miércoles, 2 de junio de 2010

Ensayo de un temporal

02 Junio 2010
Ensayo de un temporal
Doce pueblos y 35 familias, el saldo de daños y afectados por la vaguada

FotogaleríaVídeo: Inundaciones en Dorado
La Policía se encarga de evitar que los ciudadanos crucen el tramo de la PR-2 en el barrio Espinosa en Dorado, que quedó completamente inundada tras cuatro días de lluvia.Por Limarys Suárez y Marga Parés / puertoricohoy@elnuevodia.com

El Día de la Recordación será uno ciertamente memorable para cientos de familias de varios sectores y barrios de Dorado y Vega Alta que perdieron gran parte de sus pertenencias el lunes a raíz de lo que llamaron “la peor inundación” registrada en el área en más de treinta años.

Aunque hace poco más de un año las autoridades canalizaron el llamado Chorro de Maguayo para evitar que varios sectores y barrios se inundaran, ayer cientos de familias limpiaban el desastre que dejó en sus hogares y vecindarios el paso de las escorrentías causadas por el paso de una onda tropical.

“Esto fue de momento. Como a las 8:00 p.m. el agua comenzó a entrar y cuando nos dimos cuenta ya había subido más de tres pies”, comentó Blas Canino García, quien lleva 10 años residiendo en el sector El Polvorín.

Mientras, Juan Carlos Dávila, quien lleva 52 años viviendo en el mismo lugar, destacó que a pesar de la canalización del Chorro Maguayo la inundación del lunes fue ‘impresionante’ y ‘nunca antes vista’.

Asimismo, Marta Norat, quien reside cerca del sector denominado Calle 13, declaró que la canalización fue completamente contraproducente.

“Estoy segura y convencida de que la canalización no funcionó. Esto es una desgracia y en los 20 años que llevo viviendo aquí nunca había ocurrido un evento de inundación en donde me entrara el agua hasta dentro de la casa. Este es el primer evento de lluvia después de la canalización y ha sido una pura desgracia”, indicó Norat.

Según observó El Nuevo Día, la inundación dejó a su paso un torrente de lodo y escombros que ayer varios vecinos de los barrios Maguayo, Higuillar y Espinosa intentaban remover.

Varios vecinos describieron las afueras de sus residencias como un río que pasaba por la carretera y entre sus casas. Ayer la carretera se mostraba levantada en varias áreas, así como parchos de brea encima de las aceras.

“No nos dio tiempo de reaccionar y jamás aquí había entrado tanta agua. Esto era un mar. La fuerza del chorro hasta dobló el portón e inundó varios de los carros”, comentó por su parte Eva Dávila, a la vez que realizaba labores de limpieza con pala y cubo en mano.

En tanto, residentes del sector Río Nuevo y Jacana estaban ayer incomunicados luego que una parte de la carretera #2 quedara inundada con más de cuatro pies de agua.

“En cuarenta y pico de años que llevo aquí viviendo esto se había inundado, pero el agua jamás había llegado a estos niveles”, indicó Pedro López, quien reside en el kilómetro 24.3 de la PR-2 mientras señalaba la marca del agua que llegaba cerca de los seis pies.

López destacó que el chorro de agua tapó ambos carriles de la PR-2 cerca de las 7:00 p.m. del lunes y aún ayer al mediodía dos carriles permanecían intransitables.

Pedazos de árboles y bambúes flotaban en medio de la carretera mientras algunos vecinos observaban a los curiosos que se detenían a comentar sobre la inundación.

Derrumbes y deslizamientos

Doce pueblos fueron afectados por la vaguada que se extendió durante unos cuatro días y que sirvió de ensayo para lo que se anticipa será una activa época de tormentas y huracanes, temporada que arrancó ayer mismo.

Los municipios de Vega Alta, Orocovis, Barranquitas y Dorado fueron los más afectados por las copiosas lluvias que continuaron ayer, aunque a menor grado, informó Heriberto Saurí, director de la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (Aemead).

Brigadas de la Aemead, del capítulo local de la Cruz Roja Americana y de varias agencias gubernamentales, incluyendo al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), continuaban ayer asistiendo a las personas afectadas por la fuerte precipitación que provocó derrumbes de puentes, deslizamientos e inundaciones.

Se informó, por ejemplo, que personal del DRNA estaba utilizando excavadoras para limpiar sumideros que estaban tapados debido a construcciones indebidas y desperdicios acumulados.

Entre los municipios donde se estaban realizando estas tareas se encontraban Dorado (Barrio Espinosa), Fajardo (Villas del Rey), Barranquitas, Orocovis, Yabucoa y Patillas.

Mientras tanto, la directora del capítulo local de la Cruz Roja, Carmen Canino, urgió a la ciudadanía a hacer donaciones monetarias para fortalecer las ayudas y servicios que la entidad le brinda a las personas damnificadas en situaciones como la vaguada.

Según informó Canino, por cada dólar que entra al fondo de desastre de esta entidad, 97 centavos son destinados a servicios directos a la comunidad.

Daños a granel

Hasta la tarde de ayer se habían identificado a 35 familias que necesitaron ser refugiadas por residir en algunas de las comunidades más afectadas por la vaguada, particularmente en los pueblos de Manatí, Vega Baja y Dorado.

La Aemead no tenía estimado ayer de los daños por la vaguada. Se informó que le correspondía a cada pueblo determinar los daños.

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