viernes, 18 de junio de 2010

Estira el peso el comprador boricua

Estira el peso el comprador boricua
jueves, 17 de junio de 2010
Leysa Caro González / Primera Hora
Con lo apretado de la situación económica, la familia puertorriqueña vive contando cada centavo que tiene en su bolsillo.

No hay espacio para desperdiciar dinero y mucho menos para equivocaciones. Hay que gastar estrictamente lo necesario, buscar especiales, dejar a un lado las marcas reconocidas, aunque duela, y recorrer varios supermercados buscando de cada uno lo mejor.

No es momento tampoco de tener atestadas de comida las neveras y congeladores. Se compra lo necesario día a día.

Así es, en resumen, como está viviendo el consumidor puertorriqueño ante el complicado panorama económico que se experimenta, según los primeros resultados del estudio Radiografía del Consumidor que ayer fueron revelados por la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA).

“Ir a hacer compra es como ir a tomar un examen en la escuela: miro los shoppers, reviso cuáles son los mejores precios, me llevo mi lista, llego al supermercado y vuelvo y reviso y cotejo antes de tomar una decisión”, explicó Richard Valdés, presidente del Comité de Radiografía.

En definitiva, el consumidor boricua se ha vuelto creativo a la hora de estirar el peso hasta el máximo. Y los números así lo reflejan.

En sólo un año 200,000 familias puertorriqueñas han cambiado su hábito consumista a uno en el que compran estrictamente lo necesario. Mientras, 94,000 familias adicionales han asumido la costumbre de comer en casa.

“Hoy, un año después, hay 1.1 millones de familias comprando estrictamente lo necesario”, indicó Valdés.

“Es un consumidor que está consciente de lo que compra. Definitivamente han habido unos cambios bien dramáticos de un año a otro”, comentó.

comprando en grande y en pequeño
También reflejaron cambios considerables los renglones de compras en empaques pequeños y familiares. Ambos, explicó Valdés, presentaron un incremento.

Aunque parezca un poco incongruente, para Valdés esta tendencia tiene mucho sentido. Es obvio que los empaques pequeños están siendo adquiridos por aquellos que tienen un presupuesto justo y no se pueden dar el lujo de botar alimentos.

Mientras, los paquetes de comida tamaño familiar están siendo adquiridos por aquellos núcleos numerosos que han abandonado o limitado la costumbre de comer fuera del hogar.

De hecho, este tipo de empaque había perdido popularidad entre 2007 y 2009. Ahora ha vuelto a crecer a niveles similares a los del 2007, cuando un 14% de la población los adquiría. El año pasado esa cifra llegaba apenas a un 8%.

“Los empaques pequeños continúan ganando mercado a la vez que se ajustan al presupuesto limitado del consumidor... Las personas tienen un presupuesto limitado y hay cositas que con su salario de la semana va a comprarlas. Lo hacen de chispito en chispito”, comentó Valdés durante su presentación.

Esta tendencia de comprar de poquito en poquito hace que sus visitas se dupliquen mensualmente.

Un cambio drástico reflejó también el hecho de que cada vez el consumidor es más educado y preocupado por su salud. No sólo toma su tiempo para buscar los mejores precios, sino que asimismo lee las etiquetas para conocer los nutrientes que contiene y decidir si lo toman o dejan.

Aunque, por muy preocupados que estén, el estudio reflejó que el boricua no está dispuesto a retirar de su dieta el arroz y las habichuelas, señaló Valdés.

pierde su reinado
Esa tendencia de ser más cuidadoso con lo que consume, provocó que en esta ocasión el corned beef perdiera su sitial de rey en la mesa puertorriqueña.

Aunque Valdés no quiso revelar detalles profundos de éste y otros resultados del estudio, pues los ofrecerán durante la convención anual de MIDA del 7 al 11 de julio, sí confirmó que la carne enlatada ya no era la preferida.

Esto podría haber estado motivado por un alza en su costo, pero también porque el consumidor parece estar ahora más preocupado por su condición física. Eso se sabrá durante la convención.

“La gente está consumiendo más carne blanca por la parte de salud y no sale nada del corned beef este año”, dijo.

En su estudio del 2008, MIDA indicó que las importaciones del embutido habían incrementado, en parte por lo económico de su precio que para aquel entonces rondaba el $1.40, ahora sobrepasa los $2.00.

Durante la convención, la organización presentará resultados más precisos en otras áreas, como las marcas nacionales versus las privadas y genéricas, las tiendas al detal preferidas y, entre otros temas, cuál ha sido el impacto de la Ley de Cierre.

¿Realiza el consumidor sus compras en domingo?

Valdés no quiso abundar tampoco sobre este tema, ya que será un tópico en el que comentará durante la convención. Carmen Laura Marrero, presidenta de MIDA, sólo dijo que los resultados de la implantación de la ley han sido positivos, tanto para el consumidor como para el pequeño comerciante.

“No hay duda que ha tenido algún efecto, no podemos medirlo ni informarlo en este momento, pero lo hay. Ha sido positivo a ambos grupos”, comentó Marrero.

Durante la convención, los miembros de la industria podrán disfrutar de seminarios relacionados con el mercado de alimentos, así como del “supermercado del futuro”, donde se presentará lo más adelantado en la tecnología tanto en términos de planta física y servicio como de productos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario