sábado, 27 de marzo de 2010

Necesitan a sus perros para vivir

Necesitan a sus perros para vivir
sábado, 27 de marzo de 2010
Mariana Cobián / Primera Hora
Son parte de ellos.

Maritza necesita a su perro Thunder para que le avise si le va a dar un ataque de pánico o epiléptico.

Raymond no puede viajar en avión sin su can Akiffa.

Sus perros no son mascotas comunes y corrientes. Son animales de servicio, en el caso de Raymond, de compañía, recetado por su médico.

Ambos se mostraron preocupados por el desconocimiento que hay entre la ciudadanía sobre el tema, ya que piensan que los únicos perros que pueden entrar a lugares públicos son los guías de los no videntes, cuando existen animales que trabajan para personas con ciertas condiciones que limitan su diario vivir.

En el caso de Maritza Burgos, Thunder le avisa hasta 20 minutos antes si va a sufrir de un ataque de pánico o epiléptico para poder tomar las precauciones debidas. También la asiste una vez le da.

No sale ni de aquí a la esquina sin su Siberian Husky.

“Cuando Thunder llegó a mi vida, mi vida empezó a mejorar un montón”.

Relató que cuando vivía en Florida, le dio un ataque y fue Thunder quien salvó su vida.

Dijo que estaba sola en el segundo piso de su casa cuando le dio un fuerte ataque de pánico y no tomó las medidas, cuando Thunder le avisó de antemano, porque estaba ocupada. Sus medicamentos estaban en el primer piso.

Después le dio un ataque epiléptico. Mientras, Thunder estaba al frente mirándola, haciéndole señas con la cabeza de que lo siguiera.

Ella lo agarró por el collar y él la llevó, bajando las escaleras.

“Él se mantiene pegado a mí y baja conmigo paso a paso y se pone bien sólido, que yo me puedo agarrar de él y hacer balance. Yo no sé cómo bajé, pero Thunder me hizo bajar y no me pasó nada y yo tenía la mente en otro sitio”, narró la mujer de 39 años, incapacitada desde el 2000.

Logró llegar a la cocina y tomarse sus medicinas. Cuando retoma el control, llamó a su médico y enviaron una ambulancia.

“Me hacen un análisis y vieron que el ataque fue tan fuerte, que me pude haber muerto si no tomaba los medicamentos. Después le hicieron un reconocimiento a Thunder los bomberos de Florida y lo declararon héroe”, expresó orgullosa Burgos, quien sometió una demanda federal contra Walgreens por echarla de una de sus farmacias por estar con su perro de servicio.

El perro de Raymond Nevárez no es de servicio, sino de compañía, igual que el de su esposa. Ambos padecen de los nervios y sus médicos les recomendaron entrenar perros para que les sirvan de compañía, específicamente cuando viajan en avión.

El director de obediencia de la Federación Canófila de Puerto Rico entrenó a Akiffa y a Popeye, dos Basset Hounds que los acompañan.

Al tomar un avión, mayormente para visitar a su hijo en Estados Unidos, lleva una certificación médica que indica que necesita ir con su perro.

“El perro es mi terapia. Me ha ayudado a sentir otra vez, valerme por mí mismo”, manifestó Nevárez, de 49 años, quien aclaró que su perro es de servicio psiquiátrico y no está certificado como uno de asistencia como tal, por lo que no puede ir a todos sitios con él.

Destacó que a veces necesita usar silla de ruedas porque tiene una rodilla lastimada, y está entrenando a Fifi, una perra con mezcla de labrador y dálmata, a asistirlo.

El residente de San Juan recalcó que ya Fifi le recoge las cosas del piso y abre gabinetes cuando necesita algo. Luego hará las gestiones para certificarla como perro de servicio.

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