miércoles, 9 de junio de 2010

Paso a paso la recuperación luego de abusos sexuales

miércoles, 9 de junio de 2010
Arys L. Rodríguez Andino
Primera Hora

La fortaleza interna que tiene la joven abusada por su padre desde los siete años hasta los 20 pudo más que el temor y la vergüenza, lo que demuestra que dejó de ser víctima para convertirse en una sobreviviente.

“Lisa”, la joven entrevistada en exclusiva por Primera Hora, posee lo que en psicología llaman resiliencia, una capacidad para poder manejar las circunstancias adversas.

“Esa resiliencia no la tiene todo el mundo. Poder manejar unas circunstancias tan adversas, sobreponerse a ellas, crecer y seguir adelante. Ella denota tenerlas por el acto de que pudo proteger a sus hijos”, analizó la catedrática y ex presidenta del Colegio de Trabajadores Sociales Doris González Torres.

En casos como el de esta joven, muchas veces las víctimas pierden la capacidad de protegerse. “A pesar de a lo que fue sometida, el espíritu de ella, esa voluntad, sobrevivió ese ataque. Las tenemos que no pueden protegerse a ellas ni a sus hijos”, señaló.

Los años de silencio de las víctimas son frecuentes en los abusos sexuales. El temor y la culpa son emociones que afloran en los patrones de abuso.

“La amenaza vino primero y, cuando vino en la niñez, fue creída; entonces crea mucho temor en la víctima y en el abusador un poder que no tiene límites”, explicó la doctora, quien añadió que el agresor también busca que la víctima se sienta cómplice del patrón de abuso.

Decirle al menor que la agresión sexual es una demostración de amor o un secreto entre ellos es la típica modalidad de los abusadores sexuales.

“Eso es lo típico. Es un secreto porque quieren continuar el abuso. Decir que es un secreto es suficiente para que un menor se calle”, expuso Magdalena Cruz, trabajadora social del Proyecto Pasos de las Mujeres del Recinto de Ciencias Médicas.

Para que Lisa se recupere es esencial que las personas que tiene cerca le crean y que el Estado haga lo que le corresponde.

“Cada cosa que pasa contribuye o no contribuye a su proceso de recuperación. Para las víctimas (el encarcelamiento del agresor) es importante porque es una validación de que lo que pasó fue verdad, que ella no tuvo la culpa, que ella habló cuando pudo hablar. Es importante que tenga sistemas de apoyo; si no hay familia, externos. El proceso de ayuda es vital para manejar las secuelas del abuso”, expuso Cruz, quien trabaja con sobrevivientes de violencia doméstica y violencia sexual.

Aunque tomará tiempo, la trabajadora social cree que es posible que la madre de tres niños supere lo ocurrido. “La gente es capaz de recuperarse. Eso no significa que no lo va a recordar, pero va a llegar el momento en que no le va a causar el mismo dolor”, sostuvo.

“La fortaleza la tiene. Denunció y continuó. La clave está en que ella temió que le quitaran los hijos y ella dijo 'hasta ahí'”, señaló al indicar que la joven debió temer que sus hijos terminaran con su padre.

Pero, como la recuperación no es algo mágico, ella necesita ayuda de las autoridades, las mismas que no tuvo cuando era abusada por su progenitor, un septuagenario ahora tras las rejas.

“Y no puede ser cualquier psicólogo. Se supone que Justicia le ayude a buscar servicios”, destacó Cruz.

El componente espiritual, que no necesariamente está relacionado con iglesias, también puede contribuir al proceso de sanación.

“Ya ella es una sobreviviente y puede ser instrumento de ayuda para otras mujeres”, expuso.

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