lunes, 7 de junio de 2010

Laberinto administrativo en Centro Médico

Laberinto administrativo en Centro Médico
Esto afecta el servicio a los pacientes del Centro Médico

7 de junio 2010

Todas las compras de suministros en el Universitario se realizan a través de la Administración de Servicios Médicos (ASEM), lo que dilata el tiempo en que llega al paciente. Por Marga Parés Arroyo / Mpares@elnuevodia.com

La necesidad económica por subsistir, dentro de la agravada crisis fiscal que vive el País, ha enredado aún más el laberinto que compone al Departamento de Salud y sus dependencias.

En su lucha por sobrevivir, la agencia ha perpetuado leyes orgánicas creadas hace décadas que ya no llenan las necesidades de algunas de sus filiales, como el Hospital Universitario y el Pediátrico.

Aunque estas dos instalaciones hospitalarias no caen directamente bajo la sombrilla de Salud, sí están directamente relacionadas con la agencia, principalmente porque ofrecen servicios médicos, porque comparten programas de entrenamiento a estudiantes de Medicina y porque ubican dentro del Centro Médico, el primer componente hospitalario supraterciario de la Isla.

La ley orgánica de la Administración de Servicios Médicos (ASEM), dependencia que sí cae bajo la sombrilla de Salud, establece que todas las compras de suministros y medicamentos -tanto del Universitario como del Pediátrico y otras instituciones del Centro Médico- se realicen a través de la ASEM.

Por su parte, ASEM aplaude que Centro Médico opere de esta manera, ya que ello le genera ingresos adicionales.

“ASEM vive de sus propios ingresos y lo que logramos recuperar de los planes médicos es lo que luego (con ese dinero) les vendemos a las unidades participantes (los suministros y medicamentos)”, dijo el doctor Ernesto Torres, director ejecutivo de la ASEM.

Aunque reconoció que la legislación actual permite “que todos los servicios se centralicen en la ASEM”, sostuvo que favorece que se revise la ley orgánica “para beneficio de todos y de ASEM”.

Los hospitales Universitario y Pediátrico, mientras tanto, resienten que no se les permita comprar directamente a los suplidores, lo que redundaría en precios más económicos y en mayor agilidad para obtener los suministros.

“La ley orgánica de la ASEM ya es obsoleta. Nos obliga a comprarle servicios, cuando se sabe que son los más caros. Hay que darle más autonomía a cada hospital para que pueda subsistir”, dijo, por su parte, el doctor José Rivera, jefe de los residentes de Medicina Interna del Universitario.

Por su parte, el doctor Ricardo Moscoso, director médico del Universitario, denunció cómo el desmantelamiento en 1993 de la Administración de Facilidades de Servicios de Salud (Afass) causó que Salud perdiera el control de los fondos asignados a servicios de salud y fuera controlado desde entonces por el Departamento de Hacienda.

“Este cambio limita la agilidad mediante la cual Salud puede emitir pagos a suplidores, contratistas y necesidades particulares de sus hospitales y centros de salud, como la nómina de sus empleados”, reconoció Moscoso.

Fallas afectan al paciente

Según se ha denunciado en múltiples ocasiones, estas faltas administrativas y la rigidez organizacional desembocan en múltiples fallas en el servicio a los pacientes.

Una de éstas, quizás la principal, es el tapón que se crea en la Sala de Emergencias de la Administración de Servicios Médicos (ASEM), donde se atiende a enfermos de toda la Isla por accidentes, traumas o condiciones de salud usualmente graves o complicadas. La falta de más camas disponibles ocasiona, en muchas ocasiones, que el paciente que amerita ser admitido a la institución hospitalaria tenga que esperar durante días o semanas por su ingreso.

Aunque el Hospital Universitario tiene 390 camas disponibles, sólo puede utilizar 225 por la proporción de enfermeras por pacientes.

Por su parte, se espera que cuando se inaugure este año la nueva instalación del Pediátrico, este logre aumentar su disponibilidad de camas, que ahora solo llega a 162.

El Hospital de Trauma cuenta con 90 camas, aunque está en planes de mudar su sede sobre la Sala de Emergencias. Tampoco se ha informado cuántas camas más habrá.

Cabe señalar que estos hospitales, por ubicar dentro del principal centro supraterciario de la Isla, reciben pacientes de toda la Isla. Por ejemplo, el Hospital de Trauma recibe a los accidentados más graves de toda la Isla.

Veda y burocracia

El problema principal para aumentar el uso de camas es que hay una veda en la contratación de personal de enfermería impuesta hace varios años. Aunque recientemente el secretario de Salud, Lorenzo González, anunció que hizo gestiones para contratar 90 enfermeras, esta gestión no ha dado frutos por cuestiones “burocráticas”, según admitió el titular.

Mientras ASEM cuenta con 1,030 enfermeras, hasta el mes de marzo el Universitario sólo tenía 525.

“El efecto de no poder reemplazar el personal de enfermería y el de apoyo ha sido acumulativo, que culmina en que no se pueda producir un programa razonable de cubierta de turnos de enfermería que no ponga en riesgo la calidad del cuidado ofrecido (al paciente)”, sostuvo Moscoso.

Hueco en la facturación

La facturación o cobro por los servicios prestados a pacientes es otra área que, según se ha denunciado, necesita ser revisada para el bienestar de las arcas de todas estas instituciones hospitalarias.

El doctor Rivera, del Universitario, manifestó que si un paciente amerita ser ingresado pasa su estadía total en la Sala de Emergencias de la ASEM, esto trae una dificultad en el recobro por el servicio prestado. Como nunca fue admitido al hospital, ni la ASEM ni el Universitario (o Pediátrico) pueden facturar por sus servicios “y el plan médico se queda con ese dinero en sus arcas”, dijo.

“Hay veces que tenemos 600 días denegados (en la facturación con los planes médicos). Eso puede ser casi unos $4 millones de pérdidas en un año, estimado bien modesto porque sólo estamos considerando la estadía en el hospital, no los medicamentos y tratamientos que recibió el paciente”, sentenció Rivera.

Según el doctor Ricardo Moscoso, director médico del Universitario, para el 2008-2009 sólo un 13.5% de los pacientes atendidos tenían capacidad de pago, mientras un 54% eran asegurados del Plan de Salud del Gobierno o de una agencia del Gobierno.

Por su parte, Torres reconoció que la ASEM tiene una deuda ascendente a $264 millones, que se desglosa en $45.3 millones que se les deben a los suplidores, $186.2 millones a las agencias gubernamentales y $32.6 millones a instituciones hospitalarias.

Indicó que están trabajando en un plan de economías que incluye una reducción de un 15% de sus gastos operacionales, control de gastos en las compras y una marcada reducción en los celulares a los empleados, de 108 a 45, lo que generaría un ahorro de $27,000.

Programas únicos

El Pediátrico cuenta con programas únicos, como Cirugía Neonatal, Unidad Renal de Diálisis, Neurocirugía, Unidad de Cuidado para Quemados, Unidad de Cuidado Intensivo de Trauma, Unidad de Trasplante de Médula Ósea y Laboratorio de Cernimiento Neonatal para Enfermedades Hereditarias, donde se tramitan las pruebas de todos los infantes nacidos en el País.

El Universitario ofrece los siguientes programas únicos: Unidad de Leucemia y Trasplante de Médula Autóloga, Centro de Enfermedades Inflamatorias de Intestinos, Unidad de Neurocirugía de Cuidado Intermedio y Crítico y varias unidades especializadas (como Endocrinología y Reumatología).

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