jueves, 18 de marzo de 2010
Darisabel Texidor Guadalupe
Para Primera Hora
Criaban perritos de raza en condiciones infrahumanas y luego los vendían, pero las autoridades lograron evitar que continuaran maltratando a los indefensos animales.
El matrimonio de Carlos Irizarry y Carmen Muñiz fueron sentenciados por la jueza Magaly Galarza a un mes de probatoria por cada cargo luego que ésta acogiera el informe de presentencia acordado por las partes.
La pareja fue acusada por 212 cargos de violaciones a la Ley 67 de maltrato de animales luego de que un operativo de la Sociedad Protectora de Animales, el Cuerpo de Vigilantes del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales y la policía dejara al descubierto las pobres condiciones de vida de los más de 200 perros que albergaban hacinados en jaulas en una finca de cinco cuerdas del sector La Cuchilla del barrio Río Chiquito de Ponce.
De los 212 cargos, cuatro eran de carácter grave, los que fueron reclasificados como menos graves tras el acuerdo entre el abogado Pablo Colón y la fiscal Ruz Torres. Además 12 de los cargos menos graves fueron desestimados durante el proceso y todos se basaban en la antigua Ley de Maltrato de Animales. La sentencia de los 196 cargos es concurrente, por lo que sólo cumplirán un mes.
“Ellos no trataron esos animalitos como seres vivos, ni mucho menos con respeto”, dijo William Quiñones de la Sociedad Protectora de Animales de Ponce.
Además expresó que aunque no está complacido con la sentencia, está satisfecho con el trabajo investigativo que se realizó y con el precedente que establecieron ante tan dramático caso de maltrato de animales.
“La acción rápida durante el operativo logró que pudiéramos salvar a muchos de los animalitos”, sostuvo Quiñones.
Éste comentó que la mayoría de los perros y gatos encontrados fueron salvados, cuidados en el Albergue de Animales de Ponce y dados en adopción y otros murieron a causa de las enfermedades que sufrían.
“Que la gente sepa que la Sociedad seguirá vigilante y combatirá de frente todo tipo de maltrato a los animales”, aseguró Quiñones.
El abogado de la pareja, Pablo Colón, expresó que desde el momento de las acusaciones el matrimonio perdió el único sustento que tenía, provocándole serios problemas económicos.
Del mismo modo, aseguró que la pareja no provocó maltrato deliberadamente a los animales, lo que denominó como “un abuso” contra dos personas que solo buscaban ganarse el sustento de su familia.
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