martes, 15 de junio de 2010

Sin complejos el español de aquí

15 Junio 2010
Sin complejos el español de aquí
La Academia Puertorriqueña de la Lengua Española promueve una campaña multimediática a favor del uso de la variante boricua del español


Por Ana Teresa Toro / ana.toro@elnuevodia.com

Dilo. Es imperativo y es la propia Academia Puertorriqueña de la Lengua Española la que te invita a que lo hagas.

Se trata de una serie de proyectos promovidos por la Academia que tienen como intención realzar el valor del español de Puerto Rico, toda vez que se acerca el conocimiento académico a la comunidad. Series de talleres, una nueva revista y una activa campaña denominada: “Español puertorriqueño: ¡Atrévete y dilo!” son algunos de los esfuerzos que la entidad cultural -bajo la dirección de José Luis Vega- está trabajando para lograr que el público se aproveche del conocimiento que se genera en torno a la herramienta social más importante: nuestra lengua.

Los esfuerzos también han sido un modo de lograr que la institución se sostenga pues, aunque aún no ha trascendido, la Academia perdió recientemente la mitad de su presupuesto; algo que puso en jaque sus posibilidades de sobrevivir.

“Fue un recorte de un 50% en el subsidio que le ofrecía el Gobierno (de $100 mil a $50 mil); algo drástico. Nuestro interés es mantener el mismo nivel de productividad que teníamos”, explicó Vega, quien confirmó que han logrado mantener los pocos empleados con los que operan; algo que ha sido posible porque el trabajo tanto de los integrantes de la Junta de Directores como de los académicos se realiza ad honórem.

La situación actual de la Academia, si se compara con la del resto de las 22 instituciones hermanas en Iberoamérica, tiene que ver, como casi todo, con el status político del País.

“Existe un convenio, el de Bogotá (1960), que está suscrito por casi todos los gobiernos de Hispanoamérica. En él los países se comprometen a dotar a las academias de una sede digna para celebrar sus trabajos y reuniones; en segundo lugar, a otorgar una dotación económica. Puerto Rico no tiene la facultad política, por no tener presidente, ministerios de relaciones exteriores y demás poderes, para suscribir un convenio como ese”, detalló Vega, quien es de la opinión que dicho acuerdo internacional ha sido respetado en menor o mayor medida por los gobiernos de turno.

Fue así como de operar con $4 mil al año, poco a poco, alcanzaron el presupuesto de $100 mil y bajo la incumbencia de la ex gobernadora Sila María Calderón obtuvieron la sede en el Cuartel de Ballajá.

“La Academia es una de las mejores cartas de presentación internacional de la sociedad puertorriqueña. En el concierto de las 22 academias, la nuestra es una de las más reconocidas por la calidad y seriedad de sus trabajos y por el modo en que se proyecta”, celebra.

“Hemos querido crear estas herramientas para que la gente comprenda que el trabajo académico es dinámico, y entre otras cosas, busca generar ese sentido de orgullo hacia el español que nosotros hablamos que es el dialecto caribeño”, apunta Vega.

Múltiples esfuerzos, una sola voz

La segunda edición de la revista “Dilo” publicó recientemente y continuará así de modo trimestral, luego de su primera edición en octubre.

Su apariencia llamativa en el diseño y en la tipografía para nada se asemeja a los típicos textos académicos en los que abundan las notas al calce y escasean las imágenes.

“La revista es de una línea definitivamente didáctica; abordando el idioma de una manera amena, comprensible, que no intimide y con un espíritu constructivo. Queremos trabajar con las nociones que se tienen en el País sobre la variedad puertorriqueña. También habrá datos curiosos”, adelanta Maia Sherwood, editora de la publicación.

Un tema importante en el esfuerzo será la inseguridad lingüística del puertorriqueño.

“Partimos de la convicción de que el puertorriqueño sufre una especie de complejo lingüístico y se ha difundido mucho la idea de que el español de Puerto Rico es de menor categoría que, por ejemplo, el de España, México o Argentina y eso es falso”, establece Vega, quien atribuye esta percepción a razones como la creencia de que la influencia del inglés históricamente ha producido una lengua maltrecha; la razón histórica de que el español del Caribe, por estar más alejado de los centros de poder y culturales ubicados en lo que hoy día son México y Perú, se quedó atrás en su desarrollo; y finalmente el centenario enfrentamiento entre el español y el inglés.

“Nuestro español es tan bueno y tan malo como el de cualquier otro país”, asevera Vega.

“En algunas áreas hay mayor influencia del inglés por razones inevitables, como el que se utilice como lengua administrativa, pero en la zona viva del idioma y en el español literario la fortaleza respecto al inglés es semejante a la de otros hispanohablantes, porque es nuestra lengua vernácula la que se necesita para enamorarse, para pensar”, finaliza Vega, quien con esta campaña invita entusiasmado al hablante boricua a que diga sin miedo palabras como fracatán, prángana, jincho, maceta, macacoa, pasme, frisa, atrecho, embeleco, sorbeto y pasme, entre otras tantas creaciones de nuestra lengua viva.

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