martes, 8 de junio de 2010

Demanda a Walgreens por botarla de una de sus tiendas

Demanda a Walgreens por botarla de una de sus tiendas
Maritza Burgos sabe con 20 minutos de antelación que sufrirá un ataque epiléptico cuando Thunder le pone sus patas sobre su pecho. Esto le da la oportunidad de tomar las debidas precauciones. (Primera Hora / Juan Luis Martínez)
viernes, 26 de marzo de 2010
Mariana Cobián / Primera Hora
Una mirada es suficiente para saber si va a sufrir un ataque de pánico o epiléptico pocos minutos más tarde.

Maritza Burgos lo que quiere es poder tener una vida normal, dentro de su incapacidad, para lo que es asistida por Thunder, un hermoso Siberian Husky certificado como perro de servicio que lleva ocho años a su lado y le ha salvado la vida tres veces.

“Es como parte de mí. Él es el que me da seguridad de yo poder salir y estar tranquila. Es mi mejor medicina. Mi ángel guardián”, expresó Burgos, quien era asistente administrativa de varias compañías antes de ser incapacitada hace 10 años, luego de sufrir dos accidentes de auto, de depresión y de los ataques.

Con apenas poner sus patas en su pecho, ya ella sabe que en 20 minutos sufrirá un ataque, por lo que debe tomar las debidas precauciones.

Gracias a eso, puede salir de su hogar sin temor.


Pero el desconocimiento de algunos le hizo pasar tremendo mal rato, a tal punto que tuvo que entablar una demanda a nivel federal por violación a la Ley para Personas con Discapacidades (ADA) y por ser humillada al ser expulsada de una farmacia por tener a su perro consigo.

La mujer de 39 años relató que el 28 de marzo de 2009, fue a la farmacia Walgreens de Los Paseos, en Río Piedras, a comprar unos medicamentos acompañada por su ex esposo y sus hijos de 15 y 16 años.

Ya dentro de la tienda, el asistente de gerente, identificado por su apellido Vázquez, se le acercó a su ex esposo y le dijo que tenía que salir.

Según Burgos, Vázquez le dijo: “Me haces el favor y me sacas a ese perro de aquí”. Su ex pareja trata de explicarle que es un perro de servicio, a lo que el empleado le contesta: “Tú no eres ciego ni ella es ciega tampoco”.

Ella sacó los documentos que establecen que es incapacitada y el número de registro de Thunder como perro de servicio -algo que ni siquiera tiene que hacer-, pero alegó que él le contestó: “No me importa, te sales ahora mismo”.

“Fue horrible. Yo me sentí tan humillada y violada de mis derechos. Que vengan a tratar a uno así sin poder uno ni siquiera expresarse”, recordó.

Abogadas defensoras de animales le orientaron que demandara, y así hizo el miércoles por $800 mil. Es representada por Francisco Troncoso.

Burgos recalcó el desconocimiento que hay entre muchos, que piensan que los únicos que necesitan perros guías son los ciegos, cuando hay cientos de condiciones para las personas pueden ser asistidas por animales.

Por tal razón, fundó la fundación Thunder Hugs, con el correo electrónico thundershugs@gmail.com.

El director de Asuntos Regionales de Walgreens, Edwin Rodríguez, dijo que no ha recibido la demanda.

“Nosotros somos cumplidores y observadores de todas las regulaciones que nos aplican. Ésa es la política. Tenemos que ver de qué se trata en sus méritos y referir el asunto a la división legal”, destacó Rodríguez

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