martes, 8 de junio de 2010

Vital aumentar producción local de alimentos

Vital aumentar producción local de alimentos

Por Liz Arelis Cruz Maisonave
Cortesía El Vocero
Miércoles, 2 de Junio de 2010

El secretario de Agricultura, Javier Rivera Aquino, reconoció que en Puerto Rico se debe aumentar el cultivo y producción de alimentos para consumo local, pero desfavoreció la aspiración que pretenda producir el 100% de lo que se consume en la Isla.



Para el funcionario, es indispensable lograr una flexibilidad en los patrones de producción e importación de alimentos, que permita moverse rápidamente de uno u otro, dependiendo de la situación que atraviese la Isla.



Para los críticos del sistema actual, Puerto Rico está en peligro de padecer inseguridad alimentaria si acaeciera una crisis que inhabilitara sus puertos. Sin embargo, la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA) indicó ayer que la red de importadores tiene capacidad de abastecer a la Isla por más de cuatro semanas, dependiendo del producto.



"Podemos ser bien puritanos y decir que queremos que el 100% de lo que consumimos se produzca aquí, pero eso no necesariamente es bueno, como tampoco es bueno que todo venga de afuera. Lo ideal es tener un balance", expresó Rivera Aquino. "En el siglo XIX y XX, el 100% de lo que se comía se producía aquí, entonces venía un huracán y se destruían los cultivos, se ahogaban las vacas, se nos acababa el suplido local y terminaba el acceso físico a los alimentos".



Por ejemplo, Rivera Aquino señaló que lo ideal es que, en caso de un terremoto, una guerra o huelga, que inhabilitara los puertos para recibir mercancía, se logre la flexibilidad para aumentar la producción local rápidamente con abastos de semillas y otras alternativas que permiten las nuevas tecnologías de producción de alimentos. Mientras, en caso de catástrofes como huracanes, que destruyan la producción local, lo más importante sería tener los contactos en el exterior para lograr un aumento en la importación de los productos que garanticen una seguridad alimentaria.



"Un huracán pasa por la Isla cada ocho a diez años. Llevamos casi doce años que no ocurre un huracán que ocasione daños en toda la Isla. Si ocurriera alguno, pues entonces, compramos afuera. Pero peor es lo que tenemos hoy, que se importa casi todo y no se tienen abastos. Peor que un huracán, es una interrupción en el flujo de carga porque no va a haber suficiente alimento en la Isla", afirmó el presidente de la Asociación de Agricultores, Ramón González.



Pero la Presidenta de MIDA, Carmen Laura Marrero, rechazó que en caso de catástrofes de grandes magnitudes, se pueda padecer de inseguridad alimentaria. Entiende que la experiencia en huracanes como Georges y Hugo es la mejor evidencia de ello.



"Los elementos que componen el sistema de alimentos local conocen cómo se maneja el mercado y tienen sus abastos necesarios para suplir la demanda durante una situación de emergencia. De hecho, durante la temporada de huracanes se hace todo lo posible por mantener el inventario de alimentos, y dependiendo del tipo de producto y su vida útil, el inventario podría ser de sobre cuatro semanas", expresó Marrero, quien admitió la necesidad de aumentar la producción local a más del 20% actual.



El balance y el arroz

El balance al que apela Rivera Aquino depende del tipo de producto del que se trate. Por ejemplo, la producción de pollo actualmente alcanza el 12% de lo que consumimos, cuando entiende que debería ser un 50%. Confía que, con la reapertura de la fábrica Picú, la producción aumente al 35% en tres años. En otros productos, sin embargo, el balance ideal puede ser otro. Por ejemplo, en la leche se produce casi el 100% de lo que se consume.



El arroz es un producto particular. Forma parte de la dieta diaria de la mayoría de los puertorriqueños. Sin embargo, ya no se produce localmente. El profesor Cruz Manuel Ortiz, quien imparte cursos de Historia de Puerto Rico y el Caribe en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Humacao (UPR-RH), recordó que para el año 1973 hubo una crisis por la falta de arroz en la Isla.



El Gobierno trató de poner un impuesto a los cereales. El único importador, J. Gus Landa, optó por cesar las importaciones. Los abastos de arroz se acabaron y, recordó Ortiz, ocurrieron motines en supermercados por la escasez.



"Lo hemos integrado tanto a nuestra cultura que, sin arroz, no hay alimentación. Aunque haya otras alternativas", comentó.



El profesor Enrique López, de la UPR-RH, luego de hacer un análisis estadístico sobre la disponibilidad de arroz y el cambio poblacional, estimó que el consumo de arroz per cápita en la Isla se reduciría de aquí a 25 años. La razón, es que habrá menos disponibilidad del producto, mientras habrá un aumento poblacional.



Incluso, presentó a EL VOCERO una gráfica en la que se evidencia una reducción de más de 200,000 libras de arroz disponibles entre el 2007 y el 2009. Mientras, el consumo se redujo en menos de 100,000 libras diarias. Para el 2007 el arroz disponible alcanzó el millón de libras diarias, mientras que el consumo era de unas 900,000. En el 2009, el consumo y la disponibilidad estaban casi parejas –en unas 700,000 libras diarias

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