lunes, 14 de junio de 2010

Le disparó en su cara y corazón

Le disparó en su cara y corazón
DOBLE CRIMEN Los cuerpos de Iris Muñoz Camacho y Edwin Torres Correa son retirados del pub El Progreso del Jibarito, en Guayanilla. (Para Primera Hora / Edgar Vázquez Colón)
lunes, 14 de junio de 2010
Bárbara J. Figueroa Rosa / Primera Hora
Un lío de maldeamores y homofobia.

Iris Muñoz Camacho había decidido culminar la relación de casi una década que tuvo con su compañero consensual Luis Rodríguez Camacho, un hombre que conoció cuando tenía 23 años y que acogió como suya a una niña que tenía de una relación anterior. ¿La razón? Los celos mal infundados que él le manifestaba -incluso por las amigas travestis de la mujer, quien trabajaba como agente de la unidad de Operaciones Tácticas de Ponce-, que habían traído la violencia doméstica al hogar, acabando así la felicidad y paz que imperaban.

El último arranque surgió el sábado pasado cuando aparentemente cegado por los celos Rodríguez Camacho, quien trabaja como armero en el complejo correccional Las Cucharas, en Ponce, llegó hasta el pub El Progreso del Jibarito, en Guayanilla, y arremetió contra la mujer que decía amar, una amiga travesti de ésta, conocida como “Christie” (Luis Daniel Alvarado) y el dueño del bar Edwin Torres Correa.

Eran poco más de las 7:00 de la noche cuando Rodríguez Camacho, de 41 años, llegó al lugar que ubica cerca de la plaza de recreo Luis Muñoz Marín. Su intención al llegar al negocio era contundente. Así que, sin mediar palabras, fue enseguida tras sus víctimas.

“Estábamos sentadas en la barra tomándonos unas cositas cuando lo vi entrar. Él (Rodríguez) caminó derechito para donde Yayito (como le decían a la víctima) y le disparó de frente un montón de veces. Empezó en la cara y después le tiró al corazón. Después fue donde el otro muchacho y pum, pum, pum, le disparó otro montón de veces. Yo me salvé porque salí corriendo enseguida fuera del negocio y con todo y eso mira como me dejó”, relató a Primera Hora Christie, quien milagrosamente sobrevivió al atentado. Aun así una bala le rozó la nariz y fracturó su tabique, por lo que tuvo que ser operada de emergencia ayer en el Centro Médico, de Río Piedras. Su recuperación, en cambio, fue satisfactoria, por lo que pudo ser dada de alta.

Sin embargo, su querida amiga, Yayito, quien dejó huérfana a una niña de 11 años, no corrió la misma suerte. Tanto ella como Torres Correa, de 28 años, murieron en el acto.

Huye a armería
El agresor, tras cometer los crímenes, huyó de la escena y se atrincheró en la armería donde trabajaba.

Ya en el lugar en que laboró por los pasados 20 años, Rodríguez Camacho mantuvo en jaque a las autoridades por más de 10 horas hasta que ayer, a eso de las 6:45 de la mañana, decidió entregarse a la Policía, gracias a la persuasión del mediador Ángel Feliciano. Trascendió que el hermano del victimario, Enrique Rodríguez Camacho, también ayudó a convencer al hombre para que se calmara, porque amenazaba con disparar a los que se acercaran a la armería y con suicidarse. “Nos tenía en tensión porque él es cualificado por sus supervisores como un snyper, es un francotirador de grandes ligas. Además, el lugar donde estaba tenía control visual de todo el edificio y del lugar donde nosotros estábamos”, explicó el teniente Gerardo Oliver, director del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Ponce.

Oliver explicó que la armería de la que tuvo posesión Rodríguez cuenta con un inventario de 15 rifles, 30 escopetas, tres revólveres glock, dos lanzas de gases y un sinnúmero de municiones.

“Era homofóbico”
Aún asustada por lo ocurrido, Christie explicó que sabía que una desgracia como la ocurrida podría surgir en cualquier momento, pues Rodríguez Camacho la celaba hasta de ella.

“Es que él no soportaba que ella tuviera amigos gay, parece que nos odia, que es una persona homofóbica. Imagínate que hasta la celaba de mí y no la quería conmigo. Ese hombre está loco, loco”, agregó Christie aún asustada y al negar que la mujer policía tuviera algún amorío con el dueño del negocio. “Eso es totalmente falso. Edwin y ella eran amigos y si alguien le dijo eso a él, le mintió. Nosotros todos éramos buenos amigos”, insistió Christie, quien figura como la principal testigo de la fiscalía para poder procesar a Rodríguez Camacho.

Al menos ése era el plan anoche en la región de Ponce, donde tras tomarle una declaración jurada a Christie y ésta haber identificado al sospechoso, se radicarían anoche cargos contra el asesino.

Según la fiscal María Teresa Miranda, se someterían dos cargos de asesinato en primer grado, uno de tentativa de asesinato y otro de violación a la Ley de Armas.

“Ésos son cargos suficientes, que si los demostramos en el tribunal, pudieran hacer que este hombre cumpla cárcel de por vida”, dijo, por su parte, Francisco Sánchez, el fiscal de distrito del área.

Mientras el abogado del victimario, Juan Bernal, le recomendó a su cliente guardar silencio.

“Él está tranquilo y por instrucciones mías no declarará nada. Hasta el momento, él es solamente un sospechoso”, dijo el licenciado.

El hermano del presunto asesino también limitó sus declaraciones, aunque dijo que lo sucedido lo había “asombrado”.

“Estuvimos juntos por la tarde y él estaba tranquilo jugando con mi nene”, dijo Enrique Rodríguez.

1 comentario:

  1. NO SE COMO LA POLICIA ESTATAL, MUNICIPAL Y PENAL ESCOGEN PERSONAS QUE SABEMOS QUE DESDE ADOLESCENTES SON VIOLENTOS Y ABUSADORES. CREO QUE EN LAS INVESTIGACIONES DE ESTAS PERSONAS PASAN POR ENCIMA LOS COMEENTARIOS DE VECINOS Y PERSONAS QUE DICEN LA VERDAD ACERCA DE ELLOS. PONIENDOLE EN SUS MANOS ARMAS DE FUEGO. CREO QUE EL QUE NO ES BUEN HIJO, BUEN HERMANO, Y BUEN ESPOSO NO DEBE TENER ARMAS ENCIMA. AVERIGUEN MEJOR INCLUSO A LOS QUE YA ESTAN ADENTRO DE ESTOS CUERPOS POLICIACOS. VALLA MIRA CON LO QUE CONTAMOS...................

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