lunes, 14 de junio de 2010

Verdades saludables

Verdades saludables
lunes, 14 de junio de 2010
Janet González Bolívar / Primera Hora
Ni leer con poca luz le hace daño a los ojos ni comer chocolate causa acné o migraña. Estas creencias comunes, así como tantas otras, podrán estar bastante extendidas entre la población, pero carecen de validez científica.

Así lo establece el Dr. Raúl Hernández Chuan, quien explica que -como buenos mitos populares- se trata de concepciones erróneas que “se transmiten de generación en generación”. Y si bien es cierto que hay personas que saben diferenciar la ficción de la realidad, el especialista en medicina interna advierte que las que -por el contrario- dan los mitos por buenos se corren ciertos riesgos.

En este punto, el galeno recuerda que la información ofrece poder y, cuando se trata de la salud, en muchos casos puede salvar vidas. El conocimiento apropiado de cómo tratar una enfermedad o sobre las medidas a tomar para prevenir una condición médica, por ejemplo, siempre ayudará a tomar las decisiones correctas sobre los asuntos relacionados con el bienestar físico.

“Saber discernir entre mitos y verdades va a evitar posibles complicaciones y ayudará a que se diagnostiquen o detecten a tiempo posibles enfermedades que en ese momento sí tienen cura. Ahora mismo la medicina está tan avanzada y cada día hay más descubrimientos médicos que uno debe asistir a los chequeos médicos rutinarios”, destaca el Dr. Hernández Chuan.

“Y nunca debes creer por completo lo que te puedan decir otras personas sobre las formas de tratar un padecimiento porque cada ser humano es médicamente individual. Así que no dejarte llevar por las experiencias de otras personas”, concluye el experto.

Para que tengas la orientación correcta sobre distintos males, el Dr. Hernández Chuan desmiente algunos de los mitos médicos más comunes en nuestra sociedad.

Mito: Comer comidas picantes con regularidad causa úlceras estomacales.

Realidad: La causa número uno de las úlceras pépticas es la presencia de la bacteria H. pylori en las paredes del estómago. Esta bacteria se activa con el ácido clorhídrico que tienen, por ejemplo, los relajantes musculares comunes, y ahí es entonces que se produce la úlcera. “Aunque ciertos alimentos las agravan, no es correcto pensar que el picante te vaya a causar úlceras. Si fuera así, cómo se puede explicar que uno de los países con menor incidencia de úlceras es México, donde se consume tanta comida picante”, precisa el Dr. Hernández Chuan.

Mito: Sentarse en superficies calientes, como el bonete de un carro, provoca infecciones de orina.

Realidad: Son las bacterias, y no las áreas calientes, las principales causantes de las infecciones urinarias, tanto en hombres como mujeres. “No hay ninguna relación con la temperatura de las superficies”, revela el internista.

Mito: Consumir mucha azúcar causa diabetes.

Realidad: La causa más común de la diabetes tipo 2 es el factor hereditario. Lo que sucede es que cuando una persona come en exceso, todo lo que consume se convierte en grasa y -si hay esa herencia familiar-, entonces se puede desarrollar un cuadro diabético. “No todos los obesos son diabéticos, pero casi todos los diabéticos tipo 2 son obesos”, aclara el especialista.

Mito: “Coger sereno” en la noche provoca catarro, por el cambio en temperatura.

Realidad: Si bien un cambio brusco en temperatura puede producir un descontrol en el cuerpo que conlleve un cuadro viral o bacteriano, esto no significa que estar en exteriores durante la noche genere un catarro. “Tú puedes salir y no te pasa nada, porque el llamado sereno no es la causa que te dará un virus. Es importante aclarar, de paso, que la fiebre es un mecanismo de defensa del cuerpo, que -para tratar de eliminar o matar esa bacteria o virus- sube la temperatura del organismo”, detalla el doctor.

Mito: Usar una computadora, leer con poca luz y sentarse muy cerca del televisor es malo para los ojos.

Realidad: Aunque las primeras dos actividades cansan los ojos y se asocian con la fatiga visual, no son prácticas dañinas. En el caso de la televisión, el National Eye Institute de Estados Unidos sostiene que no existe prueba científica que indique que sentarse cerca del televisor afecta la buena visión.

Fuente: Dr. Raúl Hernández Chuan, internista

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