acceso del público general a las gradas del hemiciclo.

“Estábamos en el área del estacionamiento con otras personas que participaban de la manifestación. De repente, nos dijeron que teníamos que desalojar esa área cercana al estacionamiento en el ala norte y todo fue con fuerza bruta. De momento caí y me agarraron por el pelo para sacarme, mi mamá tuvo que arrastrarse porque tiene problemas de espalda”, narró Elisa.

La joven cursará el grado doce y aspira a convertirse en contable después de estudiar en la Universidad de Puerto Rico.

“No voy a permitir que me pisoteen, tengo planes futuros para ir a la Universidad, por lo tanto tengo que luchar desde ahora. Volvería a participar de manifestaciones porque lo que no me mata me hace más fuerte, mejor persona”, dijo la jovencita.

Su madre sostuvo que es responsabilidad del pueblo luchar contra los narcotraficantes, contra los líderes corruptos, contra un “gobernador inepto, contra un secretario de Justicia que no está en el país y contra un superintendente que somete al pueblo a través de la obediencia, es decir, contra unos líderes que hacen lo que les da la gana”.

El doctor que examinó a Betty determinó que tenía las vías respiratorias bien inflamadas y que requeriría de terapia. Mientras, se espera por que el plan médico apruebe que se le realice un CT Scan a Elisa en la cabeza donde ayer todavía lucía chichones y sufría profundo dolor.

Ayer, Elisa le envió un mensaje al Gobernador para que pida la renuncia del superintendente de la Policía, José Figueroa Sancha.

Su madre aprovechó para recordarle a Luis Fortuño “ su palabra de hombre” y que evite que la propia Policía atente contra mujeres como se vio en el Capitolio.

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